Cassie:
La charla con Kol no sale de mi mente, estuve toda la noche con una sonrisa boba en el rostro. Siento que es el indicado para mí. Recuerdo la mirada amenazante de mi amigo y me dan ganas de reír, siempre está cuidándome de todos.
Escucho el timbre de la casa, grito el nombre de Stefan para vaya a abrir, como no obtengo respuesta debo ir yo. Al abrir la puerta veo una carta con mi nombre en letra cursiva encima de dos cajas, miro hacia todos lados, no hay nadie.
Cierro la puerta y me siento en el suelo para abrirla.
Por favor acompañe a la familia Mikaelson esta noche a las 7 en punto en una celebración con baile y cócteles
Suelto un bufido, la familia original dará una fiesta, genial. Volteo la nota para ver si hay algo más escrito, afortunadamente si hay.
Vi este vestido y pensé de inmediato en ti, espero que puedas venir —K
¿Quién demonios es K? Solo puedo pensar en Kol, pero parte de mi no quiere ilusionarse ya que solo nos reencontramos hace un día.
Abro la caja pequeña, evito rodar los ojos al ver unos pendientes negros junto a una nota de disculpas por parte de Klaus por usar a mi mejor amigo como peón.
El regalo de Klaus opaca todo mi humor ya que me hace recordar los momentos con Stefan destripador sin humanidad. Ni siquiera me molesto en ver el vestido, llevo las cajas a mi habitación y las tiro debajo de la cama, no quiero tener nada que ver con ellos por ahora.
—Admirador secreto, ¿eh? —veo a mi amigo recargado en la puerta—. ¿También recibiste una invitación? —alzo una ceja—. Damon llamó para avisar que Esther Mikaelson quiere conocer a Elena.
—Fantástico —ironizo—. ¿Vas a ir? Digo para ir juntos o que se yo.
—Yo iré, tú te quedas en casa por seguridad —sentencia, lo miro mal—. No sabemos que hará esa bruja loca si te ve, no me trago ese cuento de la familia feliz.
—Ni yo —ruedo los ojos—. Esa señora no quiere lo suficiente a sus hijos como para perdonarlos.
—Por esa razón, Cassidy —coloca un mechón detrás de mi oreja—. Creo que es mejor que no vayas, además Damon estará allí y ya sabes como es.
—Tampoco tenía ganas de salir a comprar un vestido —le sonrío—. Debes comprarme la cena para que no muera de hambre.
—Eso es chantaje.
—Si no, tendré que ir a tomar cócteles a la mansión Mikaelson.
Sale de mi habitación gritando que soy una mala amiga, pero puedo oír su risa. Sin duda extrañaba mucho escuchar una risa genuina de Stefan Salvatore.
Paso las horas viendo películas e intentando no aventarme del techo ya que estoy cada vez más aburrida. No tenia ganas de asistir al baile, pero algo me impulsa a ir, ya es muy tarde para ir de compra por lo que uso el vestido regalado. Es de color azul sin mangas con escote de corazón ajustado al cuerpo, y tiene una abertura en la pierna que empieza casi en la cintura. Me coloco unos tacones que me compro el idiota de Klaus en Chicago y luego los estúpidos aretes.
Me arreglo los guantes azules antes de entrar por la puerta principal de la mansión, al mirar al frente veo a tres pares de ojos mirándome fijamente. Mi postura es recta mientras les devuelvo la mirada. Stefan es el primero en acercarse, Damon y Kol se mantienen al margen.
—Más linda que las estrellas —me sonríe con sinceridad—. Pero dijiste que no vendrías.
—Cambie de opinión, mi solecito —le guiño un ojo—. Siempre quiero bailar contigo.
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ᴍʏ ᴛᴇᴀʀꜱ ʀɪᴄᴏᴄʜᴇᴛ | ᴋᴏʟ ᴍɪᴋᴀᴇʟꜱᴏɴ
FanfictionCassandra suele mudarse seguido para que no descubran su secreto, a pesar de ello vive una vida tranquila. Su paz se ve afectada al enterarse que su mejor amigo de toda la vida esta junto al híbrido original haciendo de las suyas. Decidida a recupe...