Estúpido e ingenuo corazón cálido

Capítulo 20

Desperté con una serie de mensajes, mi celular vibraba, por suerte no tenía sonido, pero como me quedé dormida con el teléfono abajo del brazo me fue imposible no despertarme.
Revisé las notificaciones, y otra vez era el pesado de mi ex, el hijo de puta me mandó una foto con su criatura en brazos, un varón, lo que tanto soñó y yo no pude darle, ¿cual había sido el propósito suyo para mandarme algo así?
Me dio cierta tristeza ver esa imagen y pensar en eso, me lo estaba mostrando como un trofeo.
Se me escaparon algunas lágrimas de los ojos y me molestó el sentirme afectada, él ya era mi pasado, por suerte ahora era parte de mi pasado, y yo también estaba en otra etapa de mi vida.
A los segundos recibí otro mensaje suyo, me mandó una foto en la que estoy con Peter abrazada de manera cariñosa y apoyada sobre su pecho.
"Puta" se me revolvió el estómago, ¿era real que me estaba diciendo así? "Siempre me dijiste que solo era el hermano de tu amiga, no que te gustaba, y te lo pregunté millones de veces, ¿me cagaste cuando estuvimos juntos?"
Me harté y me puse de pie, lo llamé y salí al balcón.
-¡¿Qué queres?!-perdí la nula paciencia que ya tenía-¡¿no te bastó con hacerme sentir una mierda por mucho tiempo?! ¡¿Porqué me buscas Santiago?!
-Porque a pesar de todo lo que pasamos siempre soñé con esto que estoy pasando ahora juntos, ser padres juntos..
¡¿Cómo se le ocurría hablar así de feo de espaldas a su mujer?!
-Claro, igual, eso ya no me interesa, vos no me interesas, nunca me quisiste bien, nunca diste el alma por nosotros.. y ahora sí soy feliz, ahora sí estoy en un círculo sano, uno donde no siento constantes dolores de cabeza-solté un suspiro- me da pena tu pareja, el que hables así de un bebé, tu bebé, cuando ya tiene una mamá
-Es que ese bebé no es mi hijo, no es de mi sangre, eso quería decirte, esto con vos no hubiese pasando
Traté de no colapsar pero no pude evitarlo.
-¡¿Sos joda?! Nunca pudimos tener uno, y creo que ahora sí sabes porque.. Vos tenes problemas-hice una pausa- y nunca me lo dijiste, ¿no?
Silenció, Santiago se rió.
-Solo era cuestión de buscar, la última vez estuvimos cerca
Mis ojos se llenaron de lágrimas, sentís dolor, impotencia, ¿cómo fui tan idiota como para no sospechar que él sabía que yo no era el problema?
-Y ese bebé es tu hijo, ya asumiste tu responsabilidad, vos estuviste con esa mujer todo este tiempo, por más de que no la ames ya sos el papá, y espero, deseo con todo mi ser que seas uno bueno, no una mierda como lo sos de pareja
-Yo no..-Santiago iba a seguir pero lo interrumpí.
-¡No me jodas nunca más! ¡Chau!-corté la llamada y lo bloqueé, número de teléfono distinto mil por el que se contacta conmigo.
Me dio un mareo y caminé a la cocina para servirme un vaso con agua, después volví a la cama, era la madrugada, el sol estaba asomándose de entre las nubes.
Apoyé mi cara sobre la almohada y me apegué al cuerpo de Peter.

Sentí una caricia en la cara y abrí mis ojos, le sonreí, Peter estaba mirándome con dulzura, una que me hacía sentir cosquillas en el interior, besó reiteradas veces una de mis mejillas y me relajé, olvidé toda la "mala sangre" que me hice, porque si de su compañía se trataba no perdía tiempo para disfrutar juntos, disfrutarlo a él.
Desayunamos y salimos a caminar, a dar una vuelta, justo era feriado, iba a poder terminar de recuperarme bien.
-¿Estas mejor?-Peter me miró preocupado, nos sentamos en un banquito debajo de un árbol, frente a nosotros había una familia de tres, el papá estaba atándole el pelo a su hija, una que seguro tenía unos tres años.
Asentí distraída y después lo miré.
-¿Estas imaginando cuando nos pase lo mismo?-elevó sus cejas, se dio cuenta de mi observación.
-No quiero fantasear más con el futuro, quiero que me sorprenda, obviamente para bien, pero se que no se puede todo en la vida-me encogí de hombros.
-Tenes razón, cada familia es un mundo aparte, y todavía no sabemos nada de eso...-Peter se quedó mudo, se puso a jugar con mi pelo- pero estoy dispuesto y feliz de poder aprender, y de no estar solo-me miró coqueto y eso me hizo sonreír.
-¡¿Porqué sos tan bonitamente dulce Juan Pedro?!-lo sacudí del brazo y terminamos riéndonos.
-Porque me gustas mucho Lali Espósito, y nunca pienso dejar de repetírtelo, no solo sos hermosa, sos buena, también sos dulce, divertida, inteligente, una alma libre, sos perfecta, bueno para mi
Me reí en su cara.
-¿Lo decís enserio?
-No seas tonta, si lo digo es porque lo pienso y lo siento..
Rodeé su cuello con mis brazos y nos besamos.
-Y sos transparente, sincera, todo se te nota en la cara, en el cuerpo... y amo poder hablar de todo, compartirnos nuestros miedos, secretos más profundos..-me hizo una caricia en la punta de la nariz y le sonreí mientras la culpa empezaba a hacerme sentir mal, todavía no le había contado mi "plan principal" con respecto a mi embarazo, pero no tenía porque hacerlo, ¿no? Si al final no elegí ese camino.

La primera vez que vi mi abdomen hinchado creí que solo era eso, una hinchazón, pero no, mi hinchazón duró días, semanas, y cada vez era más notorio, mi bebé estaba creciendo bien, sano, y realmente sentía alivio.
Peter me acompañaba al comedor y a clasificar ropa para regalar, poco a poco se fue uniendo a mis rutinas, a mi mundo, lo que me importa, y él también me enseñó cosas de las cuales no entendía ni sabía nada, descubrí que es bueno para destreza manual y que sabe dibujar, me hizo retratos, se le ocurrió la idea de ir retratándome mes a mes, durante todo el embarazo.
-Me siento como Rose de Titanic cuando Jack la retrata desnuda, solo que ella estaba espléndida y yo me veo una morsa
Peter elevó sus cejas.
-Sos dramática eh-se mordió los labios y mis ojos se fueron para ahí, prestaron atención a ese gesto- sos hermosa, y mi musa
-Nuestro bebito va a ser tu inspiración después-se me entrecortó la voz de un momento a otro, empecé a lloriquear-¡soy una tarada! ¡No quiero más lágrimas!
-Pero estas son de emoción, son lindas-Peter me consoló.
Besó mi frente y lo abracé, su corazoncito estaba latiendo a mil.
No me di cuenta lo mucho que me gustaba Peter hasta que se agachó para besar mi panza, toda una serie de mariposas empezaron a volar en mi interior, haciendo que sintiera una alegría inmensa.
Se me formó un puchero y lloré con más intensidad, Peter se rió y me sonrió, me besó.
-Yo te a...-Peter hizo una pausa nervioso- eso, esa palabra con A, me da cosa que te de miedo escuchar lo que siento y..
Lo besé otra vez.
-Juan Pedro-no despegué mi mirada- te quiero Peter, mucho te quiero, y me sorprende lo cómoda que me siento, lo cuidada, lo ama...da-agregué a último momento- y ojalá sientas todo eso mismo de mi para vos
Peter asintió con la cabeza y me sonrió.
-Te am
-No me lo digas ahora-tapé su boca con una de mis manos- podemos salir hoy por la noche, solitos, ¿te va?
-¿Estas invitándome a una cita La?
-Ajam-asentí.
Él asintió aceptando.
-Entonces tenemos una cita
-Una cita-repetí.
No quería que él me dijera esas tan ansiadas y hermosas palabras mágicas sin antes haber tenido la conversación que había evitado todo este tiempo, él admiraba mi sinceridad, y no había sido sincera en algo, quería ser transparente, y que no me odie.