ᴍʏ ᴛᴇᴀʀꜱ ʀɪᴄᴏᴄʜᴇᴛ | ᴋᴏʟ ᴍɪᴋᴀᴇʟꜱᴏɴ

Capítulo 10 🌼

Cassie:

Sin duda el destino me odia. Estoy amarrada en un árbol junto a Damon, el pelinegro se mueve constantemente intentando zafarse sin éxito. Hago una mueca al escuchar como se quema la piel del vampiro por culpa de las sogas con verbena. 

El cazador esta delante de nosotros asando un conejo como si nada estuviera pasando. Maldito lunático. Si no hubiera apagado mis poderes ya estaría muerto hace rato.

—¿Algo te molesta? —le pregunta a Damon.

—¿Me creerías si te digo que los mosquitos?

Ruedo los ojos cansada, Damon ni muriéndose deja su sarcasmo de lado. Solo quiero salir de aquí pronto para intentar buscar una solución a su mordida de licántropo, no puedo verlo morir.

—Sí, te creo. ¿Qué se siente que un depredador esté bebiendo tu sangre?

—Comezón.

—¿En Mystic Falls te creen simpático, Damon? —cuestiona volteando, me señala—. ¿Ella te cree gracioso?

—Sabes de dónde vengo y mi nombre —alega Damon—. ¿Me estás espiando?

—Sí, mucho. A ti, a tu ex novia bruja Cassandra, a Stefan, a Elena, la otra bruja Bonnie —ladea la cabeza desinteresado—. Necesitan que haga el hechizo escrito en la marca de su cazador Jeremy. Un tatuaje igual a este.

—Eres uno de los cinco, que alegría —ruedo los ojos—. Deja de darnos jaqueca con tus tonterías y ve al grano.

—Si quieres saber algo, pregunta —incentiva Damon.

—He matado vampiros toda mi vida. Y esta cosa jamás se me reveló. Hasta hace unos días, se completó sin razón aparente.

—Por favor, hombre —niega Damon—. ¿Te parece que sé algo de tatuajes? Mira mi piel perfecta.

—Intenta quitarlo con agua y jabón, tal vez es falso —lo molesto—. O ve al dermatólogo por una crema.

—¿Te crees muy inteligente? —cuestiona molesto.

—No me creo nada, soy inteligente —digo distraída.

—Y tu tampoco me tomas en serio —señala al pelinegro con un palo—. No te culpo. No me conoces. Voy a presentarme —clava la punta del palo en el cuello del vampiro—. Me llamo Galen Vaughn.

—La única persona a la que le tengo algo de respeto es Lucifer, si no eres él, no eres nadie para mi —suspiro dramática—. Pero buen intento.

—Ahora empiecen a hablar.

—Buena suerte con eso —suelto un bostezo—. No me gusta hablar con desconocidos.

Damon suelta una carcajada logrando que el sujeto se moleste aún más. Nos desata del árbol para que comencemos a caminar, a Damon lo lleva controlado con las cuerda y yo voy libre a su lado ya que no tengo mi magia para defenderme.

—¿Puedes decirnos a dónde vamos? —pregunta Damon luego de un rato.

—El pozo es la entrada a una cripta. En la cripta esta Silas... con Silas está la cura... con la que mataré a Silas. Con ello la misión de la Hermandad de los Cinco termina.

—Voy a interrumpir tu discurso... no me siento bien —me acerco a un arbusto para vomitar—. Tanto que hablas me estás dando nauseas.

—¿Estás bien, Cass? —pregunta el pelinegro preocupado—. Ella es una bruja, no es como yo. Sé humano y dale un poco de agua, debe estar deshidratada.

—Estoy bien, no necesito nada —niego, el cazador me extiende una botella de agua—. Gracias.

—Siguiendo con el tema de matar a Silas —suspira dramáticamente—. Eres mi contrapeso, Damon. Y tú, Cassandra, no deberías estar aquí, te dije que eras libre de irte.