La procesión encontró a las dos mujeres luego de un rato de camino, con una simple mirada la berserker le indicó a Naruto que todo estaba bien, así que siguieron rumbo Norte sin contratiempos.
En varios días de marcha Sasuke apenas le dirigió la palabra, sabía que estaba muy molesto después de haberlo sometido. Y aunque la necesidad de sentirse superior era dada por su instinto, Naruto prefería usar métodos más persuasivos con su pareja. Una pelea amistosa no estaría mal, pero sabía que si se lo proponía al Uchiha, con la rabia que cargaba, terminaría muy golpeado. Así que prefirió dejar que la marea se calmara, siendo también difícil mantenerse ecuánime, puesto que él compartía su preocupación por Sarada.
Llegaron al asentamiento de la costa sorprendidos por un enorme cúmulo negro de nubes que se acercaba desde el mar, anunciando una tormenta poderosa. Shikamaru, a quien había dejado al mando, lo recibió contento. No estaba exento de la noticia de la muerte del rey Minato, pero que Naruto tomara el trono sí le impresionó, pues también había escuchado sus negativas más una vez.
En una reunión improvisada pero bien provista con bebida y alimento, él, Sasuke, Sakura y varios guerreros, hablaban sobre ir a tierras groenlandesas en cuanto la tormenta menguara. Solo eran dos días en el mar, pero debían estar preparados para no ser recibidos.
—Si es posible no quiero luchar. Mi hija quedaría en medio de la batalla— dijo el rey, ya habiéndo explicado de antemano su situación con Sasuke a los demás.
—Si lo que quiere el Hyuga es un intercambio, no tiene por qué romper el acuerdo— mencionó Shikamaru.
—¿No tiene por qué?— preguntó Sasuke con sarcasmo —No lo haría si se cumpliera el acuerdo, pero el rey no quiere entregar a la princesa.
—Sasuke...— gruñó Naruto -Ya hablamos de ésto.
El berserkers se puso de pie y después de empinar su cuerno de hidromiel, lo arrojó al suelo y dejó la cabaña, bajo la vista de todos y casi golpeando en el hombro a un jovencito que entró en ese momento.
—Sakura, es su mujer... Me envió a por su ayuda— dijo éste con nerviosismo.
—¿Qué ocurre?— preguntó ella con premura, acercándose y detrás Naruto.
—Estaba adolorida— dijo temeroso ante la altura de la pelirrosa y se apartó cuando ella salió corriendo.
La lluvia ya había convertido en barro la tierra, pero bajo el aguacero ambos fueron a la cabaña donde Hinata estaba, encontrándola estremecida de dolor, arrodillada sobre una alfombra.
—¿Ya viene?— preguntó Sakura con alarma en su voz y ambos vieron a la pequeña mujer asentir.
—¿Qué hacemos? No hay parteras aquí— señaló Naruto, algo nervioso.
—Estaremos bien, será el tercer hijo que traiga al mundo con mis propias manos— dijo la pelirrosa, frotando la espalda de su mujer.
—¿En qué puedo ayudar?— insistió el rey.
—Calienta agua en la hoguera— indicó la berserker mientras tomaba a Hinata en brazos y la acostaba en la estrecha cama personal.
Fueron largas horas de quejidos y gruñidos. Con cada pujo de Hinata, a Naruto se le erizaba la piel, en cambio su amiga estaba ya calmada, concentrada en su hacer. Las lágrimas corrían por las mejillas de la mujer mientras los truenos parecían acabar con el mundo exterior, y cuando con un último grito se escuchó el llanto de un bebé, Naruto se dió cuenta de que también estaba llorando.
¿Sasuke había tenido que pasar solo, por todo eso? En medio de la nada y el invierno, sin conocimiento, con un cuerpo que no le pertenecía. Recordando las visiones que había tenido en la cabaña, dejó a ambas solas con la criatura y salió a la lluvia. Allí, cuando un relámpago iluminó la oscuridad del asentamiento, la volvió a ver; esa mujer de cabello negro con la escencia del hombre que amaba. Y la siguió lentamente hasta que se detuvo frente a la cabaña que él ocupaba, notando la luz de la hoguera en el interior.
Entró empapado, llamando la atención de un Sasuke pensativo. Éste frunció el ceño ante su aspecto, pero no dijo nada.
—¿Es normal que sienta culpa porque hayas dado a luz solo, cuando ni siquiera sabía que cargabas con mi hija?— preguntó de repente el rey —Te hubiese dicho "lo siento", pero en realidad no sabía la magnitud de tu dolor hasta ahora, que lo he visto y escuchado frente a mí, vivamente, no en visiones borrosas.
—¿Por qué me dices eso justo en éste momento?— recriminó.
—Porque una fortaleza así ni siquiera yo, el más poderoso de los berserker, la puede igualar. Tienes mi amor desde hace años, mi admiración y respeto, pero ahora mi comprensión.
—No te he pedido nada— murmuró bajo y Naruto se acercó.
—Lo sé, nunca lo has hecho. No me pediste que fuera tuyo, que me quedara, que tomara la responsabilidad; lo hiciste todo solo.
—Puedo cargar con el mundo si es lo que necesita mi hija— gruñó dolido, desviando la mirada.
—¿Y si yo te necesito? ¿Si los necesito a ambos? También cargaría con el mundo y el mismo Yggdrasil¹ por ustedes. No te culpo por nuestra separación, fué una decisión que ambos tomamos. Quieres que admita que Sarada significa más para tí que para mí; está bien... Yo no puedo compararme contigo después de todo lo que pasaste. Pero ahora estoy aquí, entiende que son lo único que tengo, y estoy haciendo todo lo posible para recuperarla sin dañar a nadie en el camino ¿No son virtudes que deberíamos enseñarle? Valorar cada vida a la par que la nuestra, no pasar por sobre todos con tal de cumplir nuestros objetivos...
Sasuke bajó la cabeza y cubrió su rostro con las manos, para después gruñir en tono bajo. No se apartó cuando Naruto se agachó frente a él y descubrió su cara con lentitud, notando sus ojos llenos de lágrimas. Acarició muy suavemente su mejilla mojada con la nariz y luego dejó un beso efímero sobre sus labios.
—¿Me odias?— preguntó el rey, con ojos azules y suplicantes. El Uchiha negó varias veces y otra vez buscó acercamiento y contacto —Te extraño.
—Yo también— admitió.
—No te sigas apartando de mí— rogó.
—No... lo siento— suspiró Sasuke, ya en sus brazos —Es que...
—Lo entiendo, entiendo todo lo que a tí concierne— suspiró, buscando su cuello y provocándole un escalofrío —Ven a la cama conmigo, mañana será otro día y ahora no podemos hace nada por mucho que queramos.
Ambos miraron hacia la ventana cerrada cuando otro fuerte trueno hizo vibrar las paredes. Pero no pasó mucho para que, sin pensar demasiado, comenzaran a despojarse de su ropa.
¹Yggdrasil: es un fresno perenne: el árbol de la vida, o fresno del universo en la mitología nórdica. Sus raíces y ramas mantienen unidos los diferentes mundos.
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GUERREROS
FanfictionLos elegidos de Thor, guerreros poderosos llamados berserkers; eran los dominantes de la Noruega del siglo VI. Tras un periodo de guerra se crearon alianzas para que la paz fuese duradera, pero un amor inusual iba a traer la desgracia para el pueblo...