"People can be lovers and enemies at the same time, Toto y Stella know".
No era un secreto en el Paddock el que Stella Ferrari y Toto Wolff no se soportaran el uno al otro.
Y tampoco era mucha sorpresa para muchos el ver como dos personas que no se...
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Eran las tres de la mañana, Stella se encontraba en su habitación de hotel mientras veía "The haunting of hill house" una serie que le recomendó Arthur. Ella estaba algo horrorizada con el pasar de los capítulos pero aún así no quería dejar de verla, pegó un grito al asustarse cuándo su celular comenzó a sonar.
Al levantar su teléfono, se encontró con una llamada entrante de su novio. Se le hizo muy extraño ya que él le comentó que no le mandaría ni mensaje ni la llamaría porqué estaría con sus amigos en un bar de la ciudad.
-¿Bueno?.- Stella alejó un poco el teléfono al escuchar el volúmen muy alto de la música.- ¿Toto?.
-¡Mi vida!.- Ella cerró los ojos al escucharlo, estaba completamente borracho.- Estoy en el baño y estoy muy caliente pensando en ti.
-¿Estás ebrio?.- preguntó aunque ya sabía la respuesta.
-Sólo un poquito.- ella no lo podía ver, pero el austriaco había juntado dos de sus dedos para indicarlo lo "poco" que la tomó.
Ella suspiró.- ¿Qué tan poquito tomaste?.
Toto soltó una risita.- Tomé una copas de vino, una copa de tequila, tres cervezas y whisky.
-Cielo, no puedes mezclar el alcohol así porqué sí.- lo regañó.
-Mi amor no te enojes ¿si?.
Si Dante escuchara en el tono típico de un niño en el qué estaba hablando Toto Wolff, sin duda jamás lo dejaría de molestar.
»Yo quería divertime con mis amigos, aunque te prometí no tomar. Verónica dijo que un poco no le hace daño a nadie, ella me estuvo preparando las bebidas sin mucho alcohol.
La italiana apretó la mandíbula al escuchar el nombre de la amiga de Toto. No ha tenido la oportunidad de hablar con ella, pero definitivamente no le cae bien, puede que esté mal oor juzgarla antes de conocerla.
Pero, con sólo verla sabe que algo no está bien en ella. Su aura y la mala vibra que brinda, algo que no ayuda es el enamoramiento que Verónica tiene hacia su novio.
Ella siempre recordaba lo que la esposa de su amigo Checo le dijo en el GP de Mexico. "Ojo de loca, no se equivoca" y ella le creía 100% a Helena.
-¿Con quién estás aparte de Verónica?.
-Estoy con Susie, tu hermano, también está Lewis y otros amigos de ella.
-¿Llevaste tu camioneta?.
-Sí.- rió.- Por eso te llamo preciosa, no sé cómo regresarme.
Stella negó mientras suspiraba pesadamente.- Sal de baño y pásame a mi hermano, quiero hablar con él.
-Voy.- volvió a reír.
¿Qué coño le daba risa?.- pensó Stella.
Ella escuchó el ruido de la música más fuerte en señal de que ya había salido del baño.
