Cap. 20

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Él vio como ella llegaba al mostrador y le daba los tés a Kai. Suspiró levemente y prendió marcha hacia fuera. Hoy era la fiesta de Hallowen, no tenía muchas ganas de ir, pero iba a hacerlo. Se despidió de los chicos y fue a su casa.
Se detuvo en la puerta al ver en la casa del frente una ambulancia. Minho salía casi desesperado detrás de ella en el auto. Frunció el ceño y entró a la suya. Su madre se acercó a él cuando entró.
- ¿Sabes que pasó al frente? - le preguntó ella.
- No, acabo de ver que había una ambulancia - dijo él.
Vio un gesto de preocupación en el rostro de su madre, y se puso a pensar un poco.
Eunji.
Sus pensamientos se vieron afectados al pensar que algo le pudo haber pasado a la madre de Minah.
- ¿Qué sucede hijo? - preguntó su madre.
- Creo que ya se que es lo que está pasando mamá - contestó él.
- ¿Qué pasa? - dijo ella.
- La mamá de Minah...
- ¿Qué sucede con Eunji?
- Necesito irme - dijo y corrió a su habitación.
Tomó su celular y marcó el número de teléfono de Hyeri. Nadie le contestó.
Miró su reloj y la fiesta ya había empezado. Tal vez Minah estaba allí.
Tomó una campera pues había refrescado, y salió como un rayo de su casa.
Maldijo no haber aprendido a manejar aun. Esperar un taxi le iba a llevar más tiempo del que deseada.
Entonces no pudo hacer algo mejor que empezar a correr. En realidad el lugar no estaba muy lejos. Unas 20 cuadras, exactamente.
Sentía su corazón latir rápido, pero no era solo porque estaba corriendo como un loco. Algo le decía que esta noche algo pasaría. Se sentía angustiado, y las ganas de encontrar a Minah lo estaban consumiendo.
No se detuvo ni un solo momento a descansar o respirar, no podía parar hasta encontrarla. Llegó al lugar en donde se realizaba la fiesta de Hallowen, entró y comenzó a buscar con la mirada. Pero todas esas mascaras y disfraces lo confundían.
Dio un pequeño salto al sentir una mano apoyarse en su hombro, giró para ver y se encontró con Hanni.
Ella lo miró algo confundida. Pues él estaba agitado y todo rojo.
- ¿Qué pasa Lay? - le preguntó.
Él no le presto atención a su pregunta. Siguió buscando con la mirada a Minah, no la veía por ningún lado... Tal vez ya estaba en el hospital con su madre y su hermano.
Su corazón aun latía desesperado, era una sensación horrible y él sentía que iba a volverse loco.
- Lay, ¿Qué sucede? - volvió a preguntar la pelirroja.
El la miró y trato de calmarse.
- ¿Viste a Minah? - le preguntó. Los ojos de Hanni se abrieron bien.
- ¿A Minah? - dijo con tono de enojo - ¿Para que quieres a Minah?
- ¡No hay tiempo para explicaciones Hanni! - le dijo exasperado sin dejar de mirar a su alrededor. Tal vez veía a Hyeri o a Kai... pero nada se veía de ellos - ¿La has visto?
- ¡No, no la he visto! - dijo ella nerviosa.
- Necesito buscarla - musito en tono desesperado Lay e intentó caminar entre la gente, pero Hanni tomó su brazo.
- ¿A dónde vas? - le preguntó.
- ¡A buscar a Minah! - le contestó él.
- ¿Y desde cuando te importa a ti esa... esa idiota? - dijo nerviosa.
- Desde siempre - susurró él y clavó sus ojos en Hanni - Siempre me ha importado, pero he sido un imbécil, un completo imbécil.
- ¿Qué quieres decir con eso?
- ¡Que eres una loca, insoportable! - gritó haciendo que todo el mundo se girara a verlos. Los ojos de Hanni se abrieron como platos - ¡No sé en que estaba pensando al salir contigo!

Minah llegó casi desesperada al hospital. El llamado de su hermano, había hecho que su corazón latiera casi en su garganta.
-Tienes que venir rápido, mamá esta muy mal...
Sus ojos dejaron salir las lágrimas que había acumulado en el camino. Estacionó como pudo el auto y se bajó de la misma manera. Entró corriendo, algo le decía que no le quedaba mucho tiempo para verla una vez más...
Encontró a Minho sentado en una de las sillas frente a una puerta. Se acercó rápidamente a él. Minho levantó la cabeza y la miró.
- ¿Dónde está? - le preguntó ella desesperada. Minho bajó la mirada - ¡¿Dónde está maldita sea?!
- La están atendiendo - musitó su hermano.
- ¿Dónde? - preguntó nerviosa.
Un hombre ataviado de blanco salió de la puerta. Ambos se giraron a verlo. - ¿Cómo está? - preguntó Minho.
El doctor apretó los labios.
- No le queda mucho - sentencio.
Minah rompió en llanto y Minho se acercó a ella para abrazarla con fuerza.
- ¿Puedo... puedo entrar a verla? - preguntó ella en medio de un sollozo.
- Tal vez no sea buena idea - dijo el hombre de blanco.
- Por favor - rogó ella entre lágrimas.
- Está bien - dijo y le dio el paso para que entrara.
Ambos hombres vieron como entraba a la habitación. Cuando ella entró Minho miró al medico.
- ¿Cuánto exactamente? - le preguntó él.
- No creo que pase de hoy - aseguró - Lo lamento mucho...
Minho asintió con la cabeza y vio como el hombre se alejaba de allí. Se dejó caer en la silla y tomó su cabeza con ambas manos.

El primer amor siempre duele ➳ LayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora