Capitulo 22: Monstruo - Parte 2

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Habiendo perdido a su compañero Tune. El líder de Potencial Oculto presiono con fuerza sus cenizas mientras observaba enojado a Kino y a Kiri, los cuales no habían hecho nada en contra del dragón Mirius.

[¡Ustedes! ¡¿Por qué no hicieron nada?! ¡Está bien tener miedo! ¡Pero si trabajábamos juntos, hubiéramos podido evitar esto! ¡¿Qué no son aventureros también?! ¡Son una vergüenza! ¡¿Acaso trabajan con este monstruo o qué?!]

La acusación de Virgo no tenía sentido, pero estaba desesperado, así que ni el mismo sabía que decía.

Era cierto, aún si fueran aventureros de bajo rango o principiantes muy creídos, podrían haber servido de distracción o algo. Sin embargo, ellos se habían unido al Gremio de Aventureros solo para conseguir dinero, tampoco conocían a Potencial Oculto, entonces... ¿había una razón para ayudarlos? Mientras que Kiri pensaba esto para justificarse, a Kino simplemente no se le había pasado por la cabeza. Lo cual era raro considerando cómo ayudo a Kiri antes sin siquiera dudarlo.

[¡Pudimos haber evitado esto! ¿Por qué...? ¡¿Por qué?!]

Sin importar cuanta desesperación mostrara Virgo, Kino no simpatizaba nada con él. ¿Había alguna clase de condición? Sentía que debía ayudarlo, pero no movía ni un dedo. ¿Quizás aún no lo conocía suficiente? Pero de nuevo, ¿Por qué razón si pudo hacerlo por Kiri antes?

[¡Vamos! ¡Respondan! ¡¿Qué es lo que les pas-]

Virgo empezó a caminar hacia ellos, pero mientras más cerca estaba, notó como su cuerpo poco a poco empezaba a temblar.

[¿Qué demonios...?]

No entendía que pasaba, estaba enojado, era cierto, pero este temblor no era por ira, sino por miedo. ¿Pero miedo a qué exactamente?

Cuando volvió a mirar al frente, observo a Kino cuidosamente y al ver su rostro sin esa mascara blanca puesta con la que lo había conocido y con esos ojos carmesí mostrando ignorancia, inconscientemente, su boca dejo salir unas palabras.

[¿Eres un...Riaro...?]

PUM

De pronto, una gigantesca extremidad se puso en medio de los dos, bloqueando la visión de Virgo. Era la pata izquierda del dragón Mirius, que, a duras penas, con la cabeza partida en dos, se había puesto de pie. Y con sus ojos cubiertos en su sangre, observó a Virgo mientras parecía estar sonriendo.

[Esto... aún no... termina... humano.] —dijo Mirius escupiendo algo de sangre. —[Tu mismo... lo dijiste... no deberías distraerte.]

Mirius abrió sus alas en signo de amenaza y Virgo, observándolo con furia por lo que le había hecho a Tune, golpeo sus dos puños, haciendo brillar sus gemas, para seguir enfrentándose a la criatura.

[Rika...] —dijo Virgo en voz baja mientras ella volteaba a verlo, aún con lágrimas en los ojos. —[Ve a buscar a Muria. Lo detendré lo más que pueda.]

Rika estaba muda. El shock de haber visto a Tune morir aún le estaba afectando, sus piernas le temblaban, la opción más lógica era huir y, aun así, Virgo pretendía seguir peleando.

Al observar los puños de Virgo, notó que estaban sangrando, quizás por el arrepentimiento de haberse creído tanto durante la pelea o quizás por la frustración de que al final, depender de Muria siempre sería su única opción.

¿Realmente depender de alguien más era su único camino como aventureros? ¿Nunca crecerían ni lograrían misiones solos? ¿Todo sería con la fuerza de alguien más? Por desgracia, los resultados hasta ahora apuntaban a que sí.

Aceptando su destino, Rika se levantó y fue corriendo hacia la entrada a traer a su fuerza, a su salvadora, a aquella que los había unido en primer lugar; a Muria, la hechicera.

Soy el más fuerte... ¿verdad? (Pausa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora