Las 5 Fases De Mi Plan

42.- Lo que fue y lo que pudo ser 1/2

– Fiu... por fin estoy de vuelta–. Miró todo el panorama a su alrededor.

El avión finalmente había arribado, y de él, una señorita de aspecto llamativo bajó con una gran sonrisa en su rostro.

– Este país nunca cambia jaja.

Poco después de ello, y haciendo uso de algunas artimañas para evitar que alguien la reconociera, logró llegar al lugar donde su hermana menor iría a recogerla.

– Oh, gracias por venir a recogerme Itsuki-chan–. Se aproximó al auto que había a un par de metros de ella.

– B-baja la voz, Ichika–. Advirtió.
– Eres muy famosa ahora, así que por favor, intenta no llamar mucho la atención.

Y así, ambas subieron al auto y se pusieron en marcha mientras platicaban amenamente.

– ¿Cómo te fue en tus vacaciones?– Preguntó la pelirroja.

– Para tu información, era un viaje de negocios.

– Si, ya entendí–. Rodó un poco los ojos.
– ¿Y valió la pena?

– Well... I'm not really sure about my pronuntiation–. Dijo con una evidente falta de léxico en sus palabras.

– Es "Pronunciation"–. Corrigió Itsuki.

– Eres demasiado estricta...

– Jaja, bueno, soy una maestra después de todo–. Sonrió.
– Ya casi llegamos, Miku y Nino deben estar esperándonos.

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– Vaya, por fin llegaron–. Dijo Nino cuando vió a sus dos hermanas entrar en su negocio.

– Tiempo sin verte, Ichika–. Saludó Miku desde atrás del mostrador.

– Holis–. Devolvió el saludo.
– Me alegra ver qué les va bien, y sobre todo... ver qué su café está tan animado–. Observó brevemente todo el lugar.

– Hmph... por si no leíste el letrero que había en la entrada, ahora mismo está cerrado–. Respondió Nino.
– Solemos tener bastante clientela de hecho.

La castaña asintió ante las palabras de la segunda hermana.

– Como sea, ¿Quieres comer algo?–. La pelirosa prefirió cambiar de tema.
– Aunque no sé si la "señorita" quedará conforme luego de acostumbrarse a los elegantes cafés de américa.

– ¿Eh?, ¿Ya te había contado que fui a américa?

Nino bajó la mirada con nerviosismo.

– Nino lo sabe porque siempre anda viendo tus redes sociales–. Intervino Miku.

– N-no tenías que decirle eso... –. Reprochó ella.

Ichika rió un poco antes de decir otra palabra.

– ¿Qué les parece si hago un post sobre este lugar?–. Saco su celular del bolso.
– Seguro tendrán muchos más clientes después de que lo haga.

– No te molestes–. Negó Miku con la cabeza.
– De verdad no nos hacen falta clientes, tanto es así que pudimos darnos el lujo de contratar a otras dos trabajadoras para que nos ayudasen.

– ¿De verdad?

– Si, no te preocupes–. Reiteró la tercera hermana.
– Además... queremos seguir valiendonos de nuestro propio esfuerzo, al menos un poco más.

La Nakano mayor le dedicó una sonrisa sincera, y luego, abrazó repentinamente a su hermana menor.

– ¡Esa es mi hermana!, ¡Estoy muy orgullosa de ti!–. Exclamó.
– Cuento contigo para que me cubras si vuelvo a enfermarme.