"People can be lovers and enemies at the same time, Toto y Stella know".
No era un secreto en el Paddock el que Stella Ferrari y Toto Wolff no se soportaran el uno al otro.
Y tampoco era mucha sorpresa para muchos el ver como dos personas que no se...
"No olvides cerrar la puerta al salir y para que sepas sé muy bien que tengo en mi oficina por si algo llega a desaparecer"
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17 de Octubre de 2020. Niza, Francia.
Stella llegó al cementerio con un enorme ramo de rosas azules, las favoritas de su hermano. La Italiana tenía planeado venir el 5 de Octubre cómo era costumbre, pero por estar ocupada en Murgello eso se le complicó. Al llegar a la lápida de su hermano suspiró pesadamente. Sin duda los 17 de Julio y de cada mes era un gran dolor al igual que el día del accidente.
Se sentó en el pasto e inició a limpiar su alrededor, es algo que ella siempre ha hecho y que le ha pedido a su familia para así mantener limpió el espacio dónde se encuentra su hermano. Al terminar de limpiar, se quedó viendo fijamente y quitó sus lentes de sol.
-Hola nuevamente hermano, hoy cumples un mes más desde que te perdí. Exactamente cinco años con tres meses y duele como si hubiera pasado ayer.- se mordió su labio tembloroso.- Sé que prometí estar bien por ti, estar bien por nuestro piccolo Charles y por nuestra familia... pero ya no puedo hacerlo sola.- limpió sus lágrimas.- Terminé con Carlos.- comenzó a jugar con sus dedos.- es por eso que hoy vine sola y no con él como hace unos meses, muchos dicen que fue una mala decisión pero yo siento que fue la correcta al preocuparme por su carrera cuándo aún es joven, él me aborrece y también me duele mucho... Te extraño mucho y me haces muchísima falta fratello, me hago la fuerte pero por dentro estoy destrozada.- sollozó.- Nunca me imaginé una vida sin ti, todos mis planes eran junto a ti y hermano no creo poder hacerlo sin ti.- bajó la cabeza.- No sabes lo que daría por recibir un abrazo y un beso tuyo. Dicen que cuándo tienes a alguien que amas en el cielo, tienes un pedacito de cielo en tu casa, para siempre.- volteó hacía la derecha y visualizo a los hermanos Leclerc, eso avisaba que era momento de irse. Se levantó del suelo y limpió su pantalón.- Yo te tengo a ti fratello, pero una parte de ti vive conmigo, tu recuerdo sigue en mi hogar y estará presente siempre en mi vida. Te amo mucho il mio piccolo.- dejó un beso en la lápida y sonrió.- Prometo venir a verte pronto y contarte las nuevas cosas que sucedan.
Stella se dio la vuelta y caminó hacía dónde estaban sus pequeños, ellos al verla llegar la abrazaron fuertemente. Los dos sabían que Stella aún no superaba la muerte de su hermano y sabían que estaba sufriendo pero sabía ocultarlo.
-ti amiamo bella stella.- ambos Leclerc besaron la cabeza de la italiana.
-Vi amo piccoli.- sonrió.- Vámonos, los invito a comer.- Arthur aplaudió emocionado.
-Gracias Dios por ponerme a está hermosa sugar.- exclamó viendo al cielo, mientras alzaba las manos. Stella rió y lo abrazó por los hombros para luego caminar.
