LIBRO 1- Trilogía COMPLICACIONES
June es una chica con demasiadas inseguridades, que oculta tras una sonrisa y una actitud positiva.
Aaron un hombre que se moldeó como un ser correcto y sin fallos.
Él, a veces consciente y otras inconscientemente...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Corro por el pasillo del hospital con el corazón en la boca. Todo estaba saliendo tan bien para nosotras que sabía que pronto algo se jodería. Rose tuvo una crisis hace menos de una hora, fue internada en terapia intensiva. No sé mucho porque Hanna estaba muy alterada al teléfono y no hablaba correctamente.
La veo discutiendo con el doctor, Aaron y Zander están con ella alterados e inquietos.
—¿Qué pasó?—es lo primero que pregunto al llegar a ellos.
—June —Hanna tiene sus ojos rojos, llora y está asustada. Viene a mí y me abraza, llora en mi hombro y me asusto aún más —no puedo perderla a ella también...sálvala, por favor.
Miro al doctor, a Zander y Aaron. Él último no me mira, está tenso y nervioso.
—¿Qué le pasó?
—Hay que hacer el trasplante de médula de urgencia —me dice el doctor—, su cuerpo comenzó a rechazar la quimioterapia, necesitamos iniciar cuanto antes el trasplante. ¿Estás lista, June?
—Si, pero...yo...no creí que fuera tan pronto, todavía falta una semana para nuestra cita.
—Las cosas se adelantaron, el bebé corre peligro y si no lo hacemos ya podríamos perder ambas vidas.
Zander no puede escuchar más, se va a sentar y le digo a Hanna que vaya con él. Me acerco al doctor.
—¿Qué debo hacer?
—Primero dime, ¿Has estado tomando vitaminas, verdad?— saca su libreta para anotar mis respuestas.
—Si, pero una de ellas me afectó un poco, las demás todas bien— me hace muchas preguntas las cuales Aaron está atento a escuchar.
—De acuerdo, ya tengo lo necesario, sígueme a quirófano.
—¿Quirófano?— preguntamos a la vez.
—Dijeron que no era procedimiento de quirófano —así nos había dicho el especialista desde la primera sesión.
—No lo es, pero la situación se ha complicado y es mejor prevenir. Además si me dices que las vitaminas que estás tomando para el corazón no resultaron, es mejor que estemos en el quirófano por si hay alguna urgencia contigo.
Respiro hondo y veo de reojo como Aaron frota sus ojos frustrado. No es un procedimiento de riesgo para personas comunes, Rose y yo no entramos en ese grupo. No voy a mentir que tengo miedo de entrar y no salir, que mi corazón falle y no pueda ayudar más a Rose. Quiero correr lejos y no meterme en esto, pero también quiero ayudar a Rose y si no entro a ese quirófano la vida de Rose y su bebé podría estar perjudicada.
Entonces solo me queda asentir y dejar mi bolso de pertenencias y mis libros que agarré del trabajo sobre el banco junto a Hanna. Arranco un papel de mi cuaderno y escribo rápidamente.