CAPITULO 8. LA TÍA ELROY CONFIRMA LA VERDAD

485 41 32
                                    


Al llegar se encontraron con los empleados y todos saludaron gustosamente a la joven, no solo por respeto, sino por que sinceramente le tenían afecto, y como no tenerlo si ella siempre compartió todo con ellos demostrando humildad y la pureza de su corazón. Cuando se dirigía al cuarto de la tía Elroy, cruzo en el camino a Dorothy que llevaba frutas frescas a la anciana, la saludo y le pidió las frutas para entregarlas ella misma. Al llegar a la puerta donde estaba la dama golpeo dos veces:

Tía Elroy: Adelante

Candy: -Permiso Tía Elroy, soy Candy

Tía Elroy: -¿Que haces tu aquí?

Candy: -Supe que estaba enferma tía, y como usted sabe yo soy enfermera diplomada y vine a ponerme a sus ordenes. Usted tía de alguna forma siempre ha querido convertirme en una dama, y también reconozco que he sido media testaruda con usted. Que le parece si me da una oportunidad y le demuestro lo buena que soy.-

En ese momento golpearon a la puerta, Candy abrió y se encontró con el director del hospital Santa Juana, ese hombre que la había despedido sin saber que en realidad era una Andley y mientras que ella a quien estaba ayudando era nada mas ni nada menos, que el patriarca de esa gran familia, a la cual ahora brindaba sus servicios como médico de la misma. La cara del Dr Lennar empalideció al ver a esa mujer con la que se había comportado de tan mala forma y que le debía sus disculpas.

Tía Elroy: -Adelante doctor. Candice por favor déjanos solos.

Candy: -Si tía. Con permiso. Esperare afuera y luego hablaré con el doctor para que me transmita las indicaciones y así poder cuidarla.

Doctor Lennar: -Sra Elroy, me parece muy bien que haya cambiado de opinión y haya traído una enfermera para que este al pendiente de usted. Mas aun sabiendo que es la señorita White, que esta mas que capacitada y estoy seguro que hará un excelente trabajo. - Decía el doctor mientras controlaba a la anciana. -Sabe, cuando el señor el Williams, su sobrino, ingreso al hospital donde soy director, había muchos rumores de que su sobrino podría ser un espía de la guerra, ante la duda y el temor decidimos brindarle una atención, digamos... precaria. Pero esa jovencita que se encuentra afuera se ocupó personalmente de el, sacándolo adelante y luego cuando le dimos el alta pensando que el no recuperaría la memoria, la señorita White le dio asilo en su propia casa poniendo en duda su reputación. Al tiempo me deje influenciar por los hijos de los Leagan y despedí a Candy sin darle posibilidad de defenderse. Y aun así ella siguió pendiente de ese hombre que no recordaba ser nada mas ni nada menos que su sobrino... Williams A. Andley. Es por eso que me siento en la necesidad de darle una disculpa e informarle que las puertas del hospital Santa Juana están abiertas para ella, si gustara volver.

La anciana, escuchó cuidadosamente las palabras del médico, y recordó todo lo que había hablado con su sobrino tiempo atrás.

Luego de un tiempo, el doctor llamó a Candy a la habitación para poner al tanto a la flamante enfermera sobre los pasos a seguir para el cuidado de la señora

Doctor: -Enfermera, tenemos una paciente con problemas de hipertensión y diabetes. En este papel tiene las indicaciones que llevara a cabo a partir de ahora. Conociéndola como trabaja y lo profesional que es, estoy seguro que la señora pronto volverá a ser la de antes. Señora Elroy queda en las mejores manos. Buenas Tardes.

Candy: -Gracias por la confianza Dr, haré mi mejor esfuerzo. Lo acompaño doctor.

Doctor: -Candy, quisiera hablar con usted un momento- Dijo el médico al salir de la habitación.

Candy: -Pasa algo malo con la tía Elroy?- Pregunto preocupada.

Doctor: -No, ella esta dentro todo bien y estable, y ahora lo estará mas con tus cuidados.. quería hablar sobre otro tema con usted. Yo quería pedirle una disculpa por mi comportamiento cuando estaba trabajando en el hospital, cuidando al señor Andley. Yo no sabia sobre quien podría ser el y mucho menos me imaginé que usted también perteneciera a esta familia. Las puertas del hospital siempre estarán abiertas para cuando guste regresar.

Candy: - Dr Lennar: No se preocupe, usted solo hizo lo que creyó conveniente para el hospital, en ese momento ni yo sabia quien era Albert en realidad. Le agradezco el querer devolverme mi antiguo empleo, pero en este momento la Tía Elroy me necesita, quizás mas adelante cuando la tía vuelva a ser la de antes regrese. Muchas gracias por sus palabras y quédese tranquilo que yo entiendo su postura.

Doctor: -Gracias por su compresión. Buenas tardes.

Candy, nuevamente regreso al cuarto de la tía.

Candy: -Permiso tía, traigo sus medicamentos, y yo misma supervisare la comida a partir de ahora, tenemos que suprimir sal y azúcar en todos los alimentos

Tía Elroy: Candice, el doctor ya me comentó todo lo que pasaron Williams y tu, cuando trabajabas en el hospital, quizás he sido un poco injusta contigo en algunos aspectos, pero aun así sigo pensando que deberías comportarte mas como una dama. Estaras a prueba y veré con mis propios ojos que tan buena profesional eres.

Candy: No se preocupe por cosas del pasado, no hice nada de lo que esté arrepentida y por Albert... digo Williams lo volvería hacer, el ha sido muy bueno conmigo. Y con respecto a lo de convertirme en una dama lo veremos mas adelante, ahora mi prioridad es que usted se sienta bien. Descanse ahora, bajare a la cocina a dar instrucciones para su cena.-

Cuando Candy bajo las escaleras se encontró con un Archie impaciente, caminando por la sala de lado a lado, con las manos atrás de su espalda.

Archie: Gatita, ¿Como te fue? Por favor dime que no volvió a herirte con esas palabras de siempre.

Candy. -Cálmate Archie, la tía acepto mi ayuda para cuidarla y no me dijo nada malo.

Archie: -¿De verdad?

Candy: -Aunque te cueste creerlo, la tía Elroy acepto que sea su enfermera personal- Dijo con una sonrisa.

Pasaron los días y Candy como la excelente enfermera que era se encargaba del control de los signos vitales de la dama, de su comida, sus medicamentos y se ocupaba también de pasear con la tía por los terrenos de los Andley.

Candy se había convertido no solo en su enfermera, sino también en una gran compañía para ella. Poco a poco, mientras pasaba el tiempo juntas, la tía iba entendiendo porque los jóvenes de esa familia apreciaban tanto a esa chiquilla.

A pesar de tratar de mantenerse todo el tiempo entretenida en esa gran mansión, había momentos que la nostalgia la invadía al pensar en ese rubio, que ya hacia bastante tiempo no veia.

-------------------------------------------------------------------------------

Este capítulo va dedicado con mucho cariño a @EmelinaDuary que estuvo acompañandome desde el comienzo de esta locura que fue escribir mi primer historia.

Gracias a tod@s por leer esta historia y como siempre espero sus votos y comentarios. Cariños

SOLO TU... SIEMPRE TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora