26 - Idiota -

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Esto era muy confuso....

- Lunes -

- ¿A qué hora saldrás del trabajo? - dije mientras le extendía su taza de café.

- No lo sé, creo que llegaré muy tarde. - respondió y puso su saco.

- Esta bien, te esperare despierta. - sonreí y me acerqué aún más a él.

- No te preocupes, duerme temprano. - tomó las llaves de su coche y camino rumbo a la puerta principal.

Me dejo con su café en la mano, viendo como se iba por completo...

- Martes -

- ¡Hola! ¿Como te fue? - pregunté al ver que pasaba esa gran puerta.

- Bien Bahank. - no dijo más.

Baje mi mirada a su plato, el cual lo llevaba en mis manos. Lo había esperado para cenar...

- Mira. - extendí mis brazos para que observara la cena que había preparado.

- Hea. - suspiró. - No me apetece cenar tan tarde, gracias.

Retrocedí mis brazos y con la mirada en el plato, viendo si tenía algo de malo, él siempre cenaba, no importaba la hora, incluso, eran tan solo las 9:50 de la noche.

- Miércoles -

- Ten, tu café de cada mañ...

- Pasaré por uno de camino a mi oficina, gracias. - tomó sus llaves y salió a paso veloz de casa.

Era inútil... algo pasaba, no era estúpida.
Sentía una presión horrible en mi pecho cada que me hablaba de esa manera, como si nada le importara cuando hace días era todo lo contrario, siempre había tiempo para estar juntos y ahora pareciera que me estaba evitando a como diera lugar...

- Jueves -

- Buenos días. - dijo mientras dejaba su taza de café en la barra y acomodaba su corbata.

Solo emití un sonido con mi garganta.
Me levante más tarde y por lo visto ahora si quería café, pero hecho por él.
Traté de evitarlo para ver si tenía el interés de acercarse más a mí, pero...

- Adiós. - dio un último trago y se fue como cada mañana...

- Viernes -

Estaba completamente desanimada y el clima no ayudaba mucho, estaba nublado...
Tan solo eran las 2 de la tarde y no dejaba de pensar en el comportamiento tan radical que tenia Min conmigo, jamás pensé decirlo ni aceptarlo pero me lastimaba... aunque no me dijera cosas horribles, me lastimaba cada que me rechazaba, cada que llegaba a casa y de su boca no salía ni una sola puta palabra, que cada mañana hiciera un enorme esfuerzo por dirigirme la palabra y hasta llegar a verme a los ojos, no era capaz de mantener contacto visual conmigo.

Estaba en la ventana de mi habitación, sentada en una tipo banca que tenía ahí mismo la ventana, mientras abrazaba mis piernas y veía hacia el exterior. Sin contemplar ni ser capaz de contenerme... mis lágrimas empezaron a brotar.

- Es estúpido Hea, deja de pensar en esto. - seque mis lágrimas y me puse de pie.

De inmediato me dirigí a mi armario y tome una maleta de mano para empacar rápidamente un par de cosas.

......

No me importo y tomé un coche de Min, me dirigía hacia una playa, quería sentirme libre y relajada...

Estuve en carretera por algunos minutos hasta que llegue a mi destino. Estaba completamente solo, pues por lo visto era la única desquiciada que se le había ocurrido venir al mar en un día tan nublado y frío.

- Sabor a mí -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora