Por un momento pensé en pedirle que no lo hiciera, en decirle que no se casará, pero, por más que me dolía decidí no hacerlo.
Olivia: bueno, igual deseo que seas feliz ahora y cuando lo hagas, te deseo todo lo mejor, deseo que todo lo bonito te pase a ti Lucia.
Lucia: gracias. - dijo con su voz entrecortada.
Olivia: Descansa, mañana nos iremos temprano.
Las horas pasaban y yo no lograba conciliar el sueño, así que busque una chamarra y salí a caminar, me senté a un costado del lago y las lágrimas que había contenido comenzaron a brotar pues, de solo imaginar que perdería a Lucia para siempre mi pecho se llenaba de un dolor inexplicable, estuve ahí por un buen rato, por momentos recordaba todo aquello que habíamos vivido antes y estos últimos días y volvía a llorar sin control, sentía algo de frío, pero igual no me importo tanto. Las horas seguían pasando y yo permanecía ahí.
Lucia: ¿Olivia?
Olivia: sí? - limpie mi rostro.
Me has asustado.
Lucía: lo lamento, pero es que llevas mucho tiempo afuera y comencé a preocuparme.
Olivia: oh lo siento, lamento haberte despertado, trate de no hacer tanto ruido.
Lucia: descuida, yo tampoco he podido dormir. -dijo sentándose a mi lado.
Olivia: está haciendo mucho frío aquí Lucia, deberías de regresar adentro.
Lucia: no me iré de aquí sin ti.
Olivia: bien, entremos.
Caminamos de regreso a la casa y subimos a la habitación.
La luz de la luna entraba por el ventanal y mientras Lucia caminaba de regreso a la cama yo me quedé parada en el marco de la puerta, observándola, al notar que me quedé parada Lucia dio la vuelta y me miro.
Lucía: no te quedes ahí parada, ven aquí.
Olivia: espera un segundo Lucia. –me acerque a ella y enmarque su rostro con mis manos.
Déjame observarte una última vez. -me sonrió con tristeza.
La mire a los ojos, y note que estaban un tanto rojos y cristalizados, parecía que ella también había estado llorando.
En un impulso Lucia elimino toda distancia que pudiera haber entre nosotras y me abrazo.
Lucía: no quiero que sea la última vez, no quiero que te alejes, no quiero que dejes de mirarme como lo haces. - me dijo al oído.
Se separó de mi ligeramente y me dio un cálido beso en los labios.
Olivia: no hagas eso Lucia, porque, te juro que no podré contenerme.
Lucía: no quiero que lo hagas. - dijo con un tono de voz apenas audible.
Perdón por los capítulos tan cortos, pero,prometo actualizar más seguido.
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Los ojos de Lucia
RomanceEra la directora de mi universidad, y sin duda de quien menos imaginé enamorarme.Pero no todo es tan fácil. Lucia una mujer de 36 años y heterosexual que jamás tuvo interés por las mujeres, ahora se enfrenta a un nuevo sentimiento por una alumna de...