Kai frunció el ceño ante lo que Hyeri había dicho, hizo un gesto con los hombros y se acercó a la mesada para apoyar las bolsas que tenía en las manos.
- Pero entonces, ¿Por qué estas mal? - le preguntó Minah a su amiga. Kai se giró a verla.
- ¡¿Estás mal mi amor?! ¿Qué tienes? ¡¿Es la bebe?! ¡Oh, dios mío voy a volverme loco! - dijo Kai mientras se acercaba a Hyeri y tocaba su frente y luego su panza.
Ambas chicas estallaron en risas. Hyeri se acercó a Minah y sus risas se intensificaron, haciendo que Hyeri se tomara la panza con la mano por el leve dolor que le causaba reírse.
- No cariño - dijo Hyeri calmando su risa - No es la bebe.
- Gracias al cielo - dijo Kai sentándose en una silla al lado de Lay.
- A mí también casi me matan del susto - le contó el chino.
- Con razón estabas todo pálido - le dijo él.
- Y tú lo estas ahora - dijo divertido.
- Ya dejen de preocuparse, no le pasa nada a la bebe. Ella esta genial, y súper contenta ahí dentro. Dije que estaba mal, porque Kai no pudo conseguirme las gomitas comestible que quería - dijo la rubia mientras ponía puchero.
- Desde ayer por la tarde que esta, 'quiero gomitas con forma de dinosaurio Jongin' '¿Por qué no me compras?' '¿Lo ves? No nos quieres, porque si nos quisieras nos comprarías las gomitas que queremos' - dijo Kai recordando cada palabra de su novia.
- Eso no es así - se quejó Hyeri.
- Si, si lo es mi amor. Estuviste así toda la tarde y hoy también... Ahora tengo terror de que la bebe salga con cara de gomita con forma de dinosaurio.
Todos rieron divertidos.
- Pero yo tengo gomitas de fruta Hyeri - le dijo Minah.
- ¿Enserio? ¿Dónde? - dijo ella entusiasmada.
- Vamos a buscarlas, que están arribas - dijo poniéndose de pie.
Ambas mujeres salieron de la cocina, dejando a los dos hombres solos. Kai acomodó su garganta y miró a su amigo. Lay trataba de reprimir una sonrisa, pero se le estaba haciendo imposible.
- ¿Algo para contarme Yixing? - le preguntó divertido.
- No lo se, ¿Por qué? - dijo el chino.
- Oh vamos, no te hagas el tontin conmigo. Se perfectamente que ayer pasó algo entre tú y Minah.
- Y si lo sabes, ¿Por qué me preguntas?
- Porque quiero que me lo cuentes, amigo.
- No puedo contarte... bueno si lo hicimos pero... ya todo quedo como si nada hubiese pasado. Y creo que es lo mejor - dijo él.
- ¿Realmente es lo que quieres? - le preguntó Jongin.
- No lo se hermano, ni siquiera se que va a ser de mí dentro de dos semanas. No me puedo dar el lujo de hacer lo quiero ahora y luego lastimar a Minah.
- ¿De que hablas?
- Júrame que no dirás nada, mucho menos a Hyeri - dijo Lay.
Kai se sentó mejor en la mesa para poder escuchar atentamente a su amigo.
- Te lo prometo, no le diré nada - le dijo.
Lay asintió con la cabeza y luego soltó un cansado suspiro.
- Dentro de dos semanas vuelvo a China.
- ¿Qué? - dijo el moreno sin poder creerlo.
- Si, me iré a estudiar a China. Es algo que esta planeado desde que nací. Y te juro que estando aquí con ustedes, con Minah, me olvidé completamente de que ese día se aproximaba cada vez más...
- ¿Tú quieres irte? - preguntó.
Lay lo miró a los ojos y golpeó levemente la mesa con la mano.
- No, no quiero irme. No quiero alejarme de Minah, no quiero perderme el nacimiento de mi sobrina...
- ¿Y entonces?
- Pero no puedo defraudar a mi padre Jongin, él puso su vida entera en esto. Es más te diría que trabajó su vida entera para mandarme a estudiar allí.Las chicas entraron a la cocina con una caja de gomitas de fruta. Se quedaron quietas al ver que los chicos hablaban y cuando ellas entraron dejaron de hacerlo.
- ¿De que hablaban? - preguntó Hyeri.
Kai se puso de pie y se acercó a ella para abrazarla por la espalda y apoyar sus dos manos sobre su crecido vientre.
- Hablábamos de lo linda que te ves embarazada - le dijo y besó su hombro.
- Eso no es cierto - dijo la rubia -Estoy horrible, nunca había estado tan horrible en mi vida. ¡Así que no me mientan!
- No es mentira teletuvi - le dijo Lay divertido - Eres la embarazada más linda del mundo.
- Waaaa, ¿de verdad?
- Claro que si mi amor - dijo Kai y volvió a besar su hombro.
- Ustedes dos son de terror, siempre saben como comprarme.
- Es porque te queremos teletuvi
- Y porque yo te amo, mi vida - dijo Jongin.
- ¿Quieren algo para tomar? - preguntó Minah.
- Yo quiero un poco de jugo de naranja - dijo Hyeri sentándose a la mesa con su caja de gomitas en las manos.
- Lay, ¿puedes acompañarme a ver una cosa de mi auto? Necesito de tu inteligencia quántica - dijo Kai.
El chino asintió y ambos salieron de la cocina. Minah se giró a ver a su amiga y le entregó el jugo.
- Ellos dos no estaban hablando de mí, estaban hablando de ti - le dijo la rubia.
- ¿De mi?
- Si Minah. Seguramente Kai le estaba preguntando a Yixing que pasó anoche - dijo picara y divertida.
- Oh dios, que vergüenza - dijo - ¿Crees que le haya contado?
- Bueno, tal vez solo le dijo que lo hicieron. Yixing es un caballero no se va a poner a contar detalle por detalle de la lujuriosa noche que te hizo pasar.
- No fue lujuriosa - aclaró Minah.
- ¿A no? Y entonces, ¿Qué fue? - preguntó Hyeri.
- Fue dulce ya te lo dije... no se comportó como un sexopata poseído y totalmente fuera de si. No fue simplemente sexo.
- ¿Y entonces porque demonios no vas y dejas de dar vueltas y le dices que lo amas y que quieres estar con él?
- Porque... porque
- ¿Por qué Minah? No seas tonta y terca... estoy segura de que a Yixing le pasa lo mismo. Y como es muuuuy tonto no se anima a decírtelo.
- ¡Pero entonces es porque no le pasa lo mismo! ¡Porque si le pasara lo mismo que a mí, ya me lo hubiese dicho!
- ¿Con eso me estas queriendo decir que estas enamorada de Yixing?
Minah pestañeó varias veces al darse cuenta de que se había descubierto por si sola. Hyeri sonrió contenta y dio unos saltitos sobre la silla.
- ¿Viste mi amor? Ahora tu padrino y tu madrina van a ser pareja - le contó a su vientre mientras lo acariciaba - ¡Oh dios mió!
- ¡¿Qué pasó?! - preguntó Minah dejando todas las cosas que tenía en la mano instantáneamente.
- Me pateó - dijo perpleja la rubia.
- ¿Enserio? - dijo ella mientras se acercaba a su amiga.
- Si, si, si. Mira, justo aquí - le dijo y le tomó la mano para ponerla sobre su panza.
Minah sintió como un pequeño bultito golpeaba su mano. Ambas sonrieron divertidas.
- Es asombroso - dijo Minah.
- Ella sabe que eres tú, ¿verdad bebe? - le preguntó. Volvieron a sentir un golpecito y rieron divertidas - ¿Te conté?
- No, ¿Qué cosa?
- ¿A que no sabes quien llega mañana?
- No, no sé. ¿Quién llega?
- Mi primo Sehun - le dijo la rubia.
- ¿Sehun? - dijo sin poder creerlo ella.