4 - Ya está hecho -

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- Enserio, dime ¿No te casarías con alguien que requiera lo mismo que tú? - mantenía una alita entre su dedo índice y pulgar, lamía sus labios limpiando el aderezo y esperando mi respuesta.

- Mmm no, no lo creo. Tan solo piénsalo. Que aburrido estar viviendo con una persona que no conozco, estaríamos en desacuerdo siempre. - tome de mi tarro.

- No no, mira. - metió lo que restaba de la alita a su boca y después de estar masticando por segundos volvió hablar mientras limpiaba sus manos con una servilleta. - Creo que no estás entendiendo.

- Entonces explícate Kim.

- Mira, supongamos que... ¡Es que no se como plantearlo! - hizo silencio por unos segundos. -Bueno, imaginemos que un amigo, que claramente no existe, esto es ficticio. Imaginemos que un amigo ocupa casarse también.

Trataba de plantearme la situación mientras se removía en su asiento y hacía malabares con sus manos, mientras yo lo veía confundida.

-   También está en espera de una herencia, que al momento de casarse será completamente suya ya que es hijo único, pero él no quiere compromiso, solo necesita ese jodido papel que diga que está casado. Imagínate, ustedes dos obtendrían lo que desean y así pueden disfrutar y aún más no teniendo vínculo amoroso que te haga tener dolores de cabeza.

Hablo sumamente rápido que cuando termino de hablar dio un profundo respiro y tomo de su tarro.

- Tremenda película que te armaste eh. - empecé a reír. - Pero no, ni así yo creo. Imagínate, si nos llegan a descubrir con alguien más, se va a la mierda todo.

Seguía riendo mientras veía a Jin pero al parecer no le parecía que me estuviera burlando de su tremenda película que acaban de inventar.

Después de esa conversación optamos por dejarla de lado y hablar de infinidad de cosas, me encantaba platicar con él ya que siempre sabía como hacerme olvidar de todos mis problemas, tenía un carisma tan sin igual que no pare de reír en toda la noche.

Al día siguiente opté por ir temprano a un campo de golf, en busca de mi objetivo pero fue todo un fracaso. Tuve la oportunidad en varias ocasiones pero había algo que me hacía sentir mal al tenerlos enfrente de mí. Mientras hablaban, los veía a los ojos pero en mi mente se repetía una y otra vez el "Que carajos haces aquí Hea" me sentía tan ridícula...
Pero en fin, después de conversar con algunos hombres, obtuve tres números de teléfono, los que más me parecieron interesantes, creo que era algo bueno para ser mi primer día.

Llegue a mi departamento a eso de las dos de la tarde, me duché, me puse solo la ropa interior y me tiré en mi cama, revisando las redes sociales de aquellos hombres.

- Narra Min Yoongi -

Estaba harto de esta situación...
Tenía a mis padres en mi hogar, justo a las nueve de la mañana y en domingo, cuando era mi día libre.

- ¡Que esperas Min! - gritó mi madre mientras me perseguía junto con mi padre.

- Es un muy buen partido para ti y para la familia, así que dúchate y arréglate. - esta vez fue la irritante voz de mi padre.

Llegue a la cocina y abrí el refrigerador para sacar un jugo de cartón y darle un profundo trago.

- ¡Por dios Yoongi! Sírvete en un vaso. - mi madre con cara de asco y sorprendida al verme.

- Es mi casa, nadie más beberá de este jugo, relájate.- rodee mis ojos y deje de golpe el jugo en la barra. - Y no, no me voy a presentar con esa familia.

- ¿¡Quieres quedarte en la jodida miseria!?

Estaba por tomar de nuevo jugo pero mi padre de inmediato me lo arrebato, dejándolo de nuevo en la barra.
Esto se iba a salir de control.

- ¿¡Quieres tener un hijo jodidamente infeliz por casarse con una completa loca? - Sostenía mirada con mi padre.

- Es una muy buena mujer, Emma es una niña tan linda, educada...

- Tan enferma y loca, no se te olvide. - le quite la palabra a mi madre.

Guardamos silencio por unos cortos segundos hasta que el suspiro profundo de mi padre lo corto.

- No hay opción, te comprometerás con ella. - hablo mi padre con tranquilidad.

- No. - sonreí de lado, viéndolo fijamente a los ojos.

- Min...

- Min esto Min el otro ¡Ya carajo! Me tienen harto, jodidamente harto de que estén controlando mi vida a como les plazca. - Me hervía la sangre y mis padres me veían asustados. - No me voy a casar con Emma.

De inmediato se me vino a la mente las palabras de Jin, sobre el matrimonio falso y por el rostro de mi padre sabía que me obligaría y muy por las malas.

- Entonces no me queda de otra que echarte de la empresa. - Hablo firme y acomodando su saco.

- ¡No! - suspiré. - No me quiero casar con ella por que...

Sus miradas fueron más intimidantes y ya era tarde, tendría que hacerlo.
Ni loco me casaría con Emma, con la cual no sentía ni la más mínima atracción, aparte que ya había mantenido una relación con un amigo y su reputación de loca era impresionante.

- No le veo manera del porque no quieras contraer matrimonio con ella. O solamente que ya estes con alguien... ¿Es eso hijo? - mi madre se acercó unos pasos hacia mí.

- Si, estoy saliendo con alguien desde hace meses. - Hable sumamente nervioso.

- ¡Es un milagro mi niño! - mi madre se acercó a mí y con sus manos en mi rostro llevo mi frente a sus labios.

- Tenias que haberlo dicho desde hace tiempo Min. - mi padre hablo más tranquilo.

- No, primero quería confiarme de que la relación daría para más. - trague saliva en seco.

Ya estaba hecho... la mentira podría costarme mi futuro...

- ¡Excelente! - mi madre hablo y dio media vuelta para ver a mi padre. - ¡Cariño, cancela la cena! -volteo a verme de nuevo. - Hijo, queremos conocerla. Invítala a cenar el día de hoy.

Puse mis ojos como platos y me quedé en shock.

- Aprovechando que ya están los preparativos de la cena, háblale y dile que la esperamos en casa. - hablo mi padre mientras revisaba sus contactos en el celular.

No sabía que carajos hacer mucho menos que decir. ¡Como carajos encontraría a alguien para esta noche!

- No creo que pueda. - tenía que zafarme de esto.

Voltearon a verme de inmediato.

- Háblale y hazle mención, no hables por ella hijo.- dijo mi madre.

- No, es que en realidad no puede. De echo hoy no tenía contemplado verla. - sonreí un poco desanimado, fingiendo que me dolía. - Tenía una noche de chicas, creo que una de sus amigas cumplía años.

Asentí tratando de que me creyeran mis palabras. ¡Joder, ni yo me las creía!

- Es una lástima... - agachó la mirada mi madre.

- Si verdad, que lastima. Siento que la extraño.

¡Que carajos Min Yoongi! Como no opté por dedicarme a ser actor.

- Entonces ve comentándole que este sábado los esperamos en casa. - Mi padre dejó su celular y me vio a los ojos.

- ¡Si, el sábado es excelente! - mi madre muy emocionada e ilusionada.

Guarde silencio por algunos segundos pensando en que carajos responder pero a decir verdad, tenía bastantes días para arreglármelas con la mujer que optaría hacerla mi esposa.

- Si, yo le comento y ya les informo.

Después de esta jodida mierda en la que solito me había metido mis padres optaron por irse y yo de inmediato me fui pero a mi habitación para hablar con SeokJin por teléfono...







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- Sabor a mí -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora