Cap. 10

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Se despertó por el sonido de la ducha de su habitación. Se sentó rápidamente en la cama y miró hacia la puerta del baño.
- ¡Minho! ¿Por qué te bañas en mi baño? - le preguntó enojada mientras se levantaba.
Entró al bañó y se acercó al lava manos. Miró hacia la ducha y con una leve sonrisa prendió la canilla del agua fría.
- ¡MALDITA SEA, ME QUEME EL TRASERO! - pegó el gritó en el cielo su hermano - ¿Por qué hiciste eso? - le preguntó asomando su cabeza y mirándola.
- ¿Qué mierda haces aquí? ¿No se supone que tienes un baño en tu cuarto? - preguntó ella.
- Me gusta más el tuyo - dijo y volvió a meter la cabeza.
Minah entrecerró los ojos y miró con furia hacia la ducha. Volvió a abrir el agua fría.
- ¡Minah! - se quejó Minho.
- ¡Sal de aquí apestoso! - le exigió.
- ¡Bueno, por lo menos espera a que termine! - le dijo.
Minah suspiró y se lavó los dientes y la cara haciendo, esta vez sin querer, que su hermano se quemara de nuevo. Salió del baño y se ató el pelo en una alta cola de caballo.
Se acercó a la ventana y abrió las cortinas para que la luz del sol entrara e iluminara un poco la habitación. Sonrió al ver justo al frente de su casa a su vecino, jugando con su hermano.
Ambos cayeron al suelo, cuando Changmin salto encima de su hermano para quitarle el balón. Lay rió al ver el esfuerzo que realizaba este por conseguirlo. El menor levantó la mirada y encontró a una pequeña figura mirándolos desde el balcón. Se puso de pie y le sonrió.
- ¡BUENOS DIAS MINAH! - la saludó Changmin.
Al escuchar su nombre Lay dirigió su mirada a la casa del frente. Rápidamente se puso de pie y se acomodó un poco. Minah salió del todo al balcón.
- ¿COMO ESTAN MUCHACHOS? - preguntó ella.
- ¡BIEN! - contestó Chamgmin.
- ¿POR QUE NO VIENES A DESAYUNAR? MAMÁ HIZO TORTA DE CHOCOLATE - dijo Lay.
Minah sonrió levemente.
- ¡NO LO SE, ESTOY CANSADA! - dijo ella.
- ¡VAMOS FLOJITA! - le dijo el mayor.
- ¡ÉL TIENE RAZON! ¡VEN! - dijo Changmin.
Minah lo pensó por unos segundos, giró la cabeza y miró la puerta del baño. Minho aun no salía. Sería buena idea ir a desayunar con ellos. Volvió su mirada al frente.
- ¡AHÍ VOY! - dijo y se metió al cuarto.
Rápidamente se cambio el pijama por unos cómodos jeans y una remera color azul. Se puso unas cómodas zapatillas, y entró al baño.
- Minho me voy - dijo ella. Su hermano asomo la cabeza.
- ¿A dónde? - le preguntó.
- Voy a desayunar a lo de Lay - le dijo.
Minho clavó su mirada en su hermana. Minah le hizo un gesto con lo hombros.
- ¿Qué sucede? - preguntó ella.
- Dime la verdad, ¿Te gusta el ñoño?
Minah pestañeó varias veces antes de contestarle algo a su hermano. ¿Por qué él insistía en esa locura?
- Minho, ya te dije que no me gusta Lay. Que solo es mi amigo - dijo ella.
- Nunca tuviste amigos hombres.
- Eso no tiene nada que ver. Lay es mi amigo y amigo de Hyeri, porque no hizo lo que siempre hizo todo el mundo. Mirarnos por encima, y no fijarse como somos realmente - le dijo. Minho la miró fijo por unos cuantos segundos - Así que deja de decir cosas que no son. Y deja de ser celoso, por favor.
- Está bien, voy a confiar en el ñoño. Pero a la primera que te hace y será ñoño muerto.
Ella revoleó sus ojos y salió del baño para ir a la casa de su vecino. Cruzó la calle y solo Changmin estaba allí. Minah miró a su alrededor buscando al otro Zhang.
- Hola Changmin - le dijo y se acercó a besar su mejilla.
- ¿Cómo estas Minah? - le preguntó él.
- Bien, ¿y tu hermano? - dijo mientras lo seguía buscando con la mirada.
- Está adentro, hablando por teléfono con una tal..........Hanni - dijo.
Minah sintió como su corazón se aceleraba de rabia. No dijo nada y aguardó en silencio. Changmin la miró bien, su rostro había cambiado bastante cuando él le dijo que Lay estaba hablando con Hanni.
- ¿Entramos? - le dijo el menor.
- Si - dijo ella rápidamente.
Changmin juntó algunas de las cosas que estaban tiradas en el suelo y le dio el paso a Minah para que entraran a la casa. Ella posó sus ojos sobre Lay al entrar y divisarlo justo allí, hablando.
El chico la miró y sonrió levemente. Esperó que ella se acercara y lo saludara como siempre lo hacía. Pero esta vez Minah pasó sin siquiera decir 'hola' y se dirigió directamente a la cocina. Lay miró a su hermano y este le hizo un gesto de 'no saber' con los hombros.
- Si, si Hanni. Mañana después de clases vamos a tu casa a estudiar - dijo él.
- Ay Yixing, muchas gracias. De verdad, no se como voy a hacer para agradecerte - le dijo ella.
- No, no es nada. Lo habría hecho por cualquiera - dijo y miró hacia la puerta de la cocina. Quería cortar e ir a ver a Minah - Bueno Hanni, nos vemos mañana.
- Si, claro - dijo y soltó una pequeña risita - Adiós, Yixing.
- Adiós - dijo y colgó.
Entró rápidamente a la cocina y encontró a una divertida Minah hablando entretenidamente con su madre. Vio como su padre, sin dejar de reír, se acercaba a ella y besaba su cabeza, haciendo que ambas mujeres rieran. Esa era la escena más extraña que había visto en su vida.
- ¿De que se ríen? - les preguntó. Los tres se giraron a verlo. Minah dejó de sonreír y volvió su vista a lo que estaba haciendo.
- Nada, solo que Minah nos hace reír - dijo su padre.
- Ahora siéntense a la mesa que ya esta el desayuno - habló su madre mientras calmaba su risa.
Todos se sentaron. Minah se acercó a la mesa con las galletitas que acaba de sacar del horno y se sentó al lado de mama Zhang, justo frente a Lay.
- Bueno, ya pueden servirse - habló el jefe de la casa. Todos empezaron a servirse, menos el Lay que no dejaba de mirar a Minah. La cual no le dedico ni una sola mirada. ¿Acaso estará enojada por algo? -se preguntó él.
- Vi que compraron muchas cosas ayer - dijo su madre. Minah giró la cabeza para mirarla y le sonrió levemente.
- ¿Te gustaron? - le preguntó a la madre de Lay.
- Si, son muy lindas. Aunque me gustaría ver como le quedan - dijo ella.
- Si, tal vez mañana lo veas - dijo Minah y miró a Lay. Este dejó de comer en seco ante su intensa mirada - Tal vez mañana lo veas porque seguro que se va a poner esa ropa para ir a la casa de Hanni después de clases.
Y allí fue que Lay entendió todo. Era por eso que ella ni lo había saludado. Bajó un poco la cabeza y sonrió levemente.
- ¿Hanni? - dijo su madre - ¿Quién es Hanni?
- Oh, una cualquiera - respondió Minah mientras llevaba un pedazo de tostada a su boca y clavaba asesinamente la mirada sobre Lay.
- Hijo, ¿Puedes explicarnos? - habló su padre.
- Si, iba a decírselos ahora. Pero se me adelantaron - dijo y miró a Minah - Hanni es una compañera nuestra del colegio. El otro día me llamó para pedirme ayuda con las materias en las que esta baja.
- Si, y él acepto complacido de la vida - habló Minah haciendo que todos la miraran.
- Eso no es así - le dijo Lay - Yo solo acepte como hubiese aceptado por cualquiera.
- Si, claro. Y yo soy Park Shin Hye - dijo ella. .
- Yo no se que te sucede, pero te estoy diciendo que no me gusta Lay- dijo él.
- ¿A no? - dijo irónica y rió. Los demás miembros de la familia miraban con los ojos abiertos la rara discusión de los adolescentes - ¿Por qué crees que dejó a Yoon?
- ¿Yo que tengo que ver en eso?
- No lo se, tú dímelo - dijo algo nerviosa.
- Si estás celosa, no es mi culpa - dijo él y volvió a comer.
Minah abrió bien la boca para responderle, pero un celular comenzó a sonar. Era el suyo. Se puso de pie y miró a los padres de Yixing.
- Permiso, voy a contestar - dijo ella sonriéndoles levemente.
- Atiende tranquila, cariño - le dijo la mama de Lay.
Minah se alejó de la mesa y salió de la cocina. Miró la pantalla y era Hyeri.
- ¿Dónde estabas metida? - le preguntó al atender.
- Hola, ¿No? - dijo la rubia - Que yo sepa no dormimos juntas.
- Lo se, lo se - dijo ella - Pero, ¿puedes decirme donde estas? Ayer estabas rara Hyeri, te conozco.
- Aaaag - soltó un suspiró agobiado - Odio que me conozcas tanto.
- ¿Qué sucedió? - preguntó rápidamente.
- Creo que no puedo contártelo por teléfono - dijo ella.
- Ay no - dijo Minah - ¿Qué hiciste?
- ¿Vienes? Por favor.
- Primero, dime que hiciste - dijo decidida en saber que era lo que su mejor amiga había hecho.
- Promete que no te pondrás como loca - le pidió ella.
- Dímelo Kang Hyeri - exigió.
- Lo.......lo hice con........lo hice con Yoon - dijo ella con dificultad.
Los ojos de Minah se abrieron como platos. No podía creer lo que su amiga le estaba diciendo. ¡Oh dios santo! Eso era una locura.
- ¡¿Qué hiciste que?! - preguntó elevando un poco la voz.
Pero trató de calmarse al recordar que no estaba en su casa, que estaba en la casa de los Zhang. Respiró profundamente y soltó el aire despacio. Giró para mirar hacia la cocina y encontró que Lay estaba parado en la puerta mirándola.
- Dijiste que no te ibas a poner como loca - le reprochó Hyeri.
- Escúchame bien. Estoy yendo ya mismo para allá, y más te vale que tengas una buena explicación antes de que te mate ¿Entendiste?
- Si - dijo quejosa la rubia - Te espero en casa.
- Enseguida llego - dijo y colgó.
- ¿Qué pasó? - preguntó Lay.
- Mmmm, luego te cuento Lay. Ahora debo irme - le dijo y entró a la cocina. Todos se giraron a verla - Lo siento, pero debo irme. Estuvo delicioso. Y te prometo que la próxima vez me quedó a comer más.
- Está bien cielo, ve tranquila - Minah se acercó a cada uno para saludarlo rápidamente.
- Adiós papa Zhang, te prometo que vendré a hacerte reír más seguido - dijo y besó la mejilla de él. El rió por lo bajo.
- Eso espero pequeña - dijo él.
- Adiós Changmin, nos vemos - le dijo y besó su cabeza.
Caminó hasta la puerta de la cocina en donde estaba Lay.
- Adiós y.......luego te llamo o me llamas, no lo se - dijo ella con tono enojado.
Justo en ese momento la señora de la casa había llamado a su hijo, haciendo que girara la cabeza. Minah se acercó para besar su mejilla. Entonces Lay volvió la vista al frente, provocando que la boca de la chica chocara levemente contra sus labios.
- Lo.....lo siento - dijo ella nerviosa - Justo giraste la cabeza y...
- Tranquila - le dijo él, mientras él mismo trataba de calmar su corazón.
Eso había sido un segundo, pero había bastado para alterarlo completamente.
- Bueno......., entonces ya me voy. Tengo que ir a besar a alguien.....digo a matar a alguien.
- Si, luego me... me besas, digo....luego me cuentas que sucedió - dijo él.
- Si, si - dijo ella asintiendo repetidas veces - Bueno Adiós.
Se volvieron a acercar para besar sus mejillas. Esta vez no hubo confusión. La piel de Minah se erizó completamente, haciendo que su corazón bombeara más sangre de la normal.
- Te acompaño hasta la puerta - dijo él.
- No, no - dijo ella rápidamente - No es necesario. Está aquí nomás.
Él vio como ella caminaba hasta la puerta con torpeza. Sintió un impulso por ir hasta ella, tomarla de la cintura y besarla como dios manda. Pero como todo tonto, se quedó quieto en su lugar. Ella se giró a verlo antes de salir. Su corazón aun no se calmaba, tenía que calmarse un poco y entender que solo había sido una confusión. No fue a propósito y mucho menos premeditado.
- Minah - la llamó él antes de que saliera. Ella se giró a verlo.
- ¿Si? - preguntó.
- Minah - la llamó él antes de que saliera. Ella se giró a verlo.
- ¿Si? - preguntó.
- Te quiero - le dijo él - No me gusta que te enojes conmigo - ella sonrió por lo bajo y lo miró.
- Yo también te quiero, Lay.

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OH MY LORDDDDDDDDD, QUE EMOCION
comenten plssss

El primer amor siempre duele ➳ LayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora