Capítulo 26

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Otra vez me comí las uñas, me quedaron cortas y al ras, el nerviosismo logró dominarme, Peter se fue a encontrar por primera vez con su hija, la había adoptado una familia de la cual él no tenía idea de nada, esa familia se quedó en shock cuando se enteró del caso.
Miré mi teléfono celular veinte veces seguidas y me agarraron nauseas, vomité en el baño, me cepille los dientes, me bañé y me preparé para ir a la dirección que me había dado, no aguanté más la incertidumbre.
Me subí al colectivo e hice combinación de líneas hasta llegar a la puerta de la casa, toqué el timbre e inmediatamente me arrepentí, estaba comportándome como una persona tóxicaz
Una mujer abrió la puerta y se me quedó mirando desconcertada.
-Soy la... Mujer de Peter Lanzani-mentí-estoy buscándolo
-No nos contó que tenía esposa, ¿sos otra no? No la de antes..
Su comentario me cayó para el culo.
Asentí con la cabeza nada conforme.
-Pasá-me lo permitió y agradecí.
Vi a Peter cargando en sus brazos a una bebé hermosa, tenía las mejillas gorditas y era alegre.
-Tiene un año La-Peter me miró y se le formó una sonrisa.
¿Cómo podía sentirme al respecto?
-¿Qué piensan hacer?-miré al que supe que era el papá adoptivo.
-Antes que nada yo me llamo Renato y ella es Paulina, y estuvimos hablando con Juan Pedro, va a hacerse un test de ADN, creo que no hay muchas dudas de que tiene su genética-Renato dejó de hablar, tomó aire y soltó un suspiro, seguro era duro enterarse de algo así- no sabíamos que ella no fue dada en adopción por ambos padres biológicos..
-Acordamos en que sea cual sea el resultado ella se queda con nosotros-Paulina se precipitó a hacer esa aclaración- va a poder verla y todo eso, pero nosotros somos los papás de Cata
-¿Y Peter que vendría a ser?-los miré con seriedad.
-Una persona importante, solo eso..-Paulina asintió con la cabeza.
Sentí que eso era injusto, pero lo ideal sería no empezar a discutir, no quería que Peter después tuviese más problemas.
Vi por última vez como Peter le habló a la bebé que lo observaba con esos ojos verdes y me fui, decidí irme antes.
-Es su hija-abracé a mi amiga Candela, le pedí si podía ir a su departamento, le di un abrazo fuerte empezando a llorar- no sé... No sé como afrontar esto
-No es algo que vos tenes que afrontar, es algo que Peter tiene que afrontar, en tal caso vos lo acompañarías-mi amiga elevó sus cejas, trató de traerme cierta calma.
-Pasa que hoy por hoy... Siento que sus problemas son mis problemas, él es el papá de mi bebé, y si él es papá de esa nena.. Todo cambiaría, muchas cosas cambiarían, ¿que sería mi bebé y su bebé? ¡Todo me da un dolor de cabeza horrible!
Lloriquee cansada y la respiración se me aceleró, Candela me preparó un té y me hizo tostadas con dulce de membrillo para que coma.
-Tomate las cosas con calma La, paso a paso-soltó un suspiro y me abrazó.

Al llegar a mi departamento Peter estaba esperándome.
-¿Donde estuviste La? Te llamé varias veces pero me atendía la contestadora
-Lo tenía apagado, necesitaba un poco de desconexión, paz mental...-hice una pausa- lo mejor es que tenga más tiempo para mi, para estar sola, yo... Siento que todo esto, todas las situaciones están superándome, voy a colapsar, y no quiero eso, no quiero ponerle nerviosa, quiero cuidar a mi bebé
-Nuestro bebé-Peter me corrigió.
-Ajam, a lo que voy es que... Pienso hacerme a un lado Peter, es lo mejor, lo último que necesitas es también tener que lidiar conmigo
-¿Te estás escuchando?-elevó sus cejas, me miró desconcertado-no sos un problema para mi, yo también quiero cuidarte, no me parece bien que nos distanciemos, sobretodo en este momento, me necesitas..
-¿Te necesito o vos me necesitas a mi?-contraataqué.
La realidad era que seguramente ambos nos necesitábamos.
-¿Pensas dejarme solo?
-Pienso... Necesito pensar en mi, sonara egoísta, pero siento que no puedo con todo Peter, no puedo... Y no quiero perderlo, no quiero perder a mi bebé
-Nuestro bebé-suspiró- y no vamos a perderlo... No vas a perderlo La, no pienso permitir que te alejes de mi
-Es mi decisión Peter-intenté mostrarme firme.
-¿Porqué jodes todo? Ahora sí estas complicando las cosas..
-¡Eso quería escuchar! ¡Lo dijiste! ¡Soy un problema!-se me escaparon más lágrimas- ¡¿podes irte Peter?!
Negó con la cabeza.
-Estas equivocándote Lali... No estas siendo coherente, no quise decir lo que dije, vos no estas entendiéndome
-¡Ninguno está entendiendo al otro! ¡Necesito aire Juan Pedro! ¡Aire!
Estaba a unos segundos de entrar en un ataque de pánico, pero no quería que eso pasara, no quería volver a transformarme en un problema, uno aún más grande.
Peter dio media vuelta y se fue, su mirada era triste.
Al quedarme sola me puse a llorar, el aire se me fue yendo poco a poco, y fue horrible, me ahogué, mi ritmo cardíaco estaba a mil.
-¡Euge!-llamé a mi amiga- ¡¿podes venir?!
El pánico me hizo pensar el que me podía morir, y de orgullosa no me había comunicado con la persona que seguramente me hubiese podido contener a la perfección.
Eugenia se asustó mucho, me llevó a la guardia, antes pasé por el baño y vi sangre, otra vez quise llorar, pero al mismo tiempo estaba tan paralizada que no podía hacerlo.
-Solo fue una pérdida Mariana, tu bebé está bien, pero tenes que cuidarte mucho, no estresarte-la médica me miró fijamente.
Asentí y suspiré.
Salí del consultorio y Eugenia me abrazó.
-No vas a perderlo La, se en lo que estas pensando, no va a pasar nada-dejó un besito en mi frente.

Dos semanas pasaron y poco supe de Peter, los primeros días me escribió, pero después dejó de hacerlo a pedido mío.
Empecé terapia, hablé mucho, también lloré y me sentí "comprendida", era aliviador saber que no era la única persona a la que le pasaba todo esto.
Comer bien fue otra cosa en la cual puse toda mi buena energía, fui ganando peso, eso me hizo más feliz.
-Hola...-Peter entró al living de mi departamento y tenía en sus manos una caja- traje torta de manzana, tu favorita-esbozó una pequeña sonrisa, una tímida, era obvio que tenía miedo de mi reacción-¿podemos hablar La?
Asentí, quería ser comprensiva, estaba trabajando mucho en eso.
-Hola-lo saludé y él besó mi mejilla.
Buscó dos cucharas y abrió la cajita de cartón, comí un poco.
-Es real... Yo soy el padre biológico, pero NADA, nada va a cambiar La...-tomó aire, se quedó pensativo, estaba viendo como abordar el tema- tengo espacio en mi vida para todos, para Cata, para vos... Para nuestro hijo...-hizo una pausa- nadie va a ocupar el lugar del otro, todos tienen su propio lugar... Traté de "meterme" en tus pensamientos y seguro todo es difícil, soportaste mi divorcio, mis discusiones, y ahora... Lo de Cata, y a todo esto estando embarazada... y sensible, y llena de tus propios miedos.. No soy vos, pero quiero entenderte, entendernos, estar juntos La, quiero que me permitas eso, y sí, te necesito, y te conozco tanto que sé que vos también me necesitas-me hizo una caricia delicada en la cara- perdón por haberte hablado mal, bueno, si lo hice no fue mi intensión, no quería molestarte, solo me pasa que no sé que hacer, que no hacer
-Y te volví loco nada más...-me agarró más angustia.
-No en el mal sentido La, sí, me volves loco, ¡pero de amor boba!-sus ojitos también se volvieron cristalinos-¿me das una oportunidad? Prometo hacer todo lo posible para hacerte sentir bien y...
Lo besé, sostuve su cara entre sus manos, me aparté un poquito.
-Yo me porté horrible, me volví loca y..
Me devolvió el beso de una manera apasionada.
-¿Nos das una gota de fe?-me lo suplicó con su mirada.
Iba a costarme mucho no hacerme la cabeza por absolutamente todo, pero quería apostar, creer, creer en nosotros.

Estúpido e ingenuo corazón cálidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora