Cap 11

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Mariam, 15 noviembre

Me desperté temprano, no podía dormir. ¿Por qué le había contado eso a Jack? No lo entendía, no entendía porqué confiaba tanto en él. Tenía una misión clara: cuidar de mi hermano, que nadie nos descubriese y luego engañar al empresario Salazar Jones. En ninguna parte salía enamorarse de Jack. O sea enamorarse no... no podía estar enamorada de él... me refería a... bueno qué más daba ya. Tampoco sabía lo que sentía, nunca lo había sentido y nunca había estado enamorada. Siempre me había limitado a no sentir nada, así me iba a ir mejor en la vida.

Encima va y Salva le pide salir a Mary. Vamos bien los dos. Habíamos pasado de ser solo nosotros y odiar el mundo a tener una vida normal y "engancharnos" a los hermanos Jones. ¿Esto era un chiste? Podríamos centrarnos un poco.

Él se merece ser feliz Mariam.

Y yo también, los dos habíamos sufrido, por eso teníamos que estar juntos para sobrevivir.

¿Le has preguntado qué quiere?

Claro, hicimos el pacto juntos, él lo admitió.

Puede haberse enamorado de Mary y haber cambiado de opinión.

Pero... casi no se conocen. Aunque Mary es buena para él. Tal vez después de atacar a Salazar...

Tenéis trabajo estable... y Salazar es su padre.

Cállate consciencia, he trabajado en este plan desde los 13 años. No puedo cambiar ahora de idea.

- Ahora no... más cambios no... debemos terminar esto -no me di cuenta ni de que tartamudeaba en voz alta

- ¿Por qué lloras? -levanté la mirada y era Salva, otra vez se había levantado tarde. Ni me había dado cuenta de las lágrimas que recorrían mis mejillas

- Nada nada, algo en el ojo -me limpié enseguida- Salva... ¿Mary y tú...?

- Mariam... Mary y yo somos amigos... de momento

- Algo más que amigos -bufé y bebí un sorbo de mi café

- Voy a hacer el plan si eso es lo que te preocupa -apartó la mirada para coger una taza y no volvimos a hablar hasta salir a trabajar

¿Por qué no había aprovechado para contarme qué había pasado el día anterior? Antes nos lo contábamos todo.

Cogí mi abrigo largo negro para ir a la casa de los Jones junto a Salva para trabajar, pero no volvimos a hablar. Entramos y me fui directa a mi despacho, no quería encontrarme con nadie ni hablar con nadie.

Sin embargo, escuché el ruido de la puerta de mi despacho chirriar.

- ¿Tienes mucho trabajo? No has venido a saludar -me dijo Mary apoyada en el marco de la puerta

- Oh Mary, lo siento... no os había visto y tengo miedo de que no me dé tiempo para terminar tu vestido de princesa -pasó de seriedad a una sonrisa cálida

- Si quieres contarme algo... ya sabes que somos amigas -le sonreí

- Lo sé Mary... solo estoy liada -le sonreí de vuelta

- Bueno, está bien, no pasa nada -sonrió- entonces te dejo trabajar, pero solo te digo que con el hombre que te dije... va de perlas... Ah y mi hermano no está, pero me ha pedido que te diga que pasará por tu casa más tarde -me guiñó el ojo y se fue

Vamos Mariam, relájate y distráete haciendo esto que tanto te gusta. A coser a coser.

No iba a poner cintura como tal, sino que la parte del pecho iría ajustada, así la falda caería a partir de éste. Había cogido la idea de la época gregoriana, me encantaba por los libros que había leído.

Mariam: sobreviveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora