Presley, que había estado durmiendo a la perfección, se despertó cuando escuchó un montón de ruido que hacían los demás campistas en la cabaña de Hermes.
—Por esto es que Gaia debería tener su propia cabaña —dijo Presley contra la almohada, con los ojos cerrados.
—¿El dragón no podrá entrar?
Escuchar esa pregunta por parte de uno de los campistas de Hermes, la hizo despertarse por completo. Se levantó de la cama, y salió de la cabaña tras otros chicos que salían de la cabaña. Encontró a Connor y a Travis fuera, intentando que todos entraran de nuevo en la cabaña.
—¿De verdad hay un dragón? —preguntó Presley, acercándose a ellos.
Ambos asintieron.
—Salimos a ver, como todos los demás —dijo Connor—. El dragón es verde y muy, muy feo.
—Algunos hijos de Apolo dijeron que se encargarían —agregó Travis—. Así que nuestra humilde labor es hacer que todos entren a la cabaña y se duerman.
—O que, al menos, entren y se callen.
Travis asintió ante las palabras de Connor.
—¡Adentro todo el mundo! —exclamó Travis, comenzando a meter a los campistas a la cabaña.
Presley siguió a la multitud, y se dejó caer en su saco de dormir, apenas su cabeza tocó la superficie no tan blanda del objeto, Presley se durmió.
Soñó con un inventor llamado Dédalo, y la caída de su hijo, Ícaro.
♦♦♦
A la mañana siguiente, mencionaron al dragón —obviamente—, aunque había sido más como un «Ah, y un dragón estuvo andando por los límites del campamento, ¡ahora desayunemos!». Pero Quintus había mencionado que sucedería más seguido.
Presley escuchó los murmullos de los demás campistas, y pudo entender cosas como «Luke» y «Atacará pronto». Se sintió un poco inquieta, y miró a Annabeth, intentando encontrarse con su mirada para saber cómo se sentía de lo que los demás decían, pero Annabeth mantuvo su mirada en su plato.
Presley notó después que Grover se había sentado junto a Percy en la mesa de Poseidón, y Presley quería decirle que lamentaba que el consejo hubiera sido tan poco comprensivo con él. Se puso de pie, dejando su desayuno, y caminó hacia la mesa, sentándose frente a Percy.
—Lo siento por lo del consejo, Grover —dijo Presley con sinceridad, mirando al sátiro con preocupación—. Encontraremos una solución.
Entonces alguien se sentó junto a Presley, y ella se sobresaltó. Annabeth la miraba con curiosidad cuando Presley volteó la cabeza.
—No deberían estar aquí —dijo Percy, y ambas chicas rompieron el contacto visual para mirarlo a él.
—Tenemos que hablar —Annabeth lo miró, y Presley tragó saliva, encontrando difícil el concentrarse cuando Annabeth se había sentado tan cerca de ella.
—Pero las normas...
—El señor D no está, Quirón tampoco —habló Presley, pensando en sí alejarse de Annabeth o quedarse sentada donde estaba—. Y dudo que Quintus haga algo.
Los tres voltearon a ver al instructor —Grover estaba muy ocupado desayunando y arrancándole las púas del tenedor—, que simplemente arqueó una ceja, mirándolos, pero no dijo ni hizo nada.
—Mira —dijo Annabeth—, Grover está metido en un buen aprieto. Sólo se nos ocurre un modo de ayudarlo. El laberinto. Eso es lo que Clarisse y yo hemos estado investigando.
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State of Grace || Annabeth Chase
FanfictionAnnabeth Chase jamás habría visto venir a Presley Von Karma. Annabeth Chase x Fem!oc Personajes y universo de Rick Riordan, a excepción de Presley Von Karma, y cualquier otro personaje que no reconozcan.