LIBRO 1- Trilogía COMPLICACIONES
June es una chica con demasiadas inseguridades, que oculta tras una sonrisa y una actitud positiva.
Aaron un hombre que se moldeó como un ser correcto y sin fallos.
Él, a veces consciente y otras inconscientemente...
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La fiesta estaba siendo un éxito.
O bueno, eso parecía en mi mente porque aún no habían llegado los invitados.
Rose iba de un lado a otro súper nerviosa, cada tanto la vi usando su inhalador.
Cuando los invitados fueron llegando todos se dispersaban saludando a la hija del cumpleañero ya que el mismo no estaba aún. Me ocupé de organizar a los mozos que repartían los bocadillos y las bebidas. Al cabo de unos treinta minutos, la casa Larken estaba repleta de personas desconocidas para mí. Las chicas llegaron luciendo los vestidos que Emmie nos había comprado. Las tres estaban preciosas, al igual que Rose.
—¡Se pasaron con la decoración! ¡Me fascina!— Lula nos abraza a ambas a la vez con una enorme sonrisa.
—Gracias.
Les mostré el lugar que tenía reservado para nosotras y nos quedamos ahí sin Rose que volvió a saludar a los invitados.
—¿Hay algún primo o sobrino Larken para presentarme?— me pregunta Emmie subiendo y bajando sus cejas.
—No tengo idea.
Hace una mueca y llama a la primera camarera que pasa para agarrarse cuatro copas de champán.
—Me va a dar un colapso nervioso —Rose aparece y se sienta entre Emmie y Lula.
—Todo está saliendo bien, relájate —intenté tranquilizarla.
Asiente y pide una copa de bebida sin alcohol.
—Presiento que algo va a salir mal.
—¡Tía Rose!— gritan a nuestras espaldas.
Las cinco nos giramos para ver cómo Violett venía con los brazos abiertos en nuestra dirección. Detrás de ella, en la entrada al jardín decorada con globos, estaban tres de los hombres más guapos que vi jamás. El trío venía hablando entre ellos mientras miraban la decoración y a los invitados. Fred tenia un traje azul marino que resaltaba su cabello, tenía una sonrisa en el rostro que lo hacía ver cómo alguien a quien querías apretarle las mejillas. Los otros dos estaban serios, pero no de malas, sino en su faceta normal. Ambos venían de trajes oscuros que se les ajustaban al cuerpo.
«Creo que me estoy acalorando»
—¡Pequeña! —Rose se levanta para recibir en brazos a su sobrina.
—¡Hola chicas!— nos saluda, muy contenta.
—Hola Violett.
Me permití volver a echar una ojeada al trío, se detuvieron en una de las mesas para beber. ¿Por qué se ven tan sexis, maldita sea?
—¡June!— Violett extiende sus bracitos de su tía a mí. No dudo ni un segundo en cargarla.
Si algo descubrí de Violett es que no importa que tenga cinco años le encanta que la carguen. Probablemente, le seguirá gustando hasta que tenga ochenta. Pobres de los futuros novios de esta niña. O novias, quién sabe.