Cap 4

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Mariam

¿Por qué a mí me pasaba esto? ¿No había sufrido ya bastante? ¿Era el karma por robar? Seguramente lo tenía bien merecido, pero aún así, nadie se había metido en nuestros planes nunca.

- ¿Nos seguís? -pregunté directamente con rabia sin apartar la mirada de Michael

- Mariam -advirtió Salva con una mano

- No os seguimos, claramente esto es una coincidencia -pronunció con calma el señor Michael, pero juro que vi una pizca de diversión en sus ojos, y eso me ponía furiosa

Cuando el ambiente parecía menos tenso e iba a hablar por fin, volvieron a llamar a la puerta.

¡Qué peligro de puerta!

- Qué peligro de puerta -suspiré mirando a Michael mientras este sonreía muy divertido. Fui a abrir para alejarme de la situación

Era un señor mayor que me sonaba de mucho. Me sorprendí bastante que llamara a mi puerta. Estaba bastante confusa, así que ni siquiera me acordé de invitarlo a entrar.

Era un señor de mediana edad, que perfectamente podría ser mi padre. Tenía el pelo blanco ondulado y un poco largo, casi hasta los hombros. Estaba bastante ancho de caderas como normalmente lo eran los ricos. Pero eso no quitaba que le quedara muy bien el traje de color negro que llevaba, como si estuviera hecho para él.

Me sorprendió verlo ahí plantado. Pero él solo se quitó el sombrero con respeto.

- Salazar Jones, nuevo vecino -se presentó con media sonrisa tendiéndome la mano

¿Qué?

Efectivamente, ese señor era nuestro objetivo. Sabía que era nuestro vecino, pues compré esta casa a posta para tener más asegurados los "trabajos" por la cercanía.

Se la sujeté con cordialidad- Pase al salón, me llamo... -Iba a decir la identidad falsa, pero me paró con una mano con una sonrisa

- Sé quien eres, y tu hermano -nos dirigimos al salón mientras tragaba duro

Se refería a que nos conocía por nuestras identidades falsas ¿verdad?

Eso esperaba...

- Oh sí, olvidé que mi padre venía -dijo Michael con su sonrisa divertida y giré la cabeza demasiado rápido, vale tenía que calmarme

¿ME BESÉ CON EL HIJO DEL PEZ GORDO?
¿Por qué sabe quiénes somos mi hermano y yo? Mi corazón empezaba a latir deprisa.

Yo planeé el plan meticulosamente. En ningún periódico decía que Salazar Jones (a quién íbamos a cazar) tuviera hijos. Algo raro estaba sucediendo aquí y no me gustaba ni un pelo. Miré a Salva, pero él tampoco tenía ninguna idea de lo que estuviera pasando.

- ¿Por qué ha dicho que sabe quiénes somos? -pregunté seriamente intentando no mostrar nerviosismo, si no curiosidad en cambio

- Porque los contraté, Edwin Spencer y Edith Spencer. Profesor y modista ¿me equivoco? -alivio instantáneo cruzó mi mente, casi pensé que nos había descubierto, pero eso era imposible

- En absoluto -Salva sonrió y se levantó para saludarlo con un apretón de manos. Por suerte Salva sabía reaccionar antes a las cosas

Por alguna razón me había olvidado de otra cosa: su hijo sabía mi verdadero nombre, me iba a delatar claramente.

Al menos manteníamos la calma. Uno de mis dones era mantener la calma, aunque la situación no fuese la mejor y en mi cabeza pasasen mil pensamientos fugaces.
Todos nos sentamos en los sofás. El silencio era un poco incómodo, pero alguien debía romperlo.

Mariam: sobreviveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora