ᴍʏ ᴛᴇᴀʀꜱ ʀɪᴄᴏᴄʜᴇᴛ | ᴋᴏʟ ᴍɪᴋᴀᴇʟꜱᴏɴ

Prologo 🌼

150 años antes aprox.

Cassie:

Miro mi reflejo en el espejo, no soy nada comparado a la chica de hace una semana. Mis ojeras abarcan mi rostro, el brillo de mis ojos se perdió. Mi cabello pelirrojo esta hecho un desastre, sin contar el maquillaje corrido por haber llorado. 

Descubrí que soy una bruja en mi cumpleaños número diecisiete, mi padre hizo una especie de ritual para darme inmortalidad y eterna juventud sin tener que ser un vampiro.

Mi vida se derrumbó en menos de un parpadeo, llevo escondida en esta cabaña una semana, hay personas que quieren canalizar mi poder. Me da igual si se lo quedan porque yo no lo quiero, el problema es que si lo toman me matará.

Escucho un ruido afuera y me alarmo, no se muy bien como usar mis poderes, pero intentaré defenderme hasta el último momento. No voy a morir sin dar pelea.

Escucho un toque desesperado, lo ignoro. Pasan unos segundos hasta que escucho otro, la persona del otro lado llama a la puerta con insistencia.

—¡Necesito ayuda! —es una voz masculina—. ¿Hay alguien?

—¿Quién eres? —pregunto temerosa.

—Suena loco y en tu lugar no abriría, pero necesito entrar —pide, silencio de mi parte—. Soy Stefan, Stefan Salvatore.

Abro la puerta con cuidado, veo a un chico de unos veinte años parado allí. Su cabello es rubio, ojos verdes y mandíbula marcada. Tiene sangre en su ropa, su pecho sube y baja.

—¿Qué eres? —pregunto, frunce el ceño—. No eres humano.

—Vampiro —traga saliva—. Había gente que intento matarnos, llevo escapando días. Al llegar aquí me encuentro con que hay gente que esta cazando brujas en vez de vampiros, mate algunos.

—Pasa —abro la puerta, algo en él me inspira confianza—. No es una gran mansión, pero tiene lo necesario para sobrevivir.

—Eres bruja —asume al ver un grimorio en el sofá—. Te ves joven, debes tener unos veinte.

—Tengo diecisiete —corrijo, me sonríe—. Y descubrí hace poco que soy bruja, más específico cuando comenzaron a cazarnos. Pero también me busca otro que quiere tomar mi poder.

—¿Quién te busca?

—Mikael, el cazador —me encojo de hombros—. Es algo conocido.

—No creo haber oído hablar de él —murmura pensativo—. No me has dicho tu nombre.

—Cassandra Lombardi —le sonrío—. Puedes quedarte el tiempo que necesites, así no me vuelvo loca con mis pensamientos.

—Solo estoy de paso por la ciudad —busca algo de comer en la nevera—. Puedes venir conmigo si no tienes planes.

—No se controlar mis poderes aún, no quiero ser una carga para ti.

—Yo tampoco confiaría en un vampiro —hace una mueca—. Creo que me vendría bien una compañía, y a ti también.

—La confianza se gana, Stefan...

—No te obligaré a ir, es solo una invitación, Cassidy —me sonríe—. ¿O planeas quedarte encerrada aquí de por vida? Puedo ofrecerte protección mientras siga vivo.

—Créeme cuando te digo que toda mi vida me he sentido como una carga —muerdo mi labio inferior—. Fui un accidente, y mis padres me lo recordaban a diario.

—No serías una carga, nos haríamos compañía —me sonríe dulcemente—. Seríamos como mejores amigos.

—Esta bien —susurro—. ¿Dónde iremos?

—Sorpresa —alza sus cejas—. Si alguien pregunta solo di que soy tu hermano mayor.

Nunca me imagine que mi vida volvería a tomar un giro inesperado desde esa noche, solo sé que no me arrepiento ni un segundo de haber conocido a Stefan Salvatore.

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Espero que amen su amistad tanto como yo, porque es hermosa.

Gracias por leer <3