Franco Reyes se colocó un abrigo, y salió de la casa caminando en dirección a Gaby, quien se encontraba parada en el patio de la casa.
-Mi amor, ¿no crees que es un poco tarde para estar aquí sola? –Preguntó Franco llamando la atención de su hija-
Gaby se dio la vuelta y vio a su papá mirándola con una sonrisa, la menor de los Reyes Elizondo suspiró antes de responder.
-En un rato voy adentro, pa, no te preocupes.
Franco se preocupó al ver la mirada de su niña, tenía los ojos un poco llorosos, y su sonrisa reflejaba tristeza
-¿Qué sucede? Gaby, si te ocurre algo, puedes contármelo
-No pude evitar pensar en Nino esta noche, papá.
Franco suspiró y se acercó más a su hija, él no había conocido a Nino Barcha, pero Sara y Jimena se habían encargado de hablarle sobre él, aunque todavía no había tenido la oportunidad de escuchar a Gaby hablar sobre el
-Quiero que ella me lo cuente, quiero conocerlo a través de sus palabras ¿crees que debería preguntarle? –Preguntó Franco a su esposa mientras ambos se preparaban para ir a dormir-
-Mi amor, es un tema muy delicado para ella, si realmente necesita hablar sobre eso, no dudes que ella misma comenzará a hablarte de el –le aseguró Sarita-
Sara tenía razón, para una niña de su edad, aquella era una herida muy profunda, y lo que menos quería Franco era empeorarlo todo al preguntar, así que solo se aceró a su hija, y la abrazó por los hombros, intentando transmitirle fuerza y seguridad
-Ojala lo hubieses conocido, estoy segura de que se habrían llevado bien –dijo Gaby mirando al suelo- aunque tal vez luego de saber que estaba interesado en mi lo hubieras botado de la casa a escopetazos -agregó con una media sonrisa-
-Seguramente –río suavemente Franco- pero si sus intenciones contigo eran buenas, créeme que lo hubiera aceptado tarde o temprano
-Él hizo cosas indebidas, realmente reprochables, pero no era una mala persona, solo buscaba proteger a su familia.
-Una persona es capaz de hacer lo que sea por la gente que ama, así el resto del mundo crea que es una locura –Dijo recordando lo que él había hecho para mantener a salvo a su familia-
-Nino se equivocó, mucho, pero tenía un corazón gigante, y era capaz de condenarse de por vida con tal de que a Sibila, Gastón y su abuelo no les faltase un plato de comida, yo sé que el solo quería salir de ese mundo, él quería ser feliz, vivir una vida tranquila, al lado de la gente que amaba, pero la vida a veces solo juzga las acciones, y no premia las buenas intenciones.
Gaby comenzó a sollozar, y Franco no dudó ni dos segundos en abrazar a su hija y depositar un suave beso en su frente
-Tranquila –susurró- estoy seguro de que donde sea que esté, te está mirando, agradecido por todo lo que hiciste por él, y lo que sigues haciendo por esos dos niños, lo hiciste feliz y el a ti en el poco tiempo que se conocieron, él se fue feliz, porque te tenia a ti, de eso puedes estar segura, mi amor.
-No creo poder volver a sentir por alguien lo que sentí por el
-Claro que no, lo que sentimos por cada persona es único, Gaby, pero va a llegar a tu vida un nuevo amor, que se sentirá distinto, y tendrá un final distinto también, tu primera experiencia en el amor fue traumática, pero créeme que siempre mejora.
-¿Tu tuviste malas experiencias antes de mamá?
-Claro que sí, y cuando sufrí por otras mujeres, creí que jamás encontraría el amor verdadero, me cerré por completo luego del dolor que me causó ese amor que no estaba destinado a ser mío, pero ahí fue cuando llegó tu mamá, y me demostró que el amor no es solo sufrimiento, el amor es algo bellísimo y con el paso del tiempo lo comprenderás, Gaby.
Sarita sonrió al asomarse al balcón de su habitación, y ver a Franco junto a su hija, tan unidos como siempre había sido. Aun le parecía increíble tener a Franco nuevamente en casa, aun más increíble, le parecía que hubiese vuelto aún más cariñoso de lo que siempre había sido. Su familia le había hecho muchísima falta, y Franco no perdía oportunidad de demostrarles a su esposa e hijos cuanto los amaba. Sara no lograba oír de lo que estaban hablando, pero por la forma en la que Franco abrazaba con fuerza a Gaby, podía imaginar que se trataba de Nino.
-¡Oigan, ustedes dos!- gritó Sara llamando la atención de su esposo y de su hija- Entran ahora mismo o me veré obligada a entrarlos de las orejas, se van a resfriar y no tengo ganas de cuidar a dos niños enfermos –dijo con tono serio-
Franco y Gaby rieron y mirando a Sara, hicieron la venia antes de caminar juntos al interior de la casa mientras se reían de Sarita.
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Sarita y Franco {Imagines|One shots PDG2}
Fanfictionone shots de sara y franco en la linea temporal de pdg2💌 one shots en la linea temporal de pdg1 disponibles en mi perfil✍ advertencia; puede haber variaciones en la teoría de la desaparición de franco, intento tomar la versión oficial de la novela...