Cap. 17

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Ella no pudo articular ni una sola palabra, parecía como si su garganta se hubiese cerrado. Su respiración aun era agitada, y sentía sobre sus labios una presión caliente que no se iba.
Lay la soltó dejando escapar un frustrado gruñido y comenzó a caminar para irse.
Minah estaba quieta en su lugar, tratando de encontrar sus pensamientos, de concentrarse en algo preciso. Vio como él desaparecía detrás de una de las puertas de salida, y sintió como el aire que estaba aguantando salía de su cuerpo.
- Me besó - susurró y se acercó a una de las sillas para sentarse.
-Minah, voy a llevarte a tu casa.
-No, no hasta que escuches todo lo que tengo que decirte.
-Bueno, pero por lo menos entra un poco. No quiero que te caigas.
-¡Ja! ¿Ahora te importo? Estoy segura que ayer ni siquiera sabías si estaba viva o muerta.
-No seas exagerada.
-¿Ahora me tratas de loca? ¿Qué pasó contigo? ¿Dónde está el Lay dulce y compañero de hace un mes? ¿Lo tienes por ahí?
Sacudió su cabeza y se puso rápidamente de pie.
- Oh, dios santo - dijo en voz alta. Ella había ido a la habitación de él, y lo había besado esa noche en la que salió con su mejor amiga. ¡No, eso no podía ser peor!
Corrió hacia la habitación de su amiga.
Hyeri dio un saltó, del susto, cuando la vio entrar.
- ¿Qué pasa? - le preguntó mientras intentaba sentarse.
- Lo siento, perdóname. Soy una bestia, no debí decirte esas cosas - le dijo mientras se acercaba a ella y le hacía un gesto para que se quedara quieta.
- Tranquila cariño, se porque te pones así. Y tienes razón... soy una idiota - dijo y sus ojos otra vez se llenaron de lágrimas.
- No, no, no eres una idiota. Solo estabas asustada, y yo tengo que comprenderte y estar contigo. No enojarme e irme - habló Minah.
- ¿Dónde esta Lay?
- Se fue - sentenció ella mientras sentía como sus mejillas tomaban color.
- No pelees con él, por favor. Solo está ciego, no sabe lo que hace...
- No, solo está hecho un imbécil - sentenció ella - Pero eso no importa.
- Si que importa.
- No, no importa...
La puerta del cuarto se abrió y una desesperada Jongji entró allí para acercarse de la misma forma a su hija, para besarla y comenzar a llorar.
- Ya mami, ya... - le habló Hyeri intentando calmarla.
- ¿Qué hice mal mi amor? ¿Qué hice mal para que hicieras una cosa así? - le preguntó.
- No mami, no. Tú no tienes la culpa de nada. Yo soy la única responsable... Lo siento tanto mamá - comenzó a llorar de nuevo para abrazar a su madre quien también volvió a romper en llanto.
Minah se puso de pie y salió de allí para dejarlas solas. Cuando salió se encontró con Kai, bastante serio para lo que ella lo conocía. Se acercó a él y se sentó a su lado.
- ¿Qué pasa?
- ¿Qué hacia Yixing aquí? - le preguntó.
Minah se tensó y se dio cuenta de cómo sus mejillas se volvían a enrojecer.
- Mmmm... solo vino a ver a Hyeri - habló ella algo nerviosa.
- ¿Por qué te besó?
- ¿Qué? - soltó ella más nerviosa que antes - ¿De... de que estas hablando Kai?
- Minah, no soy imbécil. Lo vi...
- Mmm, no pero... no pasó nada. Él solo...
- Te besó - sentencio Kai - Y tú mucho no te negaste.
- Kai...
Él se puso de pie y caminó hasta la puerta del pasillo que daba para las habitaciones en donde se encontraba Hyeri. Ella vio como él se perdía en la puerta.
Se quedó allí sentada, totalmente confundida.
Primero lo de Katty, después otra vez lo de Lay y ahora Kai. Todo era una mierda.
Suspiró frustrada y se puso de pie para irse a descansar a su casa.

Otra semana pasó, Hyeri salio del hospital pero le dijeron que por su embarazo era mejor que se tomara unos días más de reposo en el confort de su casa. El bebe estaba sano y salvo, fuera de peligro, era un milagro que las pastillas que ella ingirió no le hicieran daño.
Yang Yoon no dio señales de vida después de lo que pasó con Minah en el colegio. Como todo un cobarde se había borrado. Ahora Hyeri cargaba con un hijo sin padre. Pero sabía que no estaba sola, tenía a sus padres, a Minah, a Kai y a Lay.
Lay iba a verla casi todas las tardes y le llevaba un paquete de galletitas de limón, más de una vez se cruzó con Minah, pero no se dirigieron la palabra. Se notaba la tención que había entre ellos, y Hyeri no pasaba por alto aquello.
- Oye - le habló a su amigo. Lay se giró a verla - ¿Vas a decirme que pasa?
- ¿Con que? - le preguntó a Hyeri.
- ¿Cómo con que? Con Minah. Aquí pasa algo que yo no se, y ustedes no me lo han dicho.
- No seas paranoica, no pasa nada.
- ¿Acaso me ves la cara de tarada? - le preguntó. Lay tragó saliva y la miró, sabía que ella no era ninguna idiota.
- Tranquila, no pasa nada - le dijo él. Su celular comenzó a sonar. Lo tomó y era su 'novia'
Hyeri soltó un gruñido.
- ¿Aun no te has deshecho de ese calvario? ¿Cuándo lo harás? - le preguntó nerviosa.
Lay le hizo un gesto para que dejara de hablar.
- Hanni - dijo al atender.
- Bebé, ¿Dónde estas? - preguntó ella.
Lay rió por lo bajo al ver la cara que su amiga hacia, imitando a lo que ella creía que Hanni decía. Y aunque no lo crean, Hyeri acertó.
- Estoy en lo de Hyeri - le dijo.
- ¿Qué haces ahí todavía? Te dije que no me gusta...
- Hyeri - la detuvo él - No voy a dejar de ver a Hyeri porque a ti se te da la gana.
La rubia, se sentó orgullosa en la mesa mientras tomaba y comía una galletita de limón.
- Ay, pero ¿Por qué me tratas así?
- No te estoy tratando de ninguna manera en particular. Solo te digo lo que voy a hacer. Termino aquí y voy a verte.
- ¿Lo prometes?
- Si - dijo revoleando los ojos - Lo prometo.
- Bueno, entonces te dejo tranquilo con la futura mamá - dijo burlona - Adiós, te quiero.
- Adiós - dijo él y colgó. Se giró para ver a Hyeri.
- Ay, pero ¿Por qué me tratas así? - dijo ella imitando la voz de Hanni.
Lay volvió a reír para acercarse a ella y sentarse para comer un poco también. Siguieron hablando sobre las cosas del colegio y sobre el bebe que dentro de unos meses vendría a casa.
- Y si, ahora Minah está por empezar a trabajar - habló ella sin darse cuenta. Lay la miró bien.
- ¿Qué? - preguntó. Ella lo miró y se dio cuenta de lo que dijo.
- Mmm, no nada. Solo...
- Hyeri - dijo él en tono de advertencia.
- Bueno, pero me parece que a ti no te interesaba saber. Minah consiguió un trabajo de mesera en la cafetería del papá de Kai. Trabajará allí porque Eunji...
Dejó de hablar y Lay la miró.
- ¿Eunji que?
- Eunji se está muriendo Lay - habló ella.
- ¿Qué? - preguntó sin entender.
- Eso es lo que quise decirte desde hace un montón de tiempo, pero como te encaprichaste no te lo dije. La mamá de Minah esta enferma.
- Pero... ¿Cómo?
- Hace años, le diagnosticaron un cáncer mortal, del cual no iba a curarse ni salvarse. Desde entones Eunji trabaja de eso que ya sabes, ya que es el único que trabajo que encontró para poder mantener a sus hijos y tener una casa para ellos.
- ¿No va a salvarse?
- No, y en este último tiempo ha estado mucho peor. Por eso Minah decidió buscar un empleo y así poder ayudarla.
Lay no podía sentirse peor, porque no sabía como. Eso era lo que tanto había estado evitando saber. Ahora entendía todo y lo comprendía. Se maldijo a si mismo, y a sus malditos impulsos por no haberla escuchado.
El timbre sonó Hyeri se puso de pie y fue a abrir. Eran Minah y Kai. Entraron y Lay se giró a verlos. Minah bajó la mirada para no enfrentar a sus ojos y se dedicó a hablar con Hyeri.
Mientras que Kai no quitaba ni un solo segundo su vista de Lay.
Lay se puso de pie y se acercó a ellos.
- Bueno Hyeri, yo ya me voy - habló él.
- Pero, ¿Por qué? - preguntó ella.
- Hanni... me espera.
- Aaag, cierto - dijo la rubia exasperada - Ve tranquilo, y gracias.
- No es nada - dijo él y se acercó a ella para besar dulcemente su cabeza. Se giró a verlos a ellos dos - Adiós.
- Adiós - dijo Kai, pero Minah guardó silencio.
Hyeri se giró a verla cuando él se fue.
- ¿Podrías por lo menos despedirte de él, verdad?
- Como si eso lo afectara - habló ella y entraron del todo a la casa.
Se sentó en la misma silla en la que se había sentado anteriormente Lay, y su perfume entró por su nariz.
- ¿Y que pasó con el empleo? - le preguntó Hyeri mientras se sentaba frente a ella y Kai también lo hacia.
- Empiezo a trabajar hoy en la tarde - dijo ella.
- Oh, eso es muy bueno - dijo contenta ella.
Ambos vieron como Hyeri rápidamente se ponía blanca y salía corriendo hacia el baño.
- Está terrible - afirmó Kai.
- Y no es para menos. Los primeros meses son terribles.
Hyeri entró a la sala, secándose las manos y con cara de asco. En su otra mano una caja de tintura. Minah la miró bien.
- ¿Qué es eso?
- ¿Una caja de tintura? - ironizó su amiga. Kai rió.
- Ya lo se tonta, me refiero a que haces con eso - dijo ella.
- Quiero volver a ser castaña - sentencio.
- ¿Castaña otra vez? - preguntó con cierta emoción Kai.
- Exacto - dijo ella.
- Hyeri, tal vez el olor a la tintura no le haga muy bien al bebe. Es muy fuerte y...
- Usaré un barbijo.
Minah dudó unos cuantos minutos en hacerlo, hasta que accedió a ello. Entre los tres prepararon todo y entraron en la cocina.
Minah no pudo evitar sentir nostalgia al recordar que hace unos meses atrás ella estaba en esa cocina, tiñéndole el cabello a su amiga, pero con Lay de testigo.
Recordó que lo había visto sin camisa, y lo cerca que él había estado de ella.
A su cabeza vino el beso que él le había dado en el hospital y lo extraño que había sido aquello. No pudo evitar sentir un dolor en su pecho, un vacío que apenas lograba entender.
Ahora él estaba con su 'novia' riendo y haciendo sociales con gente superficial y prejuiciosa.
No pudo evitar sentir que lo extrañaba, y aun no entendía porque. Mucho que se diga, no lo conocía, pero le hacía falta.
Pero no iba a perdonarlo, él se había comportado como un verdadero idiota con ella, diciendo todas esas cosas de las cuales él no tenía ni idea.
- Minah, ¿me estas escuchando? - le preguntó Hyeri sacándola de sus pensamientos.
- ¿Qué? - preguntó ella mientras se daba cuenta de que no estaba haciendo bien las cosas que estaba haciendo.
- No me estabas escuchando - afirmó la ex castaña, ahora rubia, para luego ex rubia y otra vez castaña.
- Lo siento, lo siento. Estaba pensando.
- ¿En que?
- En Lay - respondió sin darse cuenta de lo que había dicho.
Kai la miró bien y Hyeri giró su cabeza para mirarla.
- ¿En Lay? ¿Qué estabas pensando de Lay?

El primer amor siempre duele ➳ LayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora