Ya no soy tu niña

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-Tienes que calmarte, Franco.

-No puedo, Sara, tengo miedo de como reaccionen.

Franco Reyes se encontraba en casa de Sarita, esperando a que lleguen sus hijos.

Era la primera vez que los vería en años. 

Cuando Sara se entero de que Franco había regresado, no le dijo nada a Gaby o Andrés, quería estar segura de que podrían recomponer su relacion antes de darles la noticia. Ya habían pasado aproximadamente tres semanas desde que Sarita y Franco se habían reencontrado, y Sara estaba segura de que muy pronto volverían a ser la familia feliz que fueron hace algunos años.

-Mi amor, eres su padre, no van a rechazarte

-Si, un padre que no han visto en años porque creen que los he abandonado porque no los quería

Franco cerro los ojos y suspiro, sabia que sus hijos estaban en todo su derecho de rechazarlo, y tenia muchísimo miedo de que así fuese. 

Al menos tenia a Sarita de su parte. Había costado un poco, pero Sara había conseguido entenderlo y perdonarlo. No podría decir que estaban en el punto mas alto de su relacion, pero estaban juntos, enamorados y listos para empezar de nuevo, pero para eso necesitaban a su pequeña familia unida. 

Sara se acerco a Franco y le planto un suave beso en los labios antes de estrecharlo entre sus brazos, el se aferro a ella con fuerza, Sarita podía notar que estaba muerto del miedo de que alguno de sus hijos no lo entendiera.

-Amor- Sarita tomo la cara de franco entre sus manos para obligarlo a mirarle a los ojos, Sara noto que Franco intentaba contener las lagrimas- Andrés y Gaby te adoran, siempre fuiste un excelente padre, cometiste un error, pero aquí estas listo para enmendarlo, si yo pude entenderte, ellos también lo harán, así les tome algún tiempo.

Franco solo volvió a abrazar a Sara con fuerza. A Sarita le había dolido la ausencia de Franco, pero era en momentos como este, cuando lo veía tan frágil a punto de romperse, que se daba cuenta que ambos habían sufrido un infierno.  

De pronto sintieron el auto de Andrés detenerse en la entrada, Sarita seco algunas lagrimas que caían de los ojos de su marido, antes de ir hacia la puerta a recibir a sus hijos

-Buenas mama- saludo su primogénito mientras cerraba la puerta

-Hola mi amor, ¿y tu hermana?

-Se ha quedado con algunos amigos, no debe tardar en regresar

-Bueno, Andrés, no se como hacer mas fácil esta situación, así que creo que es mejor que simplemente lo veas- Sara tomo la mano de su hijo y lo llevo hacia donde se encontraba Franco

-Mamá no entiendo de qu- Andrés se paro en seco al ver a su padre-

-Hijo... - Franco comenzó a llorar mientras se acercaba lentamente hacia el

Andrés se quedo shockeado por un momento al ver a Franco, pero rápidamente se acerco a su padre y ambos se fundieron en un abrazo, aferrándose fuerte el uno al otro, ambos llorando desconsoladamente. Sarita miraba la escena con algunas lagrimas en los ojos, Andrés había sido su soporte en los momentos mas difíciles, y sabia que a el podía costarle aceptar a Franco nuevamente, pero también sabia que su hijo era una persona muy sensible, muy apegado a su familia, y Franco le había hecho muchísima falta.

-Papá... pensé que jamás te volvería a ver- confeso Andrés-

-Créeme que todos estos años yo creí lo mismo, pero aquí estoy y no me voy a separar de ustedes nunca mas, se que probablemente les cueste entender lo que paso, pero quiero que te quede claro que los amo mas que a mi vida, y si me fui no fue por gusto, ni con la intención de hacerles daño

-Mi amor, escucha a tu papá, se que todo lo sucedido con causo mucho daño, pero créeme que vale la pena que lo escuches, ¿si? 

Andrés asintió con una media sonrisa, antes de sentarse junto a su padre y escuchar todo lo que tenia para decir.

Luego de un rato, Andrés había terminado de escuchar todo lo que había padecido Franco, al igual que Sara, a el sabia que no podía perdonarlo completamente de la noche a la mañana, pero su padre estaba allí con ellos, y esta vez para siempre. 

Los tres comenzaron a charlar como siempre, como si nada hubiese pasado, Andrés comentándole a su papá cosas sobre la banda, y sobre su trabajo en el bar Alcalá, aunque a ninguno de sus padres le gustase la idea, lo apoyaban.

Estaban los tres riendo sobre algo que había dicho Andrés, y ninguno escucho la puerta abrirse, solo reaccionaron ante el grito de una joven

-¿¡Que haces tu aquí!?- grito Gaby enfurecida-

-Hija!- grito Franco con lagrimas en los ojos, yendo hacia ella- estas tan grande

-No te me acerques, tu no eres mi padre

-¡Gaby!- la regaño Sara- 

-¡Es verdad! dejaste de ser mi padre en el momento en que cruzaste esa puerta sin ninguna explicación, sin ningún adiós.

-Gaby, mi amor, las cosas no son como tu piensas- intento explicar Franco-

-Hermanita, por favor, escúchalo- Rogo Andrés-

-¡No! ¡Y no se porque ustedes lo aceptan como si nada! ¡No recuerdan todo lo que sufrimos por el abandono de este señor?! Tu, en especial-Señalo a su madre- ¿Tan rápido olvidaste todas las lagrimas que derramaste, mamá?

-Gaby! por favor, no digas cosas de las que te puedas arrepentir después- le advirtió Sarita-

-¡De lo único que me podría arrepentir es de dejar que este señor vuelva a meterse en nuestras vidas! ¿Para que vuelves? ¿eh? ¿tu amante te echo? ¿te arrepentiste? ¿nos extrañas?- Inquirió mirando a Franco con odio- Pues es tarde, sea lo que sea que te hizo regresar, no importa, ya es tarde, ¡Puedes irte por donde viniste!

-Gaby, mi niña, por favor

-Ya no soy tu niña, desde el momento en que te fuiste, deje de ser tu hija, solo tengo a mi madre, que es la que se ha matado para que no nos falte nada, es la que se ha desvelado cuando tenia pesadillas por tu ausencia, la que callo todo su dolor para poder consolarnos a nosotros, la única familia que tengo son mi madre, y mi hermano, que le quede claro, señor Reyes.

Gaby subió rápidamente las escaleras haciendo caso omiso a los llamados de su madre, Andrés corrió tras ella.

Franco se sentó en el sillón, y coloco su cabeza entre sus manos, aquello no podía haber salido peor

-Ya, ya, amor, dale tiempo- Sara se sentó a su lado, Franco se aferro a ella con fuerzas hundiendo su cabeza en su cuello, llorando desconsoladamente- Franco, ella necesita acostumbrarse

-Me odia, me odia y jamás me perdonara, nosotros éramos tan cercanos, y ahora ni siquiera puede llamarme papá

-Justamente por eso es la que mas tiempo necesita, amor.- Franco la miro a los ojos, confundido, Sara solo sonrió y limpio sus lagrimas- Ustedes tenían una relacion muy solida, muy cercana, no es sencillo construir esas relaciones, cuando te fuiste, la rompiste en mil pedazos, y va a tomar un tiempo poder reconstruir aquello, pero con paciencia y comprensión, te aseguro que van a volver a ser los de antes, ¿Si?

Franco simplemente asintió y volvió a hundir su cara en el cuello de Sarita


Sarita y Franco {Imagines|One shots PDG2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora