Mirada Indecente (+18)

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—Buenas

Sara Elizondo sintió la voz de su esposo detrás de ella, Franco se acercó a la mesa donde Sara y Gaby conversaban junto a Irene sobre la detención de los cómplices de Demetrio Jurado

—Hola Gab -saludó Franco mirando a su hija-

—Hola pa, que bueno que viniste -sonrió la joven-

Sara notó como Franco la miraba, y no pudo evitar ponerse nerviosa, aquel hombre seguía provocando en ella lo mismo que provocaba cuando eran tan solo unos jovencitos.

—¿Te... te quedas a cenar con nosotras? -Preguntó Sara intentando ocultar su nerviosismo-

Alzó la vista, y una sonrisa enorme se formó en su rostro al ver a su marido, se veía espectacular, casi completamente recuperado, recién salido de la barbería.

Luego del caliente encuentro que habían tenido la mañana anterior, a Franco no le había quedado más opción que ir a su barbero de confianza, Sara le había dejado la barba mal cortada, y sabía que si volvía a intentar ayudarle a afeitarse, terminarian nuevamente bajo las sabanas.

No era algo que le molestase, en realidad, luego de haber tenido intimidad por primera vez en años, lo único que Franco deseaba era encerrarse en su cuarto con Sarita en cada oportunidad que tuvieran, pero debió ir a cortarse la barba, pues no sería fácil explicarle a su hija y sus empleados por qué andaba por toda la casa con la barba hecha un desastre.

—Si, si, como no -respondió su marido sin quitarle la mirada de encima-

—¿Le sirvo Don Franco? -preguntó Irene, feliz de poder servirle a su patrón nuevamente-

Franco se volteó ligeramente para mirar a su empleada, y Sara no pudo evitar que su mirada se dirigiera al trasero de su esposo, ella intentaba no mirarlo de aquella manera cuando alguno de sus hijos estaba presente, pero no podía evitarlo.

Su esposo estaba más guapo que nunca, por fin había regresado a su vestimenta habitual, y Sara no podía quitarle los ojos de encima ni un solo momento

—Si, por favor –Irene se retiró y Franco se dirigió a Gaby- Gaby, ¿Después de cenar podemos hablar un momento?

—Si -respondió su hija-

Franco, sin poder dejar de mirar a Sara, dio la vuelta para tomar asiento junto a ella en la mesa, justo al frente de Gaby, Irene le colocó el plato a su patrón enfrente, para proceder a servirle la cena a los tres, y luego de asegurarse de que la pequeña familia no necesitaba más, se retiró a seguir con sus obligaciones.

Ni Sara ni Franco podían apartar la mirada del otro, la tensión sexual entre ellos era más que evidente, Gaby notó algo raro en sus padres, pero decidió no indagar a fondo, ambos se veían felices y eso era lo único que le importaba.

Sara no tenía idea de por qué se sentía de esa manera luego de haber estado en la intimidad nuevamente con él, es decir, llevaba más de veinte años casada con Franco, ¿Por qué se sentía como una jovencita que acababa de tener su primera vez con su primer novio?

Luego de aquella mañana en la que volvieron a ser uno entre las sabanas, no habían podido despegarse, al parecer, todo lo que Franco necesitaba era algo que lo empujara a abrirse a Sarita, para poder sacar al Franco Reyes cariñoso y atento que siempre había sido.

Franco intentaba no reírse ante el evidente nerviosismo de Sarita, quiso jugarle una pequeña broma, pero la posición de sus sillas no le permitió llevar su mano al lugar deseado, sin duda se encargaría de llevarla a ese lugar más tarde.

Sarita y Franco {Imagines|One shots PDG2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora