Capítulo 25

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El Viernes desde la mañana temprano no vi a Peter, el resto de la semana había estado en su propio mundo, me costaba mucho creer que que las cosas no iban a cambiar.
Antes de ir a trabajar tuve mi consulta médica, fui sola y sentí miedo, pero la señora que estaba siguiendo mi embarazo trató de que yo mantuviera la calma.
-Es un varón, un varoncito, está sano, pero vos estás adelgazando, eso no es bueno Mariana, tendrías que ganar peso no perder-me miró a los ojos y los míos se aguaron-¡no llores! Solo te estoy contando lo que está pasando, no te pierdas las consultas con tu nutricionista, seguro te da suplementos.. ¿Hay algo que te está inquietando y que crees que está influyendo en tu peso?
Y a mi mente se me vino Peter diciéndome que tengo depresión.
-Solo cosas de la vida, estoy muy nerviosa, emocional...
-Y los embarazos estresan también-la profesional suspiró- podes ir a terapia, va a hacerte bien, es un espacio en el que vas a poder hablar de lo que sea con una persona que no piensa juzgarte, que tiene recursos para ayudarte, y para traerte calma
No suena tan mal, pero nunca hice terapia, habiendo perdido tantos embarazos nunca fui a terapia, siempre me rehusé a ir, creí que lo ideal era atravesar mi propio infierno sola.
-No lo sé, voy a pensarlo, y quiero cuidarlo.. Quiero.. ¿Podes darme una rutina para ganar peso? Pienso ir al nutricionista, pero quiero empezar a cuidarme más
La señora asintió y me anotó varias recomendaciones en un papel, me dio charlas.
Al salir del consultorio fui al baño y vomité, sí, los nervios estaban afectándome, me cepillé los dientes y preocupada busqué una cafetería para comer algo, no tenía hambre, estaba asqueada, pero necesitaba hacerlo.
Mastiqué media tostada y tomé algo de té, mi compañera de trabajo Emilia me llamó al celular.
-¿Estas viniendo Lali? Las clases ya arrancaron
-Tenía cita para ver a mi bebito-le conté- y bueno... No me siento muy bien
-¿Anímicamente o físicamente?
-Las dos cosas-solté un suspiro-me parece que lo mejor es que vuelva a mi departamento y me preserve
-Me alegro de que estes pensando en tu bienestar, en cualquier otro momento hubieses venido igual
-Quiero hacer las cosas bien, quiero estar bien
-Vas a estar bien Lali
-Gracias, yo.. Mejor me voy a mi departamento, nos vemos el Lunes
-Dale, cuidate La, ¡te quiero!
-Te quiero-repetí y dejé de escucharla, bloqueé la pantalla de mi celular.
Orgullosa comp soy no le hablé a Peter, no le conté nada de la consulta, nada de nada, seguro tenía sus motivos para no dar señales de vida.
-¡Ya tengo el papel firmado! ¡Soy un hombre soltero!-fueron sus primeras palabras cuando entré al departamento, me sonrió y me mostró los documentos, ¡era real!-llegué a un acuerdo económico con Roxane y también me dio datos... Los datos que me prometió
Todo mi mundo se pausó al escuchar eso, su ahora ex esposa le dio el dato de donde estaba su hija, supuesta hija.
-¿Qué vas a hacer?
-Nó lo sé.., Yo.. Tengo miedo, supongo que es normal que me asuste lo desconocido, ¿no?-me miró a los ojos y asentí- a todo esto... ¿Qué haces acá? Es tu horario laboral
-Estoy revuelta del estómago, así que decidí descansar
-Haces bien-se hizo un silencio-¿necesitas que te lleva a hacerte ver?
Lo último que necesita Peter es lidiar con mis problemas.
-Ya fui y todo esta bien-una verdad a medias.
-¿Seguro?-elevó sus cejas.
-Seguro-respondí incómoda.
-¿Vamos a cenar para celebrar? Más tarde.. Si te sentís bien eh
-Bueno, si me siento bien-esbocé una pequeña sonrisa, aunque me sentía ida, no estaba pudiendo conectarme con el presente.
-Espero que estes bien-besó reiteradas veces mi frente y ahí sí sonreír ampliamente, fue una sonrisa genuina, real.

Peter se encargó de hacerme sentir especial, terminamos comiendo helado en la heladería, después fuimos al cine, no sé como aguanté hacer todas esas cosas, me metí en la cama dispuesta a dormirme y el velador se encendió.
-Decidí mañana ver a mi hija...-soltó de la nada- necesito sacarme la duda de si es o...-suspiró, me miró nervioso- no puedo creer que haya decidido darla en adopción sola, Roxane no me consulto, no me contó...
Y seguía hablando de su ex, se divorció, firmó los papeles pero su fantasma siempre va a convivir entre nosotros, y si no es ella va a ser la hija que seguramente en suya.
Una nueva ola de angustia me invadió y me sentí como una idiota, estaba harta de llorar, harta de necesitar que me dejen en claro que sí valía, que sí me querían, que no iban a desaparecer, que aunque no sea la única voy a seguir siendo especial.
-Es un asunto tuyo... Muy personal, hace lo que sientas Peter-no tenía cómo ayudarlo, tal vez soné demasiado seca, pero es verdad que no sé que hacer, no puedo con mi vida, ¿y pienso arreglar la suya?
-Pero quiero tu opinión, que si queres te involucres, no quiero dejarte fuera y..
-¡Es que voy a quedar fuera! Lo quiera no... Se trata de un asunto tuyo Peter, yo no tengo nada que hacer ver en eso
Sí, soy una idiota, no dejo de cagar todo.
-Mariana-Peter me habló serio- ya no sé que más hacer para que te entre en la cabeza que si decido compartirte todo esto e incluirte es porque quiero que formes parte de mi mundo-suspiró- yo... No sé que más hacer
Y volvieron mis lágrimas.
-Soy una estúpida-me traté de controlar para no llorar- pero no lo puedo evitar Peter, no estoy pudiendo...-la voz se me quebró- creer.. y.. sé que es un asunto mío, que no se trata de vos , por eso lo mejor es que nosotros no..
Tapó mi boca con su mano y lo miré desconcertada.
-Si acompañarme en este paso es algo muy pesado para vos lo pienso hacer solo, pero sí manteniéndote al tanto La, si vos me permitís seguir estando junto a vos quiero que formes parte...
-Es que no sé si estoy lista para eso, para todo lo que está pasándote, pasándonos..
"Vomitar no" me repetí treinta veces.
-Mi amor-Peter me habló con una dulzura que me aflojó las piernas- no soy el villano, yo no.. No elegí todo ese bardo, pero sí te elijo, Lali te elijo... Y no sé como hacer que te des cuenta de que..
-Soy muy estúpida, no puedo... Estoy mareada y..-no sabía cómo poder expresarme-lo mejor es que vaya a terapia-decidí al último momento- bueno, buenas noches
Apagué la luz del velador, Peter no apagó la suya, le pedí que lo hiciera y me hizo caso.
Se me revolvió otra vez el estómago y cerré fuertemente mis ojos, nada iba a pasarme, tenía que estar tranquila.

Sola, me quedé sola en la habitación, me levanté y fui al baño, todavía se sentía la humedad en el aire, también el perfume de Peter.
Sola, en mi departamento, lejos de mi no sé que, que seguro está en la suya.
Comencé a tener conversaciones internas, planteos seguramente absurdos, estaba en mi propia fantasía cuando Peter volvió.
-Hola-besó mi mejilla-¿pudiste dormir bien al final?
-Ajam
-Eso es un no, no me mientas La-me regañó, y eso fue suficiente para que yo saltara.
-¡No me hables fuerte!
No... No derrumbarme de nuevo.
Antes de que eso pasara Peter me rodeó con sus brazos.
-Ey...-me habló al oído-respirá conmigo-me ayudó a hacer ejercicios de respiración, poco a poco volví en "eje", agotada me apoyé en su pecho- ¿mejor?
-Mejor-repetí y asentí con la cabeza.
-Creo que necesitas terapia, y no lo digo como algo malo, yo también lo necesito-acarició mi pelo.
Me cayó mal el que fuera él que me lo dijera, ¿tan loca estaba?
-No estas sola La, los dos necesitamos hacer terapia por separado, y juntos.. Creo que es algo bueno, sano, vamos a entendernos mejor, e ir soltando ciertos miedos
Estaba siendo tan paciente conmigo, se me formó un puchero e hizo lo imposible para que no llore, me besó en los labios.
-¿Crees que todo va a solucionarse si hacemos terapia?
-Todo todo no, pero vamos a estar mejor, los dos.. y en el futuro va a ser bueno para los tres-me señaló la panza y después de mucho sonreí- o los cuatro...
Y otra vez me puse en estado de alerta, la supuesta hija de Peter que seguramente se sumaría en su vida, por lo tanto en la mía.
-Sí-hice un esfuerzo para no sonar cortante-voy a ver que pedir de delivery-cambié de tema.

Estúpido e ingenuo corazón cálidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora