Le volví a tomar el rostro y sin pensarlo la bese mientras caminaba hacia ella, obligándola a quedar de espalda en la pared.
Profundice cada vez más aquel beso; bajaba a su cuello y regresaba a sus labios. Llevaba una bata de Santi roja, la cual desabroché de inmediato, dejando ver su ropa interior. Me separé de ella ligeramente y la observé.
Olivia: carajo Lucia, que sexi eres. -me mordí el labio, la sujete por la cintura y la atraje hacia mí.
Está ves Lucia fue quien comenzó a caminar hacia mí, haciéndome retroceder hasta quedar centrada en la cama, Lucia puso cada pierna a un costado de mí, quedando en cuclillas encima mía.
Lucía me besaba con anhelo, comenzó a besarme el cuello, lo cual termino por encenderme.
Mientas ella se apoderaba de mi cuello yo comencé a tocar sus senos, desabroché su sostén, dejando que sus pechos cayeran libres por fin, los tome entre mis manos y los apreté ligeramente.
En un rápido movimiento tome a Lucia de la cintura y la tumbe sobre la cama, haciéndome quedar encima de ella. Dio un pequeño grito seguido de una carcajada lo cual me hizo sonreír.
Olivia: me gustas mucho Lucia, de verdad no te imaginas cuánto me encantas. -la bese.
Atrape sus dos manos con las mías y las coloque en cada costado de su cabeza, le comí la boca, baje a su cuello y luego a sus senos, introduje uno a mi boca y lo saboreé cómo si fuese un caramelo, después el segundo que de igual forma mordí y saboree, hasta que escuche a Lucia gemir por lo bajo, bese su abdomen que ahora después de los años se encontraba un tanto más abultado, pero que aun así se veía tremendamente sexy, Lucia me encantaba pero, su cuerpo...dios, su cuerpo me ponía muy caliente, amaba cada parte de ella sin excepción alguna.
Volví a su boca y mordí su labio inferior al mismo tiempo que bajaba a su intimidad para tocarla aún por encima de sus bragas.
Le di un pequeño giro para hacerla quedar boca abajo, tome el cabello que caía por su espalda para abrirme paso a su cuello nuevamente, la bese una y otra vez, acaricie su espalda y comencé a bajar sus bragas, para dejar al descubierto su perfecto trasero, ese trasero que me vuelve loca y que en más de una ocasión me hizo perderme en el baile de sus caderas. La volví a girar para encontrarme con su cuerpo totalmente desnudo, la observé unos segundos para después comenzar a acariciar sus muslos, baje hasta ellos para besarlos también, subí a su entrepierna la cual lambí y bese hasta que me acerqué a su intimidad que ahora estaba al descubierto, comencé a saborearla lentamente y no tarde mucho en sentir como Lucia se erguía al tiempo que de su boca salían algunos gemidos, subí nuevamente hasta sus senos para volver a saborearlos, baje mi mano hasta su zona y comencé a dar pequeños masajes circulares, para después introducir el primer dedo, escuché a Lucia gemir y rápidamente subí a su boca para ahogar su gemidos entre mis labios, introduje el segundo dedo al mismo tiempo que mordía su labio, mis dedos entraban y salían de ella con rapidez, baje nuevamente y sin dejar de entrar y salir de ella, comencé a lamber y chupar su clítoris, sabía que cerca el orgasmo lo cual mi hizo ir con más rapidez; saque mis dedos y enseguida sentí cómo su dulce jugo inundaba mi paladar, bebí y saboree cada gota de él.
Lucía: oh por dios!!- la escuché gritar.
Ahora es mi turno. - dijo con voz ronca, la cual me erizo la piel solo de escucharla.
No paramos hasta que vimos que el sol comenzaba a salir.
Estábamos agotadas así que el sueño nos venció. Desperté y Lucia estaba dormida sobre mi pecho, la hora no me importo pues el tiempo se detuvo en esa hermosa imagen que tenía ante mis ojos, en ese momento no me importaba lo que pasaría después de eso, no pensaba en absolutamente nada, solo la miraba y me sentía llena de vida, me sentía más que completa.
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Los ojos de Lucia
RomanceEra la directora de mi universidad, y sin duda de quien menos imaginé enamorarme.Pero no todo es tan fácil. Lucia una mujer de 36 años y heterosexual que jamás tuvo interés por las mujeres, ahora se enfrenta a un nuevo sentimiento por una alumna de...