Todo vuelve a la normalidad

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Sarita Elizondo se encontraba en la cocina, desayunando de pie al lado de la encimera, hoy tenía varios pendientes en la hacienda, por lo que no podía demorarse

De pronto, Sara sintió dos brazos posarse sobre sus caderas, y a alguien morderle suavemente la oreja, soltó una pequeña risa, sabiendo que se trataba de su esposo

-Buenos días- saludo Sara sin mirarlo mientras dejaba la taza sobre la encimera-

-Buenos días- respondió Franco dándole la vuelta para quedar frente a frente- ¿Se puede saber quién te dio permiso para levantarte de la cama temprano?

Sara río colocando sus brazos alrededor del cuello de su marido, y acercando sus rostros para pegar su frente con la de el

-¿Acaso tengo que pedirte permiso?

-Sí, estaba deseando quedarnos en la cama toda la mañana

-Pero tenemos que trabajar- Le recordó Sara mordiéndose el labio

-Podemos delegarle el trabajo a Gonzalo, vamos a la cama

-No, Franco

Franco tomó a Sarita en sus brazos y la subió encima de la encimera

-¿Sabes? aun no me has dado mi beso de los buenos días, me parece una falta de respeto- Espetó Franco-

Sara río mientras acercaba su boca a la de su marido, besandolo por primera vez en el día.

Cada beso entre ambos se sentía como la primera vez, cada uno era especial a su manera.

Desde las escaleras, Gaby Reyes miraba a sus padres con una sonrisa de oreja a oreja

-¿Qué haces?- preguntó Andrés mientras bajaba la escalera y se detenía a la misma altura que su hermana-

-Sh, no hables fuerte- lo regaño Gaby- Miralos

Gabyn señaló a sus padres, que estaban perdidos en aquel beso

-¿No crees que estás invadiendo su privacidad, Gaby?

-No es mi problema que decidan besarse en medio de la cocina- Soltó- pero me refiero a que veas lo felices que son

Andrés sonrió, sus padres siempre habían sido igual de cariñosos, las muestras de afecto eran algo muy común en ellos

-Pensé que jamás los volvería a ver así, ver a mamá tan feliz después de todo lo que pasó es increíble

-No solo ella, si miras a papá ni siquiera te imaginas por todo lo que tuvo que pasar

Sara y Franco no se percataron de la presencia de sus hijos, pero Sara se separó de Franco al recordar que debía reunirse con su capataz en las caballerizas

-Amor, ya, tengo que ir con Gonzalo

-No te voy a dejar ir hasta que no aceptes volver a la cama

Sara agarró los bordes de la camisa de su marido, y lo atrajo hacia ella, quedando sus bocas nuevamente a milímetros una de la otra

-¿Acaso vas a obligarme?

-Si tengo que hacerlo, no lo dudes

Sara estaba a punto de unir sus labios con los de Franco, pero el ruido del teléfono de Gaby hizo que se diesen cuenta de que no estaban solos

Miraron en dirección del sonido, y vieron que sus hijos los miraban sonriendo

-¿Se puede saber qué hacen ustedes dos allí?

-Nada, simplemente no queríamos interrumpir- rio Gaby-

Franco bajó a Sara de la encimera, y esta tomó a su marido de la mano para comenzar a caminar en dirección a la sala

-La próxima no interrumpan, pero tampoco espien, que están grandecitos para eso- Les dijo Sara mientras ella y Franco caminaban hacia la puerta-

-Y ustedes dos estan grandecitos para hacer espectáculos en la cocina- Les recordó Andrés-

Andrés pasó su brazo por los hombros de su hermana, atrayendola hacia el

-Todo vuelve a la normalidad, ¿no crees?

-Si, y esta vez estoy segura de que nada los va a separar. 

Sarita y Franco {Imagines|One shots PDG2}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora