6 - Hijo de puta -

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No se en que estaba pensando cuando decidí acceder a llevar su jodido traje a la tintorería, pues él también fue de lo peor esa noche, lo justo era negarme, pero no, aquí iba como idiota rumbo a su trabajo...
Iba en taxi a eso de las 10:15 justo como él había dicho. Esto ya me estaba costando la llamada de atención más grande de la semana, pues tenía bastante trabajo y el Sr. Song ya me había gritado infinidad de cosas por llamada.

Al rededor de 20 minutos llegue a una empresa, era linda, pero no tenia tiempo de fijarme en más, pagué el taxi, baje y caminé a paso veloz hacía la entrada.
Al entrar en la primera recepción me dirigí con una mujer, dándole aviso que venía con él Sr. Min. Y mi sorpresa fue...

- Oh ¿Usted es la Srta. Hea? - preguntó sonriente.

Bueno, al menos tuvo la decencia de avisar que vendría y no estar batallando.

- Si, soy yo. - dije.

- Bien, no se si ya salió de junta pero si gusta esperarlo en su oficina. Último piso y es en la última oficina, ahí estará su secretaria.

Agradecí y seguí sus instrucciones.
Al llegar al último piso y abrirse el elevador, sentí la mirada de la mayoría de los trabajadores, me sentía intimidada y más cuando se acercaban a susurrarse, siendo tan notorios.
Decidí ignorar, era lo mejor, levante mi rostro y caminé segura, hasta llegar con la que al parecer era su secretaria.

- Hola, buenos días. Vengo a ver al Sr. Min.

- Bahank Hea ¿Verdad?

Me veía con una actitud nefasta y de pies a cabeza, como si estuviera oliendo mierda.

- Si.

Decidí contestar indiferente ante su reacción.

- Aún no sale de junta, espere por allá.

Solté una pequeña risa de molestia.

- Gracias.

Bufé y lleve mi mirada hacia otra dirección sin moverme del lugar hasta que sentí la mirada de la incompetente.

- Puedes esperas retirada de aquí, solo digo.

Voltee a verla y al momento que lo hice desvió su mirada, rodeando ojos.

- Si, ya lo sé, pero lo quiero esperar aquí.

Seguía viéndola hasta que escuché una voz tan irritante.

- Podías haberla pasado a mi oficina Lucia.

Llego Min, con unos portafolios sujetados por su antebrazo pegados a la cintura.
Al instante se puso de pie la mujer y frotaba sus manos sobre su falda, como si quisiera verse presentable. Era obvio que la traía vuelta loca.

- Pasa Hea. - hablo Min.

Se acercó a su puerta y la abrió para así esperar a que pasara primero.
Mientras, no podía dejar de ver el rostro de la tal Lucia, se estaba retorciendo por dentro.
Solté una sonrisa sarcástica y caminé hacía la puerta, antes de llegar y quedar a la par de ella, solté....

- Te ves tan idiota. - susurré.

Di una mirada fugaz y de inmediato la corte para así entrar a la oficina de Min.
Al instante este hombre cerró la puerta y se dirigió a su escritorio, dejando los portafolios para así dejarse caer en su silla, como si no estuviera.

- Sabor a mí -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora