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"No me callaré jamás, sugar baby de Toto."


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30 de Agosto de 2020
Bélgica.

Stella acercándose a un "desconocido" muy risueña.
Stella bailando con el "desconocido".
Stella escuchando las burlas de todos y Carlos viéndola desanimado.
Stella besando al "desconocido".
Stella llendose al hotel acompañada.

-Mierda - gimió cuándo la estampó en la pared para seguir besándola. La persona cerró rápidamente la puerta y se acercó a ella.

-¿Estás segura de esto?.- agarró su mandíbula, la italiana asintió, ambos se sentían demasiados calientes.

-¿Y tú lo estas?.- el hombre asintió para después besarla. Rápidamente comenzaron a desvestirse.
El hombre rápidamente acostó a la italiana y se posicionó arriba de ella sin dejar de besarla, bajó sus besos por su mandíbula, dejando besos húmedos en su cuello hasta que llegó a su  seno izquierdo, mientras dejaba besos y mordidas en esa zona sensible, bajó su mano libre y abrió las piernas de Stella para así poder estimular su clítoris.

-Mierda.- suspiró, él alzó la cabeza para poder besarla, algo que ella no se negó y aceptó el beso gustosa. Él dio leves palmeadas en el clítoris y Stella tuvo que taparse la boca para evitar gemir.

-Sólo somos tu y yo, puedes gemir todo lo que quieras.- dijo con voz ronca e  introdujo dos dedos, ahí fue dónde Stella no aguantó y gimió.- Qué buen sonido.- suspiró.

Sabían que estaba mal, pero en estos momentos nada le importaba lo único que ambos querían era saciar esa "calentura" por culpa del alcohol.

-Mierda Toto.- ambos gimieron.

La italiana despertó agitada y cerró los ojos con fuerza, que horrible pesadilla había tenido.

Cuándo iba a abrir los ojos nuevamente, sintió cómo alguien ponía el brazo en su vientre.

-Merda, merda, merda.- susurró viendo al hombre desnudo a su lado. Alzó la sábana y ella también estaba desnuda. Quitó cuidadosamente el brazo y se levantó recogiendo rápidamente su ropa para adentrarse al baño y cambiarse.

-Merda Stella, hai dormito con Toto Wolff.-Mierda Stella, te acostaste con Toto Wolff) se tapó su cara e hizo un sonido de frustración.- Maldito idiota.- dijo cuando reviso su cuerpo y encontró varios chupetones en su clavícula, en su cuello y en sus senos.

Ella lavó su cara y se vistio rápidamente. Lo que ella quería era salir de ahí y esperaba que Toto no recordara nada.
Lo que ella no sabía es que Toto siempre iba a recordar cada momento y la molestaría muchísimo con eso.

Cuándo terminó de hacer sus necesidades y vestirse, salió del cuarto con mucho cuidado de no despertar al austriaco, en estos momentos lo que menos quería era verlo.
Estaba en busca de su teléfono cuándo piso algo pegajoso, bajó la mirada e hizo una mueca de asco, había pisado el condón que usaron anoche.

𝐖𝐨𝐦𝐚𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora