Estúpido e ingenuo corazón cálido

Capítulo 13

Lunes, desperté y me di cuenta de que otra vez tenía el pelo hecha una maraña, Peter estaba durmiendo a mi lado y me quedé observándolo, mordí mis labios, la ternura que me generaba verlo tan tranquilo, tan en paz, acaricié sus pestañas largas y abrió lentamente sus ojos, me sonrió.
-Hola La
-Buen día Juanpe-besé su frente y suspiré, me aparté de él y me envolví en la colcha para salir de la cama.
-Sos una ridícula La la land-Peter se me rió en la cara- ya te vi..-hizo una pausa para hacerse el "misterioso"-toda-agregó y le saqué la lengua burlona, de manera infantil.
-Ajam, pero esa Mariana fue la de ayer, hoy soy de nuevo la Lali que vos no viste, no tocaste, ¡no nada!-hablé muy aceletada y eso provocó que su risa resonara por todas partes, me fue imposible dejar de actuar dramática cuando se estaba riendo tan descaradamente de mi-¡sos un idiota!-agarré una almohada que estaba en el suelo y lo golpeé con ésta.
-¡Cuanta energía tenes!-siguió molestándome divertido.
Le hice fuck you con mi dedo y fui al baño para darme una ducha, una vez ahí adentro me reí fuerte, era un idiota.. Pero me divertía tanto, amaba su compañía, demasiado, lo cual es lindo, pero al mismo tiempo me asusta, me desespera que él se vuelva una persona esencial para mi, el volverme dependiente.
Me cepille los dientes, me peine y con Peter nos cruzamos en el pasillo, ahora él se encerró en el baño.
Calenté el agua para el mate mañanero e hice tostadas, unté dos con manteca y les agregué azúcar.
-Vas a morir-Peter me miró comer- es demasiado..
-Perjudicial para la salud, pero una vez a la semana puedo darme un gusto, ¿no?-elevé mis cejas y él asintió con la cabeza-¡probá!-le ofrecí una, lo vi dudar- mi abuelo desayunaba esto.... Y así fue que partió antes-agregué con humor y lo hice reír a Peter que me miraba con un brillito en sus ojos, nunca... Nunca había visto algo igual, una mirada tan íntima, tan profunda.
-Pero no está nada mal eh-Peter me sonrió y le preparé un mate- gracias por... Básicamente por soportarme acá invadiendo tu espacio personal, ya voy a buscar un lugar para mudarme, igual..-se quedó pensativo-voy a serte sincero, no me incomoda nada convivir con vos bajo un mismo techo
No esperaba esa revelación, si bien sí era cierto que no estábamos teniendo problemas serios, pero que me diga en la cara el que no tendría problemas de vivir conmigo todos los días ya era DEMASIADO, demasiado para mi estúpido e ingenuo corazón cálido que se ilusiona fácil, sobretodo después de haber recibido muchos golpes, cualquier cosa es mejor que...
Tomé aire y solté un suspiro, mejor no pensar más.
-Tengo que irme Pit-lo saludé con la mano después de agarrar mi cartera-después vuelvo tarde, voy al comedor
-Entonces nos vemos más tardo.. Paso a buscarte para ir juntos
Lo miré a los ojos con seriedad.
-No pienso espetarte esta vez, si pensas venir vení antes, ya sé que vos tenes tus cosas, tus compromisos, pero para mi ir al comedor también es algo importante, es un compromiso que asumí para toda la vida
Él asintió mirándome atento.
-Ok, pero pienso esperarte, te paso a buscar
Lo saludé y di media vuelta para irme, no le dije nada más, me tomé el colectivo que me dejó a tiempo en la puerta del jardín de infantes.
-¡Hola!-Justina me abrazó-¿como anda Eugenia?
-Muy buena pregunta... Ahora que lo pienso todavía no me mandó ni un mensaje-me extrañé- voy a llamarla en el horario del almuerzo
-Estaba bastante mal la sangre japonesa-Emilia me dejó un beso en la mejilla- así que te chapó, ¡la cara de su hermano cuando las vio!
-Estaba completamente desconcertado-María también se rió- ¡es muy lindo hombre La!
-Es MUY lindo hombre-Justina repitió solo para molestarme, hoy todos se despertaron con ganas de joderme, las fulminé con la mirada y se rieron solo unos segundos más.
-¡Hola bebé lindo!-le hablé a Ignacio, uno de los nenes que venía abrazando una jirafa de peluche, tenía sus ojitos chinos del sueño, besé su mejilla-¡vamos con todos a desayunar y después jugar!-le hablé animada.
En el momento del almuerzo unos minutos antes llamé a Eugenia.
-Hola Chinita, ¿pasó algo que estas perdida?-me preocupé.
-Lo de siempre, los hombres de las apps de "citas" son estúpidos, solo lloré un poco, ahora estoy mejor, pero para eso me ocupé de mimarme a mi misma, hice yoga, fui a la peluquería, me auto invité al cine, ¡lo pasé bomba!
No sabía si me lo decía bien o en modo irónico.
-Ok... Cuando quieras podemos quedar y charlamos más tranquilas
-¡Sí! Dale, te escribo, ahora estoy entrando a una reunión, ¡chau La!-cortó la llamadaz
Miré a mi alrededor y frente a mi estaba toda la salita de dos habían quince nenes, ¡era una locura! Sobretodo porque la mayoría todavía usaba pañales, tenía problemas de sueño o se rehusaba a comer lo que le daban, en muchos casos había que persuadirlos con el famoso "avioncito" para que abran la boca y descubran comidas nuevas, era todo un tema lograrlo.
-¿Comió sopa de verduras?-una mamá me miró sorprendida, asentí con la cabeza- en casa nunca toma sopa..
-En la mochila está la ropa sucia, intentó comer sola y bueno, terminó toda manchada-esbocé una pequeña sonrisa-¡pero lo intentó!
-Eso es lo que importa, que lo intente y pruebe-su mamá la cargó y le besó la mejilla orgullosa- gracias por tu dedicación Lali, y la de todas las maestras
-Es mi trabajo y lo amo-la saludé amablemente, cuando todos se fueron me quedó una sensación linda en el cuerpo, la de la alegría.
Saludé a mis compañeras y salí al exterior, y lo vi, esta vez no me falló, Peter me tocó bocina y no pude evitarlo sonreí, corrí y abrí la puerta del acompañante, me senté y él elevó sus cejas.
-Llegué antes
-No cantes victoria, vas a tener que hacer mucha buena letra para que me olvide de que sos impuntual
-Bueno.. Preparate para tenerme acá todos los días de la semana-me guiñó un ojo y me reí.
-Sos un idiota
-Yo también te quiero-me miró burlón.
Peter hizo rápido, llegamos a la puerta del comedor y cono llegué tan temprano tuve tiempo de meter el pan casero en el horno, me quedé "vigilándolo".
-¡Que no se queme Lalita!-Mercedes elevó sus cejas divertida al ver como me quedé tildada mirando a Peter preparar la leche chocolatada- no me digas que te interesa la receta de la chocolatada, leche, cacao, llevarlo al fuego-empezó a gastarme.
-¡Hoy es el día de joder a Lali!-levanté mis brazos en modo víctima.
-Es que te veo...-Mercedes se quedó pensativa y suspiró- bien, distinta, no sé como explicarlo, ¡espero que el distinta sea para bien!
-Yo también espero eso-asentí con la cabeza- me siento... Me siento rara....
A lo lejos Peter me sonrió y después siguió con lo suyo.
-Te gusta mucho-Mercedes dijo en voz alta lo obvio.
-Ss.. Tal vez, pero lo mejor es no avanzar, por lo menos no por ahora él... Digamos que todavía no esta disponible
Mercedes me miró con curiosidad, le expliqué en lineas generales cual era la condición de Peter.
-Yo no me metería ahí Lalita, yo salí con uno así, iba a divorciarse, pero eso no pasó, además vos sufriste mucho-me miró apenada, odiaba tanto eso, que me tengan pena.
-Lo sé, sé que sufrí mucho, y no quiero hacerlo nunca más... Solo... Quisiera poder confiar, porque sé que es buena persona, es atento, dulce.. y...
-¡Cerrá la boca La! Estas babeando-Gastón nos interrumpió y se me rió en la cara-escuché lo que estaban hablando, Mecha la última palabra igual la tiene Lali, ella es la que puede permitir que pasen cosas o no
-Sí, lo que pasa es que no quiero que sufra
-Pero no puede estar guardada en una cajita de cristal toda la vida, ¡tiene que vivir! Salir al exterior, conocer, probar, jugársela..
-¿Vos te la jugarías por alguien?
Gastón me sonrió.
-Claro... Soy un romántico sin remedio, mil veces me rompieron el corazón y siempre aposté, dolió, dolió muchísimo, pero ahora tengo a un gran compañero de vida-la emoción de Gastón al hablar de su novia me dio un poco de envidia y obviamente felicidad, ¡que lindo debe ser haber conectado en esta vida con LA persona correcta! No siempre las almas gemelas se encuentran... ¿Sigo creyendo en las almas gemelas? ¡Qué estúpida!
Me puteé a mi misma y volví a la realidad, el aroma a pan invadió toda la cocina.

Entré al comedor donde ya habían varios chicos listos para merendar, la mayoría me saludó de forma educada, eran educados, pero siempre hay personas medio desubicadas, trato de inculcarles el "por favor" y "gracias", lo mismo que hago con mis mini alumnitos de dos años.
Terminé de ordenar y limpiar todo, me alejé para tomar mis cosas e irme.
-¡Lali!-Peter me llamó y esbozó una pequeña sonrisa- me gustó hacer esto.. Conectar y hablar con otras personas, con desconocidos..
-Bueno... Eso a mi también me hace feliz, poder ayudar y estar-también le sonreí-¡vamos! Merecemos ir a comer algo
Pasamos por una pizzería y nos sentamos en una mesita al aire libre, choqué mi cerveza con la suya.
-¿No era que alcohol día de semana no?-Peter elevó sus cejas y me mordí los labios mientras pensaba en mis propias palabras, ese gesto hizo que su atención que estaba en mis ojos se desviara a mi boca.
-Yo... Creo que me tragué demasiadas palabras que dije que no...-hice una pausa y me reí nerviosa- e hice igual
Terminé mi porrón de cerveza y le hice señas a Peter para irnos.
-Bueno, gracias por invitarme la pizza-miré de reojo a Peter cuando llegamos a la puerta de mi edificio.
Por un momento sentí que estábamos en el final de una cita por el nerviosismo que no estaba pudiendo manejar con tranquilidad, no sabía para nada que decir antes de bajar del auto, pero la realidad era que no habíamos tenido una cita, menos desde el lado de la seducción y el romanticismo.
-Bajemos-dije por decir algo y sonó como una orden, claramente me hizo caso.
Subimos por el ascensor sin dirigirnos una palabra hasta que abrí la puerta, ni bien la cerré Peter tomó mi cara entre sus manos y me besó intensamente, no pude razonar nada, solo me dejé llevar, ¡al diablo con mis propias palabras!