38.- Dudo, pienso y me corrijo

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Primer día del festival, un poco antes de la declaración de Futarou.

– ¡Bien hecho Miku-chan!–. Le felicitó una de sus compañeras de clase.
– Tu femineidad debe ser asombrosa si puedes hacer panqueques tan buenos como si nada.

– G-gracias...

– De verdad me alegra mucho que hayas sugerido hacer un puesto como
éste–. Continuó la chica.
– ¡Demos lo mejor para mostrarle a los chicos y su puesto de takoyaki quién manda!

– S-si...

¿Cuando fue que ésto se volvió una competencia?

Se dijo la castaña internamente.

U-um...

– Hablando de los chicos de la
clase... –. Otra de las presentes se inmiscuyó en la conversación.
– Dime Miku, ¿Es cierto eso que dicen desde hace tiempo por ahí?

– ¿Qué cosa?

– Ya sabes, eso de que tanto a ti como a tus hermanas les gusta Uesugi-kun.

Miku se sonrojó inevitablemente.

– N-no estás del todo equivocada, pero...

– Jajaja, así que de verdad es cierto eh–. Sugestionó su compañera en tono divertido.
– ¿Qué fué lo que te atrajo de él exactamente?, No digo que no sea atractivo e inteligente, pero... ¿Cómo decirlo?

– Siempre tiene una expresión bastante... “especial” en su rostro–. Complementó otra de las chicas que habían por ahí.

– No te angusties, sé a la perfección que Futarou tiene una muy mala cara la mayor parte del tiempo–. Le restó importancia al comentario de su compañera.

– Jaja, lo siento... es que nunca lo he visto siendo demasiado expresivo con alguien–. Rieron todas.
– Además...

No pudo decir otra cosa debido a que la persona menos indicada apareció por los alrededores de forma sumamente repentina.

– Hablando del rey de Roma... –. Comentó mientras Futarou se aproximaba tranquilamente a ellas.

– Hola, vengo a hacer un revisión de seguridad, solo ignorenme–. Dijo él.

– Okeeeey–. Respondió una chica rubia frivolamente.
– Por cierto Uesugi-kun, hay algo que quiero preguntarte.

– Ajá… –. Asintió mientras hacía un par de anotaciones en una pequeña libreta.

– ¿Qué es lo que piensas de Miku?

Futarou levantó la vista ante esta pregunta, miró a Miku por un momento y luego regresó a sus anotaciones como si nada.

– Que no tiene remedio como persona, supongo–. Contestó secamente.
– ¿Por qué lo preguntas?

Claro que esa respuesta solo logró hacer que todas las chicas lo mirarán de mala manera.

Menudo patán...

– N-no... por nada.

– Nada de eso, Ayane–. Intervino otra de las compañeras de la castaña.
– ¡¿De verdad eso es todo lo que tienes que decir?!, ¡Solo mírala!, Ella literalmente se derrite por tí, ¿Y tú solo vas a decirle cosas como esa?

– O-oye... –. Protestó Miku en voz baja.

– Esa no era mi intención–. Renegó Futarou.
– Lo digo porque a pesar de tener tantas buena cualidades sigue teniendo bastantes problemas por su falta de confianza; y como su ex tutor particular me disgusta no verla aprovechando todo el potencial que tiene.

Las 5 Fases De Mi PlanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora