8-Casino

79 6 0
                                    

Habían conseguido recuperar las pirulas que por culpa de los trabajadores de Jose, y tras venderlas lograron superar el medio millón de euros, los cual entusiasmaba a en sobre manera a los Gambino y a sus aliados.

—Deberíamos ir al casino así lo multiplicamos. —propuso Toni mientras contaba de nuevo los billetes que tenía en sus manos.

—¿Al casino? ¿Pero no lo podemos perder todo?—Interrogó el menor de los hermanos observando el fajo de billetes, entendía que su hermano después de la gran venta que había hecho quisiera gastarse un poco e intentar multiplicarlo ¿Pero gastar el medio millón que habían conseguido manchandose las manos no era excesivo?

—Podemos pero no lo haremos tengo mucha suerte, además yo voy a apostar la mitad, la otra mitad la apuesta tu. —Le entregó la mitad de los billetes y él se guardó el resto en su bolsillo sonriendo, se iba a divertir y mucho, por lo que le había dicho Hai en el casino era muy fácil ganar mucho dinero y él amaba el dinero. —Ven anda vamos.

Carlo suspiro guardando el dinero en su bolsillo, el confiaba su hermano y si decía que no iba a perder todo no lo harían, además ellos se iban a controlar.

Salieron de la casa y subieron al Mercedez que el rubio se había comprado con las últimas ganancias, y lo iba a estrenar en ese mismo instante, el mayor de ambos arrancó el vehículo y solo un leve jadeo al escuchar como el motor se encendía.

Carlo soltó una risita al escuchar eso, su hermano hacía cosas raras. —Suena de puta madre, no te burles gilipollas que no sabes apreciar la belleza de un buen coche. —Le respondió a la risa que minutos atrás había salido de sus labios.

—Por qué no se conducir por eso no se apreciar ''la belleza de un buen coche''.—Hizo comillas con sus dedos y sacando los billetes que su hermano le había dado los contó lentamente, si apostaba todo eso en el casino y lo perdía se habrían quedado sin dinero para comprar material nuevo, pero él confiaría en su hermano mayor, había sido entrenado desde pequeño para ese momento así que el sabia lo que hacía ¿No?

El coche se estacionó momentos después en el parking el casino y ambos mafioso salieron del mismo observando el edificio donde según Toni iban a multiplicar su dinero al doble de lo que tenían, según el mayor de ellos y el futuro jefe de uno de los imperios de droga más grandes de toda Europa saldrian con un millón del blancolocal.

A pasos lentos llegaron a la entrada del local e ignorando la cola de personas que esperaban para entrar en el vicioso lugar atravesaron las puerta y bajaron las escaleras.

—Yo voy al Poker tú haz lo que quieras, nos vemos aquí en media hora. —Indicó el de ojos oscuros mientras se dirigía directo a las mesas de su juego favorito, el que su padre hacía años le había enseñado a jugar y en el que siempre ganaba.

El cenizo sin control en la recepción del casino con 250 euros en el bolsillo lo que según su hermano iba a multiplicar aunque no hubiera pisado un casino en su vida y no supiera nada de lo que tenía qué hacer en ese momento.

—Bueno supongo que tendré que cambiar esto a fichas...—Se acercó a la mujer que cambia sus billetes por las famosas fichas y entregó los papeles, recibiendo a cambio laa fichas con la misma cantidad, el italiano las miró y guardó en su bolsillo para comenzar a caminar hacia donde estaban los juegos.

Esperaba no perder el dinero que su hermano le había dado para que lo multiplicará sino el orgullo que le tenía por los recientes asesinatos se hìria por el caño.

Camina entre los juegos que estaban repletos de personas gastando su dinero y se entró en la ruleta,en uno de los pocos asientos que quedaban libres, ¿Que tenía que hacer ahora? ¿Solo apostar a cualquier color? Segun veia en los clientes que estaban sentados a su lado si, solo tenia que hacer eso, asi que tomando un montoncito de las fichas que la mujer le habia dado escasos segundos antes las coloco en el color negro, el cual en ese moemento le daba buenas vibras, solo esperaba no fallarle a Toni y no perder todo.

Aunque por desgracia para él no todo salia como uno esperaba, y el color elegido fue el rojo, lo cual le cabreo de sobre manera y decidió apostar un poco más está vez al color ganador de la anterior ronda, quizá era ese su color de la suerte y se podría llevar dinero extra a casa.

La pelota recorrio el circulo tricolor y se detuvo en el color negro con el numero 4, habia vuelto a perder, el puto juego le estaba calentando, e queria volver a casa con dinero extra hacer orgulloso a su hermano mayor pero la ruleta de mierda no le estaba dejando, asi que tomo otras fichas de su chaqueta dandose cuenta que le quedaba pocas y colcoo al mitad en el color verde, y la otra mitad en numeros random de la ruelta, ahi estaba todo el dinero que le quedaba.

—Tío si el verde nunca sale. —Uno de los otros jugadores soltó esas palabras seguidas por una risa, estaba seguro que el hombre con traje que se había sentado a su lado no había jugado a la ruleta en su vida.

El Gambino ignorando lo que el hombre le había dicho miró la ruleta y como la bola saltaba de color en color, sonriendo en grande el vio como está se paraba en el color qe habia elegido, la suerte está de su lado y recogió sus ganancias observando la cara de sorpresa que los demás jugadores tenían en su rostro.

—Cuidado que entran moscas. —Les dijo con una enorme sonrisa en su labios mientras se levantaba de la silla y contaba las ganancias que había acumulado, quizá su hermana tenía razón, ir al casino era divertido, mucho más si salía ganando.

Camino hacia la mujer que le ha dado las fichas y con una sonrisa le dio las que había ganado recibiendo a cambio 600 euros en billetes, quizá el casino no es tan malo como en un inicio piensa.

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
1063 palabras

Carlo Gambino MonthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora