Capítulo 15

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Terminé la noche metida en la cama sin poder dormirme, no sabía que hacer, miles de pensamientos estaban invadiendo mi cabeza, lo mejor sería... Sería sacármelo, antes de que con suerte crezca más y mi tristeza aumente al perderlo de manera natural, espontánea.
No estaba dispuesta a sufrir de nuevo, no quería, y no sé como no se me ocurrió que algo así podría pasarme, porque esta vez no lo busqué, ni estoy en pareja, y todo es demasiado jodido entre Peter y yo..
Peter...Tomé aire y solté un suspiro, no iba a enterarse.
Unas lágrimas se me cayeron por las mejillas y escuché unos movimientos, Peter encendió el velador.
-¿Estas bien?-me miró preocupado-me escribió mi hermana, me contó que terminaste en la guardia... Por poco te morís eh-se notaba que le había sonado gracioso, en vez de reírme con él lo miré con cara de culo, no estaba de humor para nada-¡ey! Perdón La la land, no lo dije en modo..
Lo interrumpí.
-¿Me dejas dormir Peter? Son las.. ¿las cinco de la mañana? Tuve una noche agotadora-suspiré- por favor
El terminó asintiendo con la cabeza y se apartó desconcertado, por suerte no me siguió hablando, me quedé solita para intentar lo imposible: descansar.

Al día siguiente fui a la cocina y habían tostadas hechas, busqué el frasco de dulce de durazno y les puse, calenté el agua y me senté en el balcón a desayunar.
-Hola-Peter apareció y noté que tenía mala cara, cara de cansado.
-Hola-lo saludé cortante-¿estas bien?
-Estoy.. Estoy en pie-tomó aire y soltó un suspiro-¿me das un mate?
Asentí, él se sentó a mi lado y nos quedamos en silencio.
-Me quedé preocupado anoche-finalmente habló- le pregunté a Cande que me cuente mejor lo que pasó, creí que medio que era joda.. Y bueno, me la pasé pensando como pedirte perdón
-No... No me tenes que pedir perdón por nada, yo estaba fastidiosa, solo eso-le di un mate y esbozó una pequeña sonrisa.
-¿Entonces estamos bien?
-Estamos bien-afirmé, asentí con la cabeza.
No sabía si hablar y contarle lo que estaba pasándome o no, lo último que necesitaba Peter en su vida era un problema más, todavía tiene el quilombo del divorcio... No... Todavía se tiene que divorciar, mi bebé sería el "bastardo".
Se me revolvió el estómago solo al pensar en eso, me puse de pie y me recosté en el sillón, cerré mis ojos haciendo fuerza para no llorar.
-Lali-Peter me llamó-¿qué te pasa La? Estas con un humor.. raro
Si hay algo que Peter tiene es que es intuitivo, se da cuenta de que algo pasa, y eso me hace mucho más complicado el poder ocultarle cosas.
-Sí, solo eso, no dormí muy bien que digamos
-Yo tampoco, ¿nos tiramos a una siesta?
La oferta era tentadora, lo mejor era rechazarla, pero como soy débil y me perdí en sus ojitos verdes terminé cediendo.
Nos recostamos juntos en la cama y recién ahí pude relajarme, tenerlo a Peter cerca me traía cierta paz, él era la paz, la paz que muchas veces me faltaba.

Otra vez me desperté, en realidad lo hice porque sentí una caricia delicada en mi cara, él estaba mirándome.
-Me estas intimidando Peter
-¿Vos intimidada?-elevó sus cejas- ¿que pasa? ¿Te pongo nerviosa?
El tarado me sonrió y no pude con tanta perfección, me reí y él dejó un besito en una de mis mejillas.
-Hoy es Sábado, podemos hacer algo...-dudó- si queres eh, ahora ya estamos bien descansados
-No lo sé.. Tal vez después de juntarme con las chicas, bueno, con Candela, pero no me esperes, vos hace tus planes-lo miré y solté un suspiro, Peter asintió medio decaído.
Me puse de para darme una ducha, prepararme para salir, una vez lista me fui.
-Hola-saludé a Candela que estaba sorprendida de verme, no le había escrito y le caí de la nada misma-¿podemos hablar?
-Está Andrés.. ¿Querés hablarme de algo privado?
Asentí.
-Bueno, vamos al café de la esquina
Mi amiga me siguió y nos sentamos enfrenadas, pedí un latte con medias lunas mientras que ella solo un cortado.
-Estas.. Estas nerviosa, ¿pasó algo La? Perdón por haberte jodido ayer, me causó gracia todo lo que pasó
-Estoy embarazada- tiré la bomba como si nada- pero este embarazo no se va a concretar, ya lo decidí
-¿Ya decidiste que?-Candela no estaba captando lo que le estaba queriendo decir.
-Pienso abortar Candeli... No quiero... No quiero que tal vez crezca más y perderlo... y verlo frente a mi... chiquito o chiquita..-los ojos llenos de lágrimas- eso ya me pasó una vez, el poder verlo, ínfimo..-hice una pausa- y fue muy doloroso, siento que si pasa más tiempo va a ser peor...
Nos quedamos en silencio.
-Lali... ¿Me estas contando esto sola porque es de Peter? Y él es hermano de Euge...
-Sí-asentí con la cabeza- si Eugenia se entera de mi decisión me va a matar, va a odiarme, pero ella no entiende todo lo que me pasó, lo que me pasa
-¡Pero es nuestra amiga La! Se supone que confías en ella así como confías en mí, además a mi no me parece que tomes una decisión así cuando recién te enteras de la noticia
-Justamente, Eugenia es hermana de Peter-repetí- y es mi cuerpo, es mi vida, y es MI sufrimiento
Fui muy dura, después de soltar esas palabras me di cuenta lo poco humana que fue esa respuesta, se me formó un nudo en la garganta de la angustia, estaba intentando hacerme la "fuerte" estaba buscando la mejor manera de engañarme, pero en mi interior yo quería tenerlo, pero eso nunca iba a poder ser, ¿para que ilusionarme otra vez?
-Entonces viniste a decirme eso.. ¿Querés que te acompañe?
-Bueno... Creo que sos la única persona que no me juzgaría, mi familia..-tomé aire y solté un suspiro.
-Antes de eso andá a una consulta médica, evacuá todas tus dudas, hacete estudios, charla con el profesional, no tenes porque tomar una decisión tan drástica
-Cande, ¿alguna vez sentiste un dolor que te dificultara respirar?
Ella negó con la cabeza.
-Eso estoy previniendo, que el dolor sea mucho peor..
Mi amiga no me preguntó nada más, terminamos de tomar café y se fue a su edificio.
Nunca necesité tanto un abrazo, pero no se lo pedí, porque sabía que no me lo merecía.
Volví a mi departamento y Peter estaba concentrado mirando la computadora.
-¡¿Ahora qué?!-no sé porqué me metí si él me pidió que nunca más lo hiciera.
-Asuntos míos La, no quiero joderte-soltó un suspiro- ¿hacemos algo? Necesito despejarme
-Yo también necesito despejarme-terminé aceptando.
Salimos a dar una vuelta caminando, estábamos cerca de una plaza, ahí a la distancia veía a nenes con sus papás, algunas mamás también con bebés, todos jugando, haciendo la suya.
-Estas pensando en lo que no fue, ¿no?-Peter adivinó mis pensamientos, asentí.
-Por suerte no tuvieron el papá de mierda que mi ex hubiese sido, creo que ese es mi único "consuelo"
¿Y ahora? Peter no sería un papá de mierda, pero no, no va a pasar.
-Siempre me cuestioné porqué la gente tiene hijos y no les da atención, no los cuidan... Debe ser lindo ser lindo ser papá, supongo, bueno, yo y Eugenia siempre crecimos en una familia linda-me miró a los ojos y asentí nuevamente.
-Bueno, lamentablemente no todos crecen en una familia donde los desearon-hice una pausa- sabes que a mi mamá le pasó eso, mi abuela y mi abuelo nunca la buscaron, nunca buscaron vincularse conmigo, por suerte la familia de mi papá nos recibió a mi mamá y a mi con todo el amor del mundo
-Y se nota, que te aman... y que los amas-agregó a último momento- ojalá... Ojalá te pasen cosas buenas La, porque sos una persona maravillosa, y solo quiero verte feliz
Mis piernas se debilitaron y se me escaparon algunas lágrimas de la emoción, Peter me las sacó y apoyó su frente con la mía mientras me abrazaba.

Estúpido e ingenuo corazón cálidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora