Los días transcurrían con normalidad, aunque en alta mar eran más alargados, ya que podían ver la puesta y salir del sol en cualquier momento. Y eran en esos mismos en los que Eadlynne y Daenerys pudieron conocerse mejor y hacer sentir más cómoda a la primera. A su vez, durante los tiempos libres — que en realidad era siempre — Daenerys le enseñaba a Eadlynne el lenguaje materno de ambas, el alto valyrio. Una lengua que no fue nada sencillo en aprender para la más joven de las Targaryen, pero también tenia suerte de que su hermana tuviera la paciencia suficiente. Y Daenerys igual agradecía a los dioses por brindarle dicha virtud.
A tan solo un día de llegar a Astapor, el medio día se presento y ambas tomaron un descanso en sus lecciones y se reunieron junto a Sir Jorah en la popa del barco para que este diera su informe del tiempo estimado para llegar a Astapor.
Y mientras Daenerys y Sir Jorah hablaban sobre cosas triviales y sin mucho sentido, Eadlynne mantenía su atención fija en los dragones. En la forma en que estos volaban y como se dejaban caer en picada para atrapar a uno de tantos peces, para luego cocinarlo casi hasta carbonizarlo con su aliento de fuego. Le parecía un espectáculo muy entretenido y divertido.
— Crecen rápido. — dijo Jorah detrás de Eadlynne y Daenerys
— No lo suficiente. — afirmo Daenerys después de haber acariciado a Drogon — No puedo esperar tanto.
Y de nuevo inicio una pequeña discusión entre ella y su fiel consejero. Eadlynne rodo los ojos y volvió a observar a los dragones. Su mente comenzó a divagar entonces en lo que se sentiría volar, surcar los cielos sin ninguna atadura, saber que no tendrás que depender de nadie mas porque eres libre de ir y venir cuando lo desees. Una idea absurda creía ella mientras mostraba una sonrisa.
Entonces, su mirada cambio cuando vio como uno de los dragones, específicamente Viserion, se lanzaba al agua y tomaba entre sus dientes un pez lo suficientemente grande como para que Drogon y Rhaegal, los otros dos dragones, fueran a donde su hermano e intentaran arrebatarle gran parte del pescado. Los tres forcejeaban y cuando el pescado cayo de regreso al mar Eadlynne no pudo evitar reprimir un escalofrió. Presenciar como tres criaturas peleaban por una misma cosa que al final ninguno obtuvo le hizo pensar en que algo así seria la guerra de la que tanto hablaba su hermana.
Una guerra de reyes falsos que tomaban un trono que no les correspondía. Pero también pensaba en la importancia y el valor que ese trono representaba en la vida de Daenerys, sobre lo que ella estaría dispuesta a sacrificar con tal de obtener lo que le pertenecía. O, en el peor de los casos, si terminaría como los hermanos que nunca pudo conocer.
— ¿En que piensas? — cuestiono Daenerys sorprendiéndola
— En el trono de hierro. — dijo sin mas — Sobre si realmente esta hecho de mil espadas como las historias cuentan. En cuantas vidas debieron sacrificar Robert Baratheon para sentarse en el.
— Demasiadas, quizás más de las que debieron. Entre ellas las de nuestra gente, nuestros padres, los dragones y la de nuestro hermano Rhaegar. Gente inocente que solo buscaba una mejor vida en un mundo hostil como lo es este. Un mundo que será cambiado y regido por primera vez por mujeres.
Eadlynne regreso su vista hacia Daenerys y no pudo evitar reprimir una sonrisa sincera. Seguido de ello, hablo en valyriano al decirle "Gracias" a Daenerys y sorprender a la misma. Sin duda las lecciones estaban dando resultados.
....
El mismo sueño otra vez. La nieve cayendo y el helado viento que intenta colarse en mi piel, pero las prendas de invierno se lo impiden.
Nada ha cambiado... A excepción de una cosa.
Las huellas en la nieve son diferentes. No solo son pisadas de caballos, si no también humanas. Pero la mayoría de estás eran raras, además de que había en la nieve un rastro de un color rojo carmesí que mientras más avanzaba, más incrementaba la intensidad del mismo. Además de que percibía un olor a carne putrefacta. Me daban náuseas.
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DOMINIO
FanfictionEl trono de hierro ha sido conquistado por los Baratheon, acompañados del ejército de Tywin Lannister. Los Targaryen han caído uno por uno al igual que los exorbitantes dragones que alguna vez surcaron los cielos. Pero no todos perecieron en dicha b...