Berlín, 31 de octubre de 1921
En Berlín me divertía mucho en la ciudad. Con esos vestidos de flecos, esos peinados tan bonitos, y esos tocados... Me encantaba tener de todo y hacer lo que quisiera. Era un sueño para mí.
Ya tenía 18 años, pero mi físico natural y mi maquillaje podía hacerme parecer de 20 o mayor, y así que la gente se fijara en mí.
Estábamos en un bar mi hermano y yo, con la música jazz y hablando de algo divertido mientras bebíamos champán.
Mucha gente. Mucho alcohol. Muchas risas. Mucha música. Mucho baile.
Y sacábamos provecho de todo eso.- Eres tan gracioso Brandon -exclamé riendo cómo una tonta
- Solo era mi historia -se reía pensando que me tenía en sus garras, era tan geocéntrico
Era muy fácil enganchar a los hombres jóvenes "hijos de papi" que tenían mucho dinero y que solo pensaban en ellos mismos. Les prestabas atención y te darían la suya hasta la muerte, literalmente...
Brandon era un chico muy atractivo en realidad. Era alto, robusto, con el pelo rubio dorado, sus ojos avellana y su dentadura blanca perfecta y deslumbrante. Sus labios eran claros y finos. No tenía mucha barba, pero no lo hacía parecer muy niño.
Pero era inmaduro. Solamente se sentía superior al resto por tener dinero, el cual ni siquiera era suyo.Ni siquiera lo intentaba cazar a él, pero me divertía mucho. Además, sacaba bastante provecho. La cartera no se llenaba sola.
Él vestía elegante con traje negro, camisa blanca con dos botones desabrochados. Llevaba unos de esos zapatos caros de cuero, con los que identificabas que era un hombre de negocios.
Tenía un reloj de plata en la muñeca y bastantes cadenas de collar. No sabía para qué quería tantos relojes, si tenía otro reloj de bolsillo, así que supe que uno de los dos sería el importante.
El de pulsera era muy simple, en cambio, el de bolsillo tenía unos dibujos y números curiosos y más antiguos, así que ese era el importante. Tenía que hacer un plan.Vi su cartera de cuero marrón muy cara, y que me llamaba la atención lo que tendría dentro. Necesitaba una distracción.
De pronto apareció mi hermano, que venía de la barra con un vaso de brandy- Saray, nos tenemos que ir ya, querida
- Ay no seas tan aburrido hermano. Brandon me contaba sobre su carrera de negocios... -pronuncié con énfasis la última palabra para dar emoción
- Oh, otro hombre de negocios. Perdone mi despiste, soy el hermano de Saray, Robert
Se dieron un apretón de manos de hombre a hombre. Brandon reía complacido por toda la atención que se le estaba dando, lo cual era perfecto, debía sentirse así.
Mi hermano me miró seriamente y con una ceja enarcada- Pero Saray, de verdad nos tenemos que ir
- Está bien, no enfademos a padre -sonreí tontamente, pero me vino un recuerdo
- ¡He dicho que te calles! -escuché gritar a padre y mi madre solo gimoteaba
- Y-yo no he hecho n-nada
- ¿Qué te dije? -levantó aun más la voz furioso, los ojos se le iban de las órbitas. Padre daba realmente miedo
- ¿Mamá? -padre se giró y...
Prefería no recordar eso. Yo ya no tenía padre, y por desgracia tampoco tenía madre ya. La única familia que me quedaba era mi hermano, y lo iba a proteger con mi vida.
Le di dos besos a Brandon, pero me tropecé con mi otro pie y me cogí de sus brazos. Me había enganchado el tacón con la mesa. Me cogió perfectamente, aplaudía esa agilidad. Pocas personas habían conseguido hacerlo tan bien para yo cumplir mi objetivo tan fácilmente.
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Mariam: sobrevive
Mystery / ThrillerCuando te pasa un suceso traumático en la vida, pasas por varias fases hasta aceptarlo y vivir tranquilamente como antes. Primero está la fase de la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Sin embargo, algunos pasan directame...