Capítulo 8: Un hombro en el cuál apoyarse.

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Una vez más, el paisaje estaba desolado. Kino había acabado con todos los árboles a su alrededor en un radio de 10 metros. Ya no sentía dolor y pudo volver a juntar los huesos de su pierna con facilidad, pero claro, solo el dolor físico se había ido.

["¿Por qué?"]

[¿Vas a seguir con eso?]

Kino volteó de inmediato al escuchar una respuesta inesperada y vio cómo Kiri, aún con vida, lo lanzaba hacia el suelo y lo agarraba del cuello mientras sostenía uno de sus cuchillos con la otra mano.

["Sigues... viva... me... alegro..."]

[Cállate.]

["Pero... es que..."]

[¡Qué te calles!]

Kiri sostenía su cuchillo con fuerza, pero por alguna razón, no lo bajaba de inmediato. En su cabeza solo podía escuchar la orden de su hermano una y otra vez.

Kino, por otro lado, solo se limitó a soltar unas lágrimas, feliz de que no hubiera matado a nadie esta vez con su poder y no parecía resistirse a lo que Kiri estaba a punto de hacer.

["Hazlo."]

[¿Qué?]

La respuesta fría de Kino, sorprendió a Kiri, quién sostuvo su cuchillo con más fuerza mientras lo miraba intensamente.

["Escucha. No soy de este mundo. Solo llevo aquí dos días, creo. Lo que he presenciado es tan loco, que quizás todo sea un sueño. Así que, quizás si me duermo, volveré a mi casa".]

[Ya habías dicho algo parecido antes. ¿A qué te refieres con que no eres "de este mundo"? ¿Que otro mundo hay?]

["Me gustaría decírtelo, pero en serio estoy algo cansado."]

Un instinto de curiosidad insaciable despertó nuevamente en Kiri. Quería saber más, mucho más, pero las ordenes de su hermano eran absolutas.

Absolutas. Absolutas...

¿Por qué eran absolutas?

Kiri soltó su cuchillo al pensar esto y este cayó sobre la cara de Kino, quedándose clavado en su frente. Esto no lo asustó, pues ya había aceptado morir, pero el cuchillo no había llegado lo suficientemente profundo.

["Sí. Definitivamente es un sueño. Este escenario es ridículo."] —dijo Kino con el cuchillo clavado en la cara.

[No puedo.]

["¿Eh?"]

[No puedo hacerlo.]

Kiri soltó a Kino del cuello y colocó su cabeza sobre su pecho, mientras pensaba porque demonios estaba haciendo lo que hacía en ese momento. Tenía miedo de seguir escuchando a su hermano ciegamente, pero tampoco estaba segura porque ahora se cuestionaba eso.

["Ah, oye..."]

[Yo... yo... no sé qué hacer...]

Kino estaba algo avergonzado por la posición en la que estaban, pero al ver cómo Kiri empezaba a soltar unas lágrimas, no prestó atención a esto.

Y aunque no tenía idea por lo que pasaba, una vez más, simpatizó con ella y puso su mano en su cabeza para calmarla. Era entendible que él quisiera rendirse, pero ¿dejar que ella pasará por algo similar?

Sería demasiado egoísta.

["Ya, ya. Tranquila, es normal. Solo vive."]

[Tú no puedes decirme eso... Hace un segundo... querías que te matará...] —dijo Kiri entre lágrimas.

Soy el más fuerte... ¿verdad? (Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora