Franco se encontraba nuevamente dando un paseo por los predios de Juan, después de aquel día en que Sarita casi lo ve, una semana atrás, no había vuelto a salir por miedo a que lo viese, Franco no quería que Sara lo viera hasta que se recuperase, física y mentalmente.
Pero hoy Franco necesitaba salir, ya no aguantaba estar encerrado, ya suficiente había tenido con estarlo durante tres años, como para continuar encerrado ahora que podía ser libre.
Franco cerró los ojos, parado en el medio de la hacienda, sintiendo el ruido de los caballos a lo lejos, el viento acariciándole el rostro, el sol golpeando contra su cara, era un clima ideal.
El menor de los reyes se quedó allí un largo rato, sin moverse, simplemente estaba parado allí, abrazado por la naturaleza a la que tanto había extrañado estando encerrado en ese cuartucho.
-¡Sexto, tranquilo!- escucho un grito a lo lejos-
Sarita nuevamente.
Esta vez, Franco no tenía a donde esconderse, no había ninguna estructura cerca con la cual pudiese ocultarse.
Pero tampoco quería hacerlo, Franco noto que Sara se acercaba, pero se le estaba dificultando controlar a Sexto, ella no lo vio, pero Franco comenzó a acercarse sabiendo lo que iba a suceder.
Eran muy pocas las veces en las que Sara perdía el control de su caballo, siempre era cuando se estresaba, su caballo lo notaba y a veces no cooperaba.
Franco, al ver que Sexto no tenía intenciones de calmarse, se acercó más rápido, intentando llegar antes de que al animal se le ocurriese tirar a Sara.
-¡Ya!, sexto, tranquilo- se escuchaba a Sara decirle a su caballo-
Franco llego justo en el momento en que Sexto tiro a Sarita, cayendo al suelo
-Maldita sea- Dijo Franco tomándola en brazos
Sara estaba con los ojos cerrados, intentando recuperarse del golpe. Franco comenzó a caminar hacia la casa de Sara, quedaba más cerca caminar hacia aquellos lados que volver a casa de Juan
-¿Franco?- Por primera vez en más de tres años, Franco escucho su nombre ser pronunciado nuevamente por el amor de su vida-
El menor de los Reyes se detuvo para mirarla, Sara lo miraba incrédula, seguramente creyendo que estaba soñando.
-Shh, tranquila, ya hablaremos, déjame llevarte a casa- susurró Franco emprendiendo camino nuevamente-
Sara estaba muy adolorida para reaccionar, además, todavía creía que estaba soñando, por lo que volvió a cerrar los ojos y dejo que Franco la cargase.
Al llegar a la casa, se fijó que había un solo auto en la casa, el cual debía de pertenecer a Sara, por lo que se dio cuenta de que sus hijos no estaban.
Perfecto, porque Franco no creía poder enfrentarlos a los tres al mismo tiempo.
Con Sarita en brazos, entró a la casa que habían compartido durante tanto tiempo, y enseguida los recuerdos le invadieron la mente, algunas lágrimas cayeron por su rostro mientras caminaba hacia las escaleras.
Todo seguía igual en la casa, lo único que había cambiado, era que sus cosas ya no estaban, sus fotos, sus adornos favoritos, todo aquello había desaparecido de la escena.
Franco subió a Sarita a su habitación, luego de recostarla en la cama, se tomó un momento para observar aquel cuarto, que había sido testigo de algunos de sus mejores momentos.
El cuarto era lo que más había cambiado, cuando él vivía allí, a pesar de tener una decoración sencilla, estaba lleno de vida, de fotos por doquier, y siempre había alguna que otra prenda de el tirada por los rincones.
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Sarita y Franco {Imagines|One shots PDG2}
Fanficone shots de sara y franco en la linea temporal de pdg2💌 one shots en la linea temporal de pdg1 disponibles en mi perfil✍ advertencia; puede haber variaciones en la teoría de la desaparición de franco, intento tomar la versión oficial de la novela...