Soy el más fuerte... ¿verdad? (Pausa)

Capitulo 23: Monstruo - Parte 3

Cabellos plateados, ojos azules como el mar, una capa color negra con estrellas blancas. Ropas holgadas de color negro, varios anillos en sus manos y un báculo común, que poseía una simple bola de cristal en la punta.

Esta era la apariencia de la chica que los miembros de Potencial Oculto habían estado esperando. De la persona que los había reunido para trabajar juntos y de su única razón por la que habían progresado tanto.

Muria, la hechicera.

Luego de que su grupo la abandonara en el Gremio y tener que subir sola todo el empinado camino hasta la Cueva Aulladora, ella estaba molesta; pero al observar cómo la persona, que había elegido como líder de Potencial Oculto, era aplastado por las garras del dragón Mirius; de su boca solo pudo expresar las siguientes palabras.

[¿Pero... qué demonios?]

Exacto. ¿Qué demonios?

Esta expresión despectiva usada para denotar sorpresa fue lo que inmediatamente pasó por su mente. Ella había visto el cuerpo de su líder siendo aplastado y no pudo evitar expresarse así, pero ¿Por qué razón? Cuando esta pregunta pasó por su cabeza, se calmó y mirando a su alrededor, empezó a caminar.

No había razón para seguir pensando en la causa si no conocía los detalles. Así que solo podía avanzar y nada más.

Cualquier humano se paralizaría si viera a morir a alguien de esa forma, sin embargo, ella parecía haber dejado eso de lado, de inmediato. Mirius, Kino y Kiri no podían evitar verla debido a esa actitud, sin tener la más mínima idea de su identidad.

Esa extrema (y algo aterradora) calma que mostraba, era inquietante.

Girando la cabeza a la izquierda, Muria observó el cuerpo sin vida de Rika, el cual estaba suspendido en el aire, atravesado por tres rocas. Al girar a la derecha se encontró con el montón de cenizas en el que se había convertido Tune. Y frente a ella, se encontraban dos individuos que no conocía y un monstruo con sangre en las garras, el cuál parecía protegerlos.

[Ya veo...] —murmuró en silencio.

Kiri y Mirius continuaban siguiéndola con la mirada. Y mientras más se acercaba, más los inquietaba su forma de actuar.

Cuando estuvo frente a ellos, un nuevo futuro capto su interés y levantando el báculo que llevaba, Muria apunto hacia los tres seres, que intentaban entender la razón de su actuar.

[Oye, tú. ¿Qué eres? Es la primera vez que veo una criatura con un mana tan desagradable. ¿Eres alguna clase de mutante?]

Cuando escucho esto, Mirius olvido la inquietante impresión que le había causado al principio y una vena sobresaliendo se pudo observar en su cabeza, la cual seguía sangrando.

Recobro los sentidos. ¿Por qué se había quedado quieto? Sin importar quién fuera, ella era una humana invadiendo su hogar ¿Qué derecho tenía para invadir el territorio de una criatura superior como él?

Quizás era por el golpe de su cabeza, quizás por que odiaba que lo insultaran o quizás porque vencer a Potencial Oculto le había devuelto su confianza como dragón, pero Mirius parecía haber olvidado que no debía subestimar a los humanos.

Observo directamente a Muria a los ojos y dejo ver los colmillos que le quedaban, de forma desafiante.

[Escucha humana, no sé qué haces aquí, pero este es mi territorio. No tomes a la ligera a los drago-]

[Sí, sí. Luego te prestaré atención lagartija gigante.] —lo interrumpió Muria mientras movía su mano izquierda de arriba a abajo. —[Primero necesito una respuesta de esa cosa.]