State of Grace || Annabeth Chase

32. Tifón.

Volver al campamento había sido un alivio.

Durante sus últimas semanas en San Francisco, Annabeth y Presley se habían enfrentado a más monstruos de los que podían recordar y ambas ya estaban cansadas. Annabeth podía ser inteligente y tener planes para acabar con ellos rápido, y Presley podía muy poderosa, pero la realidad es que tantos ataques constantes podían acabar con la energía de cualquiera.

Connor y Travis la abrazaron cuando llegó, mientras que Annabeth se reunía con los demás hijos de Atenea.

—¿Qué tal la vida normal como semidiosa fuera del campamento? —preguntó Connor, abrazándola por los hombros mientras caminaban hacia la cabaña de Hermes.

—Una porquería —soltó Presley—. Monstruos todos los días... un asco. Gracias a los dioses tenía a Annabeth conmigo.

—Aww, se va a poner cursi —se burló Travis.

—Déjala, ¿no ves que está enamorada?

Ambos se rieron, mientras que Presley negaba con la cabeza.

—Bienvenida de regreso, Presley —le dijo Connor cuando entraron a la cabaña.

Presley se acercó a su lugar de siempre y se sentó ahí, mirando la cabaña.

Ya estaba de regreso en el Campamento Mestizo.

♦♦♦

Según Presley había oído por ahí, Percy estaba en una especie de misión con otro chico del campamento, un tal Charles si no recordaba mal.

Cuando escuchó el anuncio de que Percy había regresado, fue directamente al pabellón del comedor, donde él ya estaba. Parecía distraído mientras miraba el campamento.

—¿Estás bien? —le preguntó Presley en voz baja, poniendo una mano en su brazo.

Percy se sobresaltó y la miró, se quedó unos segundos en silencio, como si estuviera procesando sus palabras, entonces asintió.

—Sí.

Presley no preguntó nada más, simplemente se alejó un poco para darle su espacio. Percy no parecía precisamente bien, pero tampoco iba a presionarlo para que le diera la respuesta que creía era correcta.

Esperó hasta que llegó Quirón, seguido de Annabeth. Tenía el cabello recogido y se acercó rápidamente a Percy.

—¿Qué ha pasado? —Annabeth agarró a Percy del brazo—. ¿Luke está…?

Presley hizo una mueca por su pregunta. Ya habían hablado sobre el tema de Luke y lo importante que era para Annabeth, pero aún se sentía incómoda cuando lo mencionaba.

—El barco voló por los aires —dijo Percy—. Pero él no ha sido destruido. No sé dónde…

Una chica se abrió paso entre la multitud.

—¿Dónde está Charlie? —preguntó, mirando alrededor como si pudiera
haberse escondido.

Presley hizo una mueca. Si el tal Charlie que había ido con Percy no estaba... bueno, era bastante obvio lo que había sucedido.

Quirón carraspeó.

—Silena, querida, vamos a hablar a la Casa Grande…

—No —musitó—. No. No.

Rompió a llorar y los demás se quedaron alrededor paralizados, demasiado aturdidos para decir nada. Presley miró hacia otro lado.

Finalmente, después de un momento de silencio, se adelantó Clarisse, de la cabaña de Ares, y rodeó con un brazo a Silena.