Parte sin título 28

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Volví a sentarme pues sentí mis pies desmayeser, estuve ahí por largas horas, solo sentada con la mirada perdida, no sabía qué hacer, solo sentía las lágrimas recorrer mis mejillas sin parar, me sentía inmensamente vacía, sentía un enorme hueco en el pecho.


Durante los siguientes días intenté llamarla y fui por una semana entera a buscarla a su casa, me quedaba fuera durante horas con la ilusión de poder verla pero al no obtener respuesta mi ánimo comenzó a venirse abajo, deje de ir a la escuela por un par de semanas, mi apetito disminuyó, solo quería estar acostada en mi cama y la mayor parte del tiempo me la pasaba llorando, cada noche antes de dormir y cada mañana al despertar tomaba mi celular y veía todas esas fotos que teníamos juntas, por horas observaba esa primera foto, aquella donde Lucia dormía plácidamente, aquella que tome después de hacerla mía por primera vez.

Ni estudiando psicología  se está exento de estas situaciones.

Mi madre ya estaba demasiado preocupada por mi estado de ánimo, ella hacia lo posible para sacarme de mi habitación, pero a pesar de que yo también quería salir de esa situación me fue muy difícil.
Con ayuda de mi madre, hermana y mi psicóloga logré sobreponerme y así lograr concluir mi carrera, tome algunos cursos y después de todo y con el tiempo encontré un buen empleo.

..................


Ya habían pasado un par de años y desde esa vez jamás volví a saber de Lucia, después de ella había logrado tener un par de relaciones más; que irónico pues eso que antes se me facilitaba como nada ahora era todo un reto, pues no lograba sentir algún tipo de atracción, ni física ni sexual por otra mujer, lo cual no me ayudó en dichas relaciones pues ambas fracasaron, en el último año me había enfocado al trabajo, pues le había propuesto a mi madre montar nuestra propia consultoría, en un principio ella lo dudo, pues el puesto que ocupaba era muy bueno y la paga ni se diga, pero también era consciente de que ese trabajo estaba consumiendo todo su tiempo y ya casi no nos veíamos pues ella se la pasaba viajando o trabajando en su oficina, la veces que estaba en casa es como si realmente no estuviera, pues se la pasaba en su oficina arreglando pendientes.


Así que después de todo accedió, los primeros tres meses fue complicado pero estos últimos nueve meses habíamos logrado tener un gran éxito, gracias a los contactos y experiencia de mi madre habíamos logrado acaparar una gran cantidad de clientes que solicitaban nuestros servicios, desde pequeñas hasta monstruosas empresas, todo marchaba bien.

Los últimos días mi madre había estado hablando con una persona que quería solicitar nuestros servicios en una escuela, pero nosotros teníamos un enfoque más empresarial, por lo que mi madre se negó, pero dicha persona había insistido bastante en que impartiéramos una capacitación a sus catedráticos.
Al final mi madre acepto, por lo que estuvo haciendo varios análisis de la institución para identificar las áreas en la que se podría trabajar y en las necesidades de capacitación, mientras tanto yo y otro equipo de trabajo nos encargamos de otras empresas, la consultoría había crecido tanto que tuvimos que contratar a otros expertos para que nos pudieran ayudar con todo el trabajo.


Después de un tiempo mi madre daría inicio con su capacitación, ese día yo me encontraba trabajando en casa.
Recibí un mensaje de mi madre pidiéndome que fuera lo antes posible al instituto donde se encontraba trabajando, me envió la dirección y en seguida fui hasta el lugar.

Olivia: que sucede? ¿Por qué tanta urgencia en que viniera?


M: Olivia, necesito que me ayudes a dar estás capacitaciones, Maricela me ha avisado apenas hace un rato que no me podrá apoyar más con el trabajo, pues su madre ha enfermado y ella tendrá que cuidarla.


Olivia: pero yo no sé nada de lo que han estado trabajando, no puedo ayudarte mamá.


M: pues lo siento oliva porque tenemos que sacar adelante esto, confió en ti y en tus capacidades así que, te voy a dar los manuales para que los revises antes de entrar con los directivos. Así que ten. -Me extendió algunos manuales.

M: Tienes una hora para leerlos.

Olivia: Carajo!

Estuve leyendo los manuales sin parar, mi vista estaba cansada pero definitivamente no podía darme el lujo de parar, estaba por terminar el último manual cuando escuche a mi madre llamarme.

M: lista?


Olivia: no


M: ¡genial! Ya están todos los directivos. Entra, llamaré a los demás para presentar a todo el equipo de trabajo y hablar sobre el análisis que hice para después implementar las capacitaciones.


Olivia: ¡mamá, espera!! Yo también tengo compromisos, estoy trabajando un proyecto para una empresa.


M: lo sé hija, pero tendrás que dejarlo en manos de tu equipo, sabes que este es un trabajo importante pues los directivos insistieron mucho en que impartiéramos está capacitación además la paga es bastante buena.


Olivia: está bien mamá, pero después de esto tendrás que conseguir a alguien más.


M: lo hare, ahora entra por favor.


Entramos a la sala de reunión, e inconscientemente mi mirada viajo por todo el lugar, observando los rostros de aquellas personas, fue entonces que la vi, vi a Lucia. Tenía su mirada fija en unos papeles que estaban sobre la mesa, ella aún no se percataba de mi presencia. Mi corazón se paralizó por completo, mis manos comenzaron a sudar, y mi respiración comenzaba a cortarse, estaba entrando en pánico.

M: que sucede Olivia?


Olivia: no me estoy sintiendo muy bien.


M: trata de controlarte Via, hemos hecho esto miles de veces, así que tranquilízate un poco.

Mi madre comenzó a hablar sobre el análisis que había hecho y sobre las áreas que de acuerdo a dicho análisis era necesario trabajarlas, yo aún no podía tranquilizarme, a toda costa evite mirar hacia donde se encontraba Lucia.

M: y bueno, para realizar este trabajo tengo a todo mi equipo aquí presente, así que dejaré que ellos se presenten.

Uno a uno fueron pasando todos los miembros del equipo; era mi turno y las piernas me temblaban, era cierto ya había hecho esto miles de veces y no había tenido este problema, la única diferencia de esas miles de veces es que Lucia no había estado presente en ninguna de ellas.

 Mi mente se inundó de todos los recuerdos a su lado y en particular aquella vez que me dejó con el alma rota, aquella vez que la vi alejarse de mí.


Olivia: que tal, me da mucho gusto poder estar trabajando con todos ustedes, les hablaré brevemente de mi experiencia....
Y bueno, yo estaré trabajando en conjunto con el director del instituto para llevar a cabo los planes de capacitación que están planeados para sus catedráticos, así que, me gustaría saber quién es el encargado de dirigir esta institución.

Vi una mano levantarse.

Mi vista se dirigió hacia esa persona, que quien por desgracia era Lucia, en cuanto la observé ella me regaló un sonrisa que hizo acelerar mi corazón como si estuviera a punto de tener un infarto.

Si no salía de ahí definitivamente iba a desmayeser.


La reunión finalizó. Y yo estaba por salir de aquel lugar.

M: a dónde vas? - me tomo del brazo.

Tienes que estar con la directora para comenzar a trabajar, Olivia de verdad, hay que iniciar a trabajar ya.


Olivia: si, lo sé. Solo quiero tomar un poco de aire y enseguida regresaré

M: bien, pero no tardes por favor.


Olivia: no lo haré.

Después de unos minutos volví a entra a la sala, para mí sorpresa la única que quedaba ahí era Lucia, en cuanto abrí la puerta por completo su vista se dirigió a mí.

Lucia: hola


Olivia: hol...hola. -dije con la voz entrecortada.


Lucia: siéntate.


Olivia: ah sí, gracias. -me senté frente a ella, la mire por unos segundos y enseguida desvíe la mirada.
Solo la observé unos segundos y me di cuenta que seguía igual de hermosa, queera como si el tiempo no hubiera pasado por ella, a pesar de los años quehabían pasado yo aún la seguí viendo cómo la mujer más hermosa que mis ojos hanpodido ver.

Los ojos de LuciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora