SOLO TU... SIEMPRE TU

CAPITULO 31 "El propósito de Dios"

Mientras tanto en Europa...

Mariam, George y Albert, se encontraban frente a las puertas de un gran taller. Detras de ellas... ¿Estaría Stear?

Una mezcla de sensaciones comenzaron a emanar del cuerpo del rubio... todo producto de la ansiedad, de los nervios y la incertidumbre de no saber con que se encontrarían.

Mariam: -Adelante, por fin llegó el gran momento -

Williams empujó la entrada e hinchando el pecho ingresó seguido de su amigo y la señorita. Aun no veían a nadie, solo podían observar mesas de trabajo, herramientas, maderas, planos, y bollos de papel alrededor de un cesto de basura repleto.

Mientras observaban todo, en un rincón se escucho ruido y se pudo observar la sombra de un hombre... un hombre con gafas... sin lugar a dudas era él... era Stear.

El joven al percatarse de que ya no estaba solo giro su asiento hacia los recién llegados, los miró, se puso de pie, sin decir ni una palabra solo los observaba.

El rubio al borde de las lágrimas se acercó despacio, también lo miró y ya sin mas lo abrazó con todas las fuerza que tenía. La emoción era tanta y el abrazo tan profundo que Williams en ese momento no pudo percatarse de que Stear estaba nervioso y solo quería librarse de él.

George desde la distancia, pudo observó que lo que estaba pasando, no era lo que habían imaginado y se acercó solo para alejar a Williams del joven.

George: -Señor, creo que este no fue el mejor momento. Algo sucede con el joven Stear

Williams: -No entiendo, por que se puso así, yo solo quise abrazarlo, ¿no me ha conocido?

Mariam: -Esto es lo que quería decirles y no me dieron la oportunidad. Déjenme calmar a Stear y enseguida estoy con ustedes. -

Mientras Mariam junto con dos profesionales que trabajaban en el área donde estaba Stear, trataban de calmarlo, desde afuera podían ver como ese joven al que tanto lloraron y hoy había encontrado con vida, se agarraba la cabeza como si estuviese aturdido, y se quejaba como si lo hubieran golpeado.

Williams con un sentimiento de algo de culpa, se preguntaba que había hecho mal, por que su sobrino había reaccionado de esa manera. Lo primero que pensó fue que quizás al ver a Albert y no a alguien de su familia, había hecho que reaccionara así. Él recordaba bien que antes que tomara la decisión de ir a la guerra, el sabia de Albert, el amigo de Candy, no llego a saber que ese hombre amigo de Candy, era nada mas y nada menos que "El Tío Abuelo Williams". Con ese pensamiento y quizás muchos más, miraba desde afuera como poco a poco Stear comenzaba a calmarse y las otras dos personas lo llevaban hacia otro lugar.

Mariam saliendo de ese taller les dijo...

Mariam: -¿Te encuentras bien Williams?

Williams: -Si, estoy bien. Trato de entender que paso con mi sobrino, pero no encuentro explicación del por qué de su reacción.

Mariam: -Desde que encontramos a Stear, nunca hemos podido hablar con el. Él simplemente ha permanecido callado todo este tiempo. Solo sabemos que le gusta arreglar e inventar cosas. Lee mucho y a pesar de no hablar, notamos que es muy agradable, porque en varias ocasiones nos ha regalado una sonrisa.

George: -Pero hay algo que no entiendo señorita. Si él, nunca se ha comunicado, cómo es que usted pudo relacionarlo con la familia Andley.

Mariam: -Bueno me da un poco de pena, pero voy a ser 100% honesta. Algún tiempo antes de conocerlos, mi padre comenzó a recolectar todo tipo de información sobre el Gran Patriarca Williams A. Andley. Sabía que era cuestión de tiempo para conocerlo personalmente por los negocios que compartían. Recolectamos información de todos los medios que pudimos, entre ellos los periódicos. Después de estudiarlos a fondo, fuimos desechando los diarios y poniéndolos a disposición de las personas que tenemos aquí. Así la tanda que llegó, también llegó a manos de Stear, y al leer unos de los anuncios que nombraba la palabra Andley, hizo que surgiera una crisis en él, muy parecida a lo de hace un rato. Nuevamente recolectamos los periódicos. para ver que podría haberlo puesto de esa manera. Desde luego allí mismo salia un reportaje que decía de la perdida de Stear. No quisimos ponerlo nervioso pero comencé a investigar por mi cuenta, y me prometí a mi misma ayudarlo a como diera lugar. El resto de la historia ya la conocen.