[¿Qué tal Mirius? ¿Cómo has estado?]
[¿Un Sangria?] —dijo el dragón Mirius sorprendido. —[¿Qué haces aquí? Creí que los tuyos odiaban relacionarse con otras especies.]
[Pero que pensamiento más anticuado. Últimamente los Sangria nos relacionamos mucho más ¿sabes? Aunque, bueno... no es que yo sea el más adecuado para dar tal información. Después de todo, soy un novato.]
Kino quedó sorprendido al ver al ser que tenía frente a él.
¿Dientes afilados? ¿Alas de murciélago? ¿Vestimenta elegante? ¿Una forma de hablar creída y orgullosa? Al ver todo esto, solo una respuesta le llegaba a su ingenua mente.
"Un... ¿Un vampiro?" —pensó emocionado. —"Aunque... Mirius lo llamo Sangria. ¿Ese es su nombre en este mundo? Aunque no le veo mucha diferencia a un vampiro.
También pensé lo mismo cuando vi a Kiri. Tendrán diferentes aspectos, pero se parecen a los seres inventados en la Tierra.
¿Por qué? ¿Acaso en todos los mundos de fantasía siempre existen las mismas razas? Eso sería aburrido sinceramente. "
Mientras Kino se perdía en sus pensamientos, el Sangria se acercó hacia Mirius; lo observó de arriba abajo y notó todas las heridas que le habían hecho Potencial Oculto y Muria.
[Solo mírate... Sin una pata, sin un ojo y con hoyos por todo el cuerpo. Realmente te dejaste apalear ¿eh?]
Mirius, enojado por el comentario, expulsó vapor de su nariz contra el Sangria en un intento de intimidarlo, pero este no se inmuto en los más mínimo.
[Eres valiente al hablarme con tanta libertad, Sangria. Aunque no esté en las mejores condiciones, no tienes derecho a hablarme como tu igual.]
[Ah, cielos...] —suspiró el Sangria. —[No pienso pasar por el mismo patrón. Mejor iré directo al punto.]
El Sangria dio un salto mortal hacia atrás y con una gran precisión, se paró en la cima de la montaña de tesoros que estaba en el centro de la cueva.
[Solo vine a recoger algo del tesoro al igual que cada mes. No te molesta ¿verdad, Mirius?]
Al decir aquellas palabras, la parte negra de los ojos del Sangria se tornaron blanco y le dieron una apariencia más humana.
Mirius sintió como su cabeza le empezaba a doler, pero luego de unos segundos, este dolor fue remplazado por el ardor de sus heridas.
[Yo... no sé de qué hablas, pero...] —Mirius golpeó el suelo con su pata derecha delantera e indignado, exclamó. —[¡ESE TESORO NO TE PERTENECE!]
El aliento de Mirius llegó hasta dónde estaba el Sangria y la fuerza del aire que fue expulsado hizo que este perdiera un poco el equilibrio.
[Wow.] —dijo el Sangria mientras se tambaleaba y caía torpemente sobre el tesoro. —[Cielos, supongo que el efecto era más fuerte antes.]
Cuando Mirius observó cómo las manos del Sangria estaban tocando el tesoro que durante tanto tiempo había protegido, la ira lo invadió y sin importarle sus heridas se dispuso a atacar al Sangria.
[¡QUITA TUS SUCIAS MANOS DE-!]
[Gracius Paradox.] —lo interrumpió el Sangria con un tono serio.
[... ... ...]
Mirius volvió a gritar, pero cuando escucho aquellas palabras, se detuvo de inmediato y abrió los ojos de par en par.
Un sudor frío empezó a recorrer todo su alargado y magullado cuerpo y podía sentir como todo su cuerpo se quedaba inmóvil.
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Soy el más fuerte... ¿verdad? (Pausa)
Fantasy"Si eres el más fuerte entonces... ¿Cómo logré quitarte todo?" Kino Mato solía ser un estudiante normal, hasta que repentinamente fue transportado hacia Grigaria, un mundo de fantasía dividido en 8 Países que se encontraban en aparente paz. Sin emba...