Cap. 13

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Minah rió divertida mientras miraba como su amiga se terminaba sin parar un vaso de margarita. Hyeri la miró y comenzó a reír también.
- Estamos ebrias - aseguró entre risas.
- No, eso es mentira -
- ¡A tequilear! - dijo la castaña levantando la voz.
Minah volvió a reír y tomó el pequeño vaso que estaba frente a ella. Se miraron divertidas y lamieron la sal que tenían en sus manos, para luego tomar sin sentir el tequila, y luego chupar un trocito de limón.
Minah cerró los ojos al sentir el alcohol pasar por su garganta. Ya había perdido la cuenta de cuantos de esos cositos se había tomando, en realidad ni siquiera sabía donde estaba parada.
Rió divertida al ver la cara de Hyeri y se puso de pie para ir a bailar en medio de la pista. Hacía tanto que no salía y hacía tanto que no se ponía en ese estado.
Para hablar con la verdad, nunca se había puesto muy ebria. Siempre fue recatada.
- ¡Esto es lo máximo! - aseguró Hyeri sin dejar de bailar.
- Hyeri - le habló Minah sintiéndose repentinamente mal.
Su rubia amiga dejó de bailar y la miró.
- ¿Qué sucede? - le preguntó.
- ¿Qué hora es?
- No tengo idea - contestó y siguió bailando.
Minah giró sobre sus pies y se acercó al guardarropa. Tomó sus cosas y sin saber bien que estaba haciendo salió de allí. Caminó hasta su auto y se subió. Como pudo lo hizo andar y salió del estacionamiento de ese lugar. Tratando de mantener su vista en el camino y prendió la radio, quería un poco de música.
-You took my hand, You showed me how, You promised me you'd be around, That's right. I took your words, And I believed, In everything You said to me, That's right.
Ella escuchó la canción en silencio. Pero no pudo evitar querer llorar.
-If someone said three weeks from now You'd be long gone, I'd stand up and punch them up Cause they're all wrong, I know better. Cause you said forever And ever, Who knew?
Está vez cantó en voz baja, mientras las lágrimas acumuladas en sus ojos amenazaban con salir. Sin pensar pasó uno de los semáforos en rojo.
-Remember when we were such fools And so convinced and just too cool. Oh no, No, no. I wish I could touch you again. I wish I could still call you friend. I'd give anything.
Está vez las lágrimas no se quedaron en sus ojos, salieron continuamente mientras entonaba aquella linda, pero a la vez áspera canción de Pink. No sabía porque se sentía así, pero si conocía la causa.
Zhang Yixing.
Se bajó del auto cuando llegó a la puerta de su casa. Se tomó la cabeza con una mano y miró sus pies. Rió al ver que apenas podía estar parada.
Giró la cabeza y vio la casa de su vecino. Estaba por meter las llaves en su puerta, pero las guardo en su bolsillo. Sin siquiera mirar a sus costados cruzó la calle y llegó. Estaba por tocar el timbre, pero a su alcoholizada conciencia llegó la información de que seguramente estaban durmiendo.
Sonrió como una idiota y decidió llegar a él de otra forma. Miró a su izquierda y una escalera se encontraba cerca apoyada contra la casa. Volvió a sonreír y se acercó a ella para comenzar a subir. Por un segundo perdió el equilibrio, pero logro sujetarse.
- Maldita sea, malditas escaleras - dijo entre dientes y volvió su vista al frente.
Luego de varios minutos de subir, tratando de no caerse, llegó a una de las ventanas. Se atajó con fuerza y vio un poco dentro del cuarto. Era la habitación de Changmin. La de Lay era la del balcón. Respiración hondo comenzó a moverse con cuidado, pero sus pies estaban tan blandos, que apenas sentía que era lo que pisaba. Soltó una pequeña risita y volvió a caminar.
Se agarró con fuerza del balcón y se tiró al suelo del mismo cayendo pesadamente. Rió por lo bajo.
- Shhh, Minah - se dijo a si misma mientras se ponía de pie - No queremos despertar a nadie.

Él abrió sus ojos al escuchar un sonido proveniente del su balcón. Se puso rápidamente de pie y abrió la cortina para mirar.
Sus ojos se abrieron bien al verla allí. Rápidamente abrió la puerta.
- Minah, ¿Qué haces aquí? - le preguntó. Ella comenzó a reír y a tambalearse. Y ahí el supo que ella estaba ebria.
- ¿Acaso solamente tú puedes subir por los balcones? - preguntó divertida - No, yo también puedo hacerlo.
- ¿Estas ebria?
- ¿Ebria? Ebria es una palabra demasiado fuerte. Yo diría estoy feliz. Muy feliz.
- Por favor, ven aquí - le dijo y se acercó a ella para tomarla del brazo.
- ¡No me toques! - le advirtió. Lay se alejó un poco - No quiero tu lastima. Eres igual a todos los demás. No quieres entender...
- Minah.
- ¡Déjame hablar! - sentencio. Se tambaleó un poco haciendo que rápidamente él se acercara a ella y la tomara de la cintura. Minah rió divertida - Suéltame.
- Estas demasiado ebria - dijo él mirando sus ojos.
En ellos se notaba a leguas la cantidad de alcohol que la chica había injerido. Estaban rojos y vidriosos.
- Demasiado ebria, si claro - dijo ella sin dejar de mirarlo fijo - ¿Qué se siente juntarse con la nobleza?
- ¿Qué? - preguntó él.
- Eso - dijo ella y se incorporó alejándose de su agarre - ¿Qué se siente ser aceptado por el mundo de Park Hanni?
- Minah, voy a llevarte a tu casa - dijo él e intentó agarrarla de nuevo.
- No, no hasta que escuches todo lo que tengo que decirte - habló ella retrocediendo un poco.
- Bueno, pero por lo menos entra un poco. No quiero que te caigas.
- ¡Ja! ¿Ahora te importo? - preguntó con ironía - Estoy segura que ayer ni siquiera sabías si estaba viva o muerta.
- No seas exagerada.
- ¿Ahora me tratas de loca? ¿Qué pasó contigo? ¿Dónde está el Lay dulce y compañero de hace un mes? ¿Lo tienes por ahí?
Se acercó a él y tomó su rostro con ambas manos para acercarlo rápidamente a su boca. Lay sintió como su corazón se salía de lugar al sentir ese inesperado beso atrapando cada vez más sus labios. Sus ojos se cerraron instantáneamente y se encontró colocando sus brazos alrededor de su cintura.
Ella levantó sus brazos y los colocó pesadamente detrás de su formado cuello. Sus bocas se movían suaves, rozándose con cuidado.
Ella mordió con cuidado su labio, acercándolo un poco más. No tenía idea de porque no se alejaba de él, mejor dicho no tenía idea de que estaba haciendo.
Lay copió su acción, robándole un pequeño suspiro. Minah se alejó inesperadamente de él, dejándolo en el aire. El abrió sus ojos y la miró.
- No, no lo tienes - dijo ella y se terminó de alejar - El Lay que yo conocí se hubiera alejado, no me hubiese besado.
- Minah, por dios...
- ¿Qué? ¿Quieres tener sexo? ¿Piensas que soy como mi madre?
Él la miró sin poder creerlo. ¿Cómo ella podía pensar que él sería capaz de ofrecerle una cosa así? Además de que tenía bien claro de que ella no era así.
- Jamás dije eso.
- Pero lo pensaste - afirmó ella - Te detesto.
Ella se dio vuelta y comenzó a bajar del balcón. No pudo hacer nada más que quedarse quieto en su lugar observando como ella se iba.
Relamió sus labios y sintió el sabor de su boca. Su respiración era agitada. Maldijo por lo bajo y volvió a acostarse en su cama cuando al fin cerró la puerta y estuvo seguro de que ella estaba bien. Abrió sus ojos soñoliento, miró a su alrededor y estaba en el sillón de la sala. Luego de que ella se fuera no había podido dormir y bajó para mirar un poco de tele y distraerse. Se sentó y siseó por lo bajo, ante el dolor que habían adquiridos sus músculos al dormir en un lugar tan incomodó.
Se puso de pie y entró en la cocina, no había nadie. Pero encontró una pequeña nota sobre la mesa. La tomó y comenzó a leerla.
Cariño, nos fuimos con papá a ver unos asuntos que tenemos pendientes. Cuando te despiertes come algo que hace varios días que no comes bien. Te amo. Mamá.
Bostezó y estiró sus brazos para hacer que sus huesos sonaran. Se acercó al refrigerador y sacó algo para comer. Escuchó como algo se movía con fuerza a lo lejos. Se dio cuenta de que era un celular. Tomó una manzana y caminó de prisa para buscarlo.
- ¿Hola? - dijo al atender.
- Hola lindo - contestó ella.
- Hanni - dijo al reconocerla.
- ¿Qué te sucede? - preguntó al escuchar su tono de voz.
- Nada, solo que acabo de levantarme.
- Estoy en la puerta de tu casa, ¿Puedes abrirme?
Lay frunzo el ceño y se acercó a la puerta. La abrió y allí estaba ella. Hanni sonrió cuando lo vio y cortó la comunicación.
- Vine a almorzar contigo.
- Hanni yo...
- No digas nada por favor - pidió ella - Se que te pasa lo mismo que a mí.
'En realidad no' pensó él.
- Mmm...
- ¿Vas hacerme esperar aquí afuera o me vas a dejar pasar? - preguntó.
Él dirigió una mirada a la casa del frente. Descubrió a Minah parada en el balcón, mirándolos fijamente. Se preguntó si ella recordaba algo de lo que ayer.
- Está bien, pasa - dijo y le dio el paso.

Ella tomó su cabeza con la mano y maldijo haber tomado como una condenada y no recordar casi nada de lo que había hecho. Miró como ellos entraban a la casa y la puerta se cerraba.
- ¡Que la disfrutes! - gritó esperando que la escuchara. Pero estaba segura de que no iba a escuchar nada. El teléfono de su casa comenzó a sonar. Corrió a atender.
- ¿Hola?
- Dime que pasó ayer - escuchó la voz áspera de su mejor amiga. Rió levemente, ya que a penas podía hacerlo del dolor de cabeza.
- Apenas recuerdo como llegué.
- Recuerdo que me dejaste infeliz - se quejó.
- ¿Enserio? - preguntó asombrada - Lo siento.
- Está bien, te perdono. Pero la próxima te mato.
- ¿Dónde estas?
- En casa. Solo que recuerdo que me trajo Yoon y no se, estuvo conmigo y creo que lo hicimos y después no se.......no recuerdo.
- Hyeri, no dejes que haga eso cada vez que se le venga la gana.
- Tranquila PoliMinah- dijo combinando su nombre con la palabra policía.
- No me gusta su actitud, ya te lo dije.
- Lo se, pero yo se como controlarlo.
- Eso espero.
Escuchó como su celular sonaba. Miró hacia la mesita de noche y lo divisó vibrando fuertemente.
- Hyeri, te llamo luego. Alguien me esta llamando al celular - dijo ella.
- Está bien, pero llámame - dijo.
- Claro - sonrió - Te quiero.
- Y yo. Adiós.
Dejó el teléfono y se acercó a su celular lo tomó y miró. Numero privado.
Frunzo el ceño y atendió.
- ¿Hola?
- No puedo creerlo, te encontré.
- ¿Quién es? - preguntó ella algo asustada.
- ¿No me reconoces? - preguntó él.
- Para serte sincera, no.
Escuchó como él reía levemente, y sintió muchas más ganas por saber quien era.
- Soy Kai. Kim Jongin.

El primer amor siempre duele ➳ LayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora