Capitulo 11: Aquellos que dominan son...

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[Maldita... ahh... uff... sea...]

[¿Qué pasa? ¿Cansado?]

Con el cuerpo cubierto de heridas, Arcel se respiraba agitadamente mientras August lo observaba con frialdad. A pesar de que Arcel era mucho más rápido, había perfeccionado sus habilidades para el sigilo, así que sus ataques no podían hacer nada contra la resistente armadura de August.

[¿De qué demonios... esta... hecha... esa cosa...?]

Apuntando su espada hacia Arcel, August sonrió y le respondió completamente orgulloso.

[De valor.]

August tomó la espada con ambas manos y se lanzó para atravesar el cansado cuerpo de Arcel.

Ah, demonios. ¿Voy a caer aquí? ¿En serio? ¿Después de todo lo que he vivido? Me pregunto que hubiera hecho Leorns. De seguro alguna tontería diplomática —pensó Arcel sin poder moverse mientras veía la hoja de la espada acercarse hacia él. —Ahora que lo pienso. Su esposa se enojará mucho conmigo una vez que se entere.

[Adiós, maestro.]

Dando sus condolencias, August atravesó el cuerpo de Arcel, pero debido a la confianza que tenía, no notó que Arcel se había movido ligeramente a la izquierda; haciendo que su espada atravesara el espacio entre su brazo y su cuerpo.

[¡¿Qué?!] —dijo August al notar su equivocación.

[Ja ja. Aun te ganan los nervios, August.]

Arcel levantó su cuchillo con las todas las fuerzas que le quedaban y moviéndolo horizontalmente, apuntó al cuello de August. Sin embargo, estaba tan débil, que solo pudo hacerle un pequeño corte en la cara.

[Maldi... ción...] —dijo Arcel antes de caer desmayado al piso.

[... ... ...]

August se quedó en silencio mientras observaba el cuerpo de Arcel y tocándose el corte en su rostro, observó la sangre que salía de ella.

[En ese entonces... yo apenas podía acertarte un golpe. Cómo han cambiado las cosas ¿eh?]

Mirando hacia arriba, August notó como la lluvia había parado y cuando vio a su alrededor, observo como todos los miembros de Ground Hell, los cuales habían salido del control de Arcel apenas hace unos minutos, lo miraban completamente furiosos.

[Oh, cierto. Los otros miembros. Me preguntaba dónde estaban.]

[¡Cierra la boca, traidor, perro de Irgald!] —exclamó uno de los miembros humanos. —[Incluso si nos engañó, Arcel sigue siendo nuestro líder. Así que, si quiere una guerra, una guerra es lo que tendrá.]

[[¡SÍ!]]—gritaron, apoyando a su compañero, los demás miembros.

August, clavando su espada en la tierra y apoyándose sobre ella con un brazo, los miró a todos y cada uno de ellos completamente... aburrido.

[Idiotas.] —dijo mientras veía como todos los miembros se abalanzaban hacia él.

Lo siguiente que hubo fue un largo silencio y al igual que Arcel, todos los miembros de Ground Hell quedaron en el suelo.

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Flotando en el río boca arriba y con la elfo oscuro Kiri, encima de él; el joven humano, Kino Mato, que había renacido como un ser del cuál no sabía absolutamente nada, observaba el cielo mientras recordaba cómo había caído de un precipicio por la tontería de salvar a alguien que apenas había conocido hace 1 o dos días.

Soy el más fuerte... ¿verdad? (Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora