Mariam: sobrevive

Cap 23

Desperté temprano con el brazo de Jack sobre mi cintura. Dormía plácidamente y se veía muy inocente. Tenía la boca entreabierta y respiraba lenta y profundamente. Ni siquiera sabía en qué momento se había quitado la camisa, pero ahí estaba tumbado a mi lado sin ella. Su pecho desprendía calor, supongo que por eso se la habría quitado. Sin embargo yo creía haber estado acercándome a él todo el rato por frío.

Me quedé observándolo más de lo que me gustaría admitir. No entendía cómo se podía ver tan perfecto. Su pelo caía desordenado por su frente. Su pecho se levantaba acompasadamente. De pronto se formó una sonrisa en sus labios.

Mierda.

Me había pillado.

- ¿Qué me ves? -sonrió sin abrir los ojos

- Nada -pero seguí mirándolo

- Ajá -abrió los ojos mientras me acercaba aún más a él. Pasó mi pierna por su cintura y me dio un beso. Después se me quedó mirando a los ojos mientras le acariciaba el brazo- ¿Por qué te ves tan bien por las mañanas?

Arrugué la frente- Yo me veo bien a cualquier hora -se rio y sonreí con autosuficiencia

- Es imposible hacerte un cumplido -me volvió a besar

- Nunca entenderé a la gente que se da besos por las mañanas. Hechos un asco de dormir, con el pelo deshecho y encima con el sabor de boca de toda la noche -puse una mueca de asco y me volvió a besar, esta vez más profundo

- Pues no veo que te de mucho asco -se burló

- Es que teniendo en cuenta que todo el mundo me da asco, tú me lo das en menor proporción -sonreí y se rio

- ¿Cómo puedes hablar tanto por las mañanas? -le pegué separándolo de mí- ¡Oye! -se quejó mientras reía

- Tengo mucha energía por las mañanas -me enfurruñé y me volvió a acercar- No, no, aléjate de mí

- No quiero -no sé cómo conseguí cruzarme de brazos y me dio otro beso

- Eres tonto

- Vaya que ofensa -dijo irónicamente

- Me voy a levantar ya -hice amago de levantarme pero me volvió hacia él para darme otro beso- Ay ¡ya! Que tenemos que hacer un plan

- ¿Diez minutos pondrán en peligro la misión?

- No creo, ¿por qué? -tiró de mí de nuevo

Más tarde salimos ya arreglados para desayunar. Salva y Mary ya estaban en la mesa. Hablamos un poco para repasar el plan y nos pusimos en marcha.

Salva y Mary iban a ser los que se presentarían en las oficinas: 1 porque Mary era amiga de la familia por lo del negocio, encima era tan dulce que nadie sospecharía de ella. Y 2, porque Salva la protegería sin dudarlo.

Jack y yo nos quedamos escondidos tras un árbol. Teníamos dos opciones: esperar a ver si dejaban a Mary y a Salva entrar, o mientras ellos despistaban al recibidor, entrar nosotros.

- ¿Saldrá bien no? -pregunté mirando al frente

- Pues claro -lo miré, nos sonreímos y volvimos a prestar atención

Estuvimos mirando un rato pero no había cambios ni esperanzas. No lo iban a conseguir, desde lejos parecía que la recepcionista no los iba a dejar pasar. Tal vez ya sabían todo lo sucedido con Salazar o no dejaban entrar a extraños.

- Mierda -maldecí en voz baja

- Deberíamos entrar -dijo Jack

- Aún no...