25 - Confieso -

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- ¿¡Qué mierdas le dijiste a Hea sobre mí, maldito traidor!? - llegue al bar de Jin y directamente fui a él.

No me importo la gente mucho menos el lugar tan inapropiado para agarrarmelo a golpes.

Tomé de la camisa a Jin y lo pegue a mi cuerpo para que me viera a los ojos.

- ¡Tranquilo! - respondió y trataba de quitar mis manos.

- Responde mi puta pregunta. - volví a dar un fuerte jalón a su camisa.

La cara de Jin era de completo shock y la mía de completo odio.
Unos hombres de inmediato se acercaron a nosotros para separarnos, aún teniéndonos de frente, sujetados por desconocidos.

- Le dije la verdad, simplemente eso.- respondió enojado.

- ¿¡Y cuál es la puta verdad!? - grite tratando de quitarme del agarre de aquellos hombres.

- Que solo estas jugando con ella. - me contestó con la misma molestia.

- ¿Y quien mierda dice que es así?

- Tu me lo dijiste Min, tú me dijiste que lo harías ¿O no lo recuerdas? - me veía con un odio inmenso.

- Tranquilícense por favor...

- Tu cierra el puto hocico y suéltame. - interrumpí a un hombre que me sujetaba. - Sal de aquí SeokJin. - le di la orden.

Quería agarrarlo a golpes...

- No obedeceré tus órdenes. - respondió de inmediato.

- Bien. - suspiré y con todas mis fuerzas me zafé del agarre. - ¿Sabes algo? ¿Sabes cuál es la puta verdad?

SeokJin cambio su mirada, la relajó por completo.

- Ahora por tu puta culpa no podré seguir saliendo con ella, por tu puta culpa no podré aclarar esto que siento cada vez que la veo a los ojos y por tu puta culpa estoy a nada de perderla. - empecé a respirar agitado, sintiendo un nudo horrible en mi garganta.- Esa es la verdad que hubiera preferido que le contaras...

- Yoongi...

- Vete a la mierda SeokJin. - interrumpí sus palabras.

Di media vuelta y me fui por completo de aquel lugar.

.......

Al llegar a casa vi a Hea comiendo sola en el comedor. En cuanto cerré la puerta dejó de masticar y se puso de pie, tomando su plato.

- Hea, no te vayas, come tranquila. - dije de inmediato.

Bajo su mirada y lentamente se volvió a sentar, dejando su plato en la mesa y así volver a darle una mordida a su sándwich.

Me quedé a medio recibidor, viéndola, viendo como comía con tanta timidez por estar en casa.
Deseaba que este día hubiera sido como los días anteriores o aún más agradable por el detalle pero fue todo lo contrario y no podía frenar las inmensas ganas de tan siquiera acercarme a ella.
Opté por caminar hacia el comedero y al estar ahí deje mis llaves en la mesa para ponerme de su lado derecho y flexionar mis rodillas para quedar de puras puntillas, viéndola desde abajo.

- No puedo Hea, por favor dime que me crees y que todo seguirá como hace unos días atrás. - incliné mi cabeza hacia abajo para besar su muslo.

- Quedamos en que dejaríamos esta conversación. - hablo sería.

- No puedo, entiéndeme. - apoyé una mano en la orilla de la mesa para ponerme de rodillas en el suelo. - Por favor cree en mi palabra.

Agache mi mirada y recargue mi frente en su pierna.

- Sabor a mí -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora