Franco no sabía como reaccionar.
Había visto a su hija y su esposa, en un recuerdo. Eran ellas.
Quería llorar de la felicidad. No todo estaba perdido todavía.
Sara corrió a asegurarse de que Gaby estuviera bien, Melcocha no había podido siquiera amagar a hacerle daño a la joven, gracias a los rápidos reflejos de esta.
—Gaby, mi amor ¿estás bien?
—Si, mami. Creo que Melcocha se asustó con tu grito.
Sara asintió y levantó la vista, para ver a su esposo mirando a un punto fijo en el suelo, extrañada se acercó a él.
—Franco, ¿Qué pasa?
Franco reaccionó al oír la voz de su esposa, le dirigió la mirada, pero no dijo absolutamente nada, aun impresionado con lo que acababa de ocurrirle. Lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.
—¿Papá?
Gaby, quien había notado la expresión de su padre, se acercó también a él, Sara y su hija no sabían cómo proceder, Franco realmente se había afectado por lo que sea que le hubiera pasado en los últimos segundos.
—Papi –Volvió a hablar Gaby— ¿Estás así por Melcocha? No me hizo nada, mira
Gaby extendió sus brazos para que Franco viera que no tenía ni un rasguño, creyendo que con eso su papá cambiaría la expresión en su rostro, pero Franco no salía de su estado de shock.
Sara comenzaba a preocuparse, se acercó un poco más, colocandole una mano en el hombro a Franco.
—Franco, mírame —suplicó– ¿Qué ha pasado?
Franco parpadeó por primera vez desde que había tenido aquel recuerdo, cerró los ojos y sonrió, aun con pequeñas lágrimas bajando por sus mejillas, volvió a mirar a Sara, y solo en ese momento se dio cuenta de lo preocupada que lucía su mujer, le sonrió, tratando de indicarle que todo estaba bien.
De hecho, más que bien.
Franco no podía creer lo que estaba a punto de decirle, en algún punto había llegado a creer que jamás recordaria, pero aquel pequeño flash solo había servido para confirmarle que sus recuerdos seguían con él, solo necesitaba tiempo.
—He recordado —susurró—
No alcanzó a decir más, pues enseguida Sara se abalanzó sobre él para abrazarlo, sintió los brazos de su mujer alrededor de su cuello, y escuchó pequeños sollozos provenir de esta.
—Creí que jamás recordarias —susurró sin soltarlo–
En esa posición, en los brazos de Sarita, Franco se sintió en casa. la abrazó de vuelta, hundiendo su cabeza en el cuello de su esposa, perdiéndose en su maravilloso aroma, un aroma que por algún motivo, se le hacía sumamente familiar.
De pronto, Franco se dio cuenta de que no le había aclarado a Sara cuál había sido su recuerdo, y se separó de ella para mirarla a los ojos, aquellos ojos que lo miraban con tanto amor, aquellos ojos que había visto en su recuerdo.
—No ha sido todo —Aclaró- solo he tenido un pequeño flash
Sara se decepcionó un poco al oír aquello, en el fondo creyó que su marido había recordado toda su vida juntos por fin, y que podrían retomar su vida, pero ella debió haberse dado cuenta de que aquello era casi imposible.
Intentó pensar en positivo, aquello era un comienzo. No importaba que había sido lo que había recordado, Franco comenzaba a recuperar su memoria, así fuera a pasos pequeños, todo era un avance.
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El corazón no olvida (Sarita y Franco)
Fanfiction¿Como reaccionarias si el amor de tu vida regresa a casa, pero sin recordar nada de lo que han vivido juntos?