Cap 24

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Mary

El día del plan no había salido tan mal... tan... Solo tuvimos algunos inconvenientes, unos cuantos de hecho.

Salva y yo... (aún se me hacía raro llamarlo Salva). En fin, Salva y yo entramos muy decididos hacia la recepcionista. La cual no levantó la mirada de su agenda cuando llegamos frente a frente.

- Disculpe -la llamé amablemente

- ¿Sí? Dígame... -dijo con un tono cansado y sin alzar la mirada aún

- Vamos a ver al Sr. Smith -ahí alzó la mirada interesadamente

- Eso no será posible -zanjó

- ¿Por qué? -preguntó Salva seriamente

- No se encuentra en el edificio y no se sabe cuándo volverá -volvió la mirada a la libreta

- Pero es una urgencia

- ¿Sí? ¿Y quién es usted? -se cruzó de brazos alzando una ceja ya harta de nuestra presencia

- Mary Rose Jones -se calló por unos segundos y abrió un poco la boca en sorpresa

- ¿Es posible...?

- ¿Nos dejará pasar?... Lo esperaremos dentro -intervino Salva, pero no había ningún cambio

- ¿Es la hija de Salazar Jones? -me señaló con la pluma de escribir aún sin podérselo creer

- Sí -respondí firmemente

Pero parecía desconfiada- ¿Por qué no viene él?

- Está muy ocupado... policías y demás

- ¿Y quién es él? -señaló a Salva aún sin creérselo del todo

- ¿Eso importa? -la desafiaba con la mirada

Entonces Salva se giró hacia donde nos estarían viendo Jack y Mariam. Ya sabíamos que no nos iba a dejar entrar. La señora estaba ganando tiempo para que llegara el Sr. Smith y preguntarle a él mismo.

- ¿Y bien...? -preguntó desafiante

- Soy su marido -vale bueno, me sorprendió su respuesta pero mantuve la calma

- Aún así lo siento, pero no están autorizados a pasar -tanto tiempo para nada

Como Mariam y Jack ya habían entrado, tuvimos que ceder- Está bien, Salva, volveremos más tarde -me despedí de la señora  educadamente y me agarré del brazo de Salva

Salimos suspirando y un poco decepcionados, pero nos fiábamos de Jack y de Mariam, ellos conseguirían respuestas. Nos empezamos a alejar del lugar para buscar a Adler. Pero a pocos pasos oímos un estruendo y nos giramos de golpe, pero no había nada.

- ¿Lo has oído no? -pregunté un poco nerviosa mirando a Salva. Observé unos cristales rotos de una ventana de la primera planta

- Pero, ¿qué...? -no le dio tiempo a acabar la pregunta, porque alguien apareció tirándose de esa ventana y aterrizando con agilidad

No pude evitar ahogar un grito de sorpresa y temor y uno de los hombres me cogió enseguida tapando mi boca. Salva maldijo y se acercó al hombre para pegarle. Lo logró y me soltó, pero entonces bajaron cinco hombres más que se hicieron con nosotros rápidamente.

- El jefe tenía razón, estaban aquí -soltó uno de los hombres

- Vámonos ya -dijo otro

Todos iban con la cara tapada, pero igualmente no nos sonaban las voces. Solo sabíamos que sabían que íbamos a estar ahí. Enseguida nos taparon la boca y la nariz con un pañuelo, poco a poco nos fuimos durmiendo cerrando los ojos. Ya no recordaba más.
Solo esperaba que Jack y Mariam estuviesen bien y acabaran el plan, porque esos hombres no iban a tener reparos en matarnos a Salva y a mí.

Mariam: sobreviveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora